Soluciones para la gestión de energía en edificios públicos

►Por Martha Palma Montes
FOTO: DREAMSTIME

La eficiencia energética ayuda a mitigar las emisiones de carbono, especialmente si es aplicada en edificaciones, a fin de controlar las fuentes eléctricas, hidráulicas, de gas o térmicas.

Actualmente, existen soluciones asequibles para recuperar el calor en edificios, conseguir un alto rendimiento energético y medir el impacto climático de diferentes gases, con base en el potencial de calentamiento global GWP (Global Warming Potential).

“Es posible crear una nueva clase de edificios inteligentes, seguros, saludables, sostenibles que minimicen sus huellas de carbono, mediante un ecosistema digital de tecnologías basadas en machine learning, algoritmos matemáticos e inteligencia artificial (IA), las cuales miden y mejoran el consumo energético en tiempo real”, explica Eric López Hurtado, Gerente de la Unidad de Negocios de Soluciones Digitales en Johnson Controls.

Edificios públicos de los tres órdenes de gobierno pueden aprovechar estas soluciones e incorporarlas a la infraestructura existente, y con ello minimizar costos de mantenimiento e identificar la equivalencia de las energías en términos de CO2, es decir, conocer las huellas de carbono por edificio, agrega el directivo.

La instrumentación de estas soluciones requiere colocar medidores que aporten datos en tiempo real para analizar consumos, detectar posibles fallas, saber qué equipos o procesos consumen más energía, programar adecuadamente la iluminación, las centrales de agua helada y automatizar lo que se requiera.

“La administración pública es una pieza clave para crear edificios altamente eficientes y sostenibles, digitalizar procesos, ahorrar costos de mantenimiento y proporcionar una analítica energética de cada activo”, opina López Hurtado.

“Los gemelos digitales permiten recalcular las emisiones de carbono con base en los materiales de diseño de un edificio, durante todo su ciclo de vida y así elegir las mejores opciones que contaminen menos, lo mismo aplica en las remodelaciones para conseguir un menor impacto ambiental”, comenta Jonathan Landry, CEO y fundador de CHAAC, empresa especializada en bioconstrucción.

Para una correcta operación del gemelo digital se requiere de un monitoreo continuo, a fin de identificar fallas en las instalaciones y aprovechar la información en el mantenimiento preventivo.

Jonathan Landry recomienda, además, aplicar la metodología BIM (Building Information Modeling), en su dimensión de sostenibilidad, que consiste en simular el comportamiento de los sistemas de ahorro energético, la gestión de recursos y la vida útil de un edificio, así como el Estándar 90.1 de eficiencia energética para edificios, de la Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE, por sus siglas en inglés).

Advierte que 80 por ciento de los edificios que tendremos los próximos 50 años ya está construido, entonces es necesario analizarlos y modificarlos, a fin de reducir sus emisiones de carbono.

DISPOSITIVOS
Controlar el flujo de agua, aire, vapor, humedad y compuertas contra incendios en un edificio es posible a través de dispositivos inteligentes y sensores, los cuales trabajan de forma conjunta y con otros sistemas previamente instalados.

La ventaja de usar estos dispositivos es que los usuarios son dueños de los datos y pueden decidir en qué momento aplicar mayor ventilación, calefacción o aire acondicionado, por ejemplo.

“Al almacenar datos, se genera un conocimiento histórico, lo que permite evaluar si un sistema funciona correctamente o necesita mantenimiento, esto para los gobiernos no conlleva ningún gasto, porque es una función que los dispositivos realizan desde el primer día de su instalación, además, garantizan la coherencia de los datos mediante una plataforma estándar de comunicación”, confirma Salvatore Cataldi, líder senior de productos en la División de Innovación de Belimo, empresa especializada en eficiencia energética, calefacción, ventilación y aire acondicionado en edificios.

Otra característica de estas herramientas es que se adaptan a las necesidades de edificios ya existentes y mejoran los consumos energéticos, por tanto, su operación no requiere de una gran inversión inicial.

“Sabemos que, para misiones críticas en gobierno, los requerimientos de un edificio son muy diferentes, y estas soluciones pueden ser tan específicas como el usuario lo requiera, son un traje a la medida”, agrega Elsa Edith Yáñez Ruiz, Gerente Regional de Belimo para México, Centroamérica, el Caribe y Colombia.

Sin embargo, el optimizar y gestionar la eficiencia energética corresponde a las personas que habitan los edificios, ya que la tecnología solo es una aliada, pero el ser humano es quien le da un sentido integral a la información con base en las necesidades de los espacios, reflexiona la directiva.

“Nosotros llamamos a la acción a todos los tomadores de decisiones sobre que, si van a invertir en algo, tiene que hacer sentido, tienen que comprometerse a usar esa información para el propósito que se dicta, ya sea privilegiar la salud o la calidad del aire en interiores. Instalar pequeños dispositivos marca una gran diferencia ante el cambio climático”, concluye.