Tips de Gestión
Prevención y respuesta: ¿Cómo actuar ante fenómenos hidrometeorológicos?
Cada año, las localidades del país enfrentan riesgos por lluvias atípicas en temporada de huracanes, ciclones o tormentas tropicales, lo que, a su vez, deriva en inundaciones, deslaves y afectaciones similares, algo que requiere de una actuación eficaz de las autoridades locales
►Por Martha Palma Montes
La temporada de ciclones tropicales 2022 inició el 15 de mayo para el Océano Pacífico y el 1 de junio en el Océano Atlántico, para finalizar ambos el 30 de noviembre, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial.
Los ciclones tropicales causan tormentas, huracanes y lluvias intensas. Los huracanes se clasifican en categoría 1 a la 5, con base en la escala Saffir-Simpson, según la intensidad del viento.
Los nombres para los ciclones de esta temporada en la cuenca del Pacífico son: Agatha, Blas, Celia, Darby, Estelle, Frank, Georgette, Howard, Ivette, Javier, Kay, Lester, Madeline, Newton, Orlene, Paine, Roslyn, Seymour, Tina, Virgil, Winifred, Xavier, Yolanda y Zeke.
Mientras que en la cuenca del Atlántico son: Alex, Bonnie, Colin, Danielle, Earl, Fiona, Gaston, Hermine, Ian, Julia, Karl, Lisa, Martín, Nicole, Owen, Paula, Richard, Shary, Tobias, Virginie y Walter.
ACCIONES ANTE LA LLEGADA DE HURACANES Y TEMPORADA DE LLUVIAS
En Manzanillo, Colima, la Unidad Municipal de Protección Civil y Bomberos desazolva los cauces y cuencas de los arroyos, siempre previo a la temporada de ciclones tropicales.
Además, capacita a la ciudadanía sobre cómo reaccionar ante fenómenos perturbadores, primeros auxilios y en cómo elaborar una mochila de emergencia.
“También capacitamos a los cuerpos voluntarios en evaluación de daños y en uso de cuerdas para cruzar ríos”, comenta Juan Francisco Quiles Robles, Director de la Unidad Municipal de Protección Civil y Bomberos de Manzanillo.
Por su parte, personal de la Coordinación Municipal de Protección Civil de Ensenada, Baja California, recorre las áreas de arroyos y asentamientos irregulares, por ser más susceptibles a afectaciones, debido a la actividad ciclónica del Océano Pacífico.