Tips de Gestión

Cómo adaptar espacios públicos inclusivos para la niñez

Para atender las necesidades de esparcimiento y desarrollo de los niños con alguna discapacidad, los gobiernos locales pueden colaborar con iniciativas civiles que fomentan su inclusión

 

►Por Isaías Ocampo
FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR / CUARTOSCURO

En el país se tiene registro de 20 millones 838 mil 108 mexicanos con alguna discapacidad, limitación o algún problema o condición mental, de los cuales, dos millones 71 mil 863 son niños y niñas entre 0 y 14 años, según el Censo de Población y Vivienda 2020, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reporta que en el mundo hay casi 240 millones de niños con discapacidad, es decir, 1 de cada 10 infantes está en desventaja con respecto a las personas sin discapacidad, en las medidas relacionadas con el bienestar infantil, señala el informe Visto, contado, incluido: uso de datos para arrojar luz sobre el bienestar de los niños con discapacidades, el estudio estadístico más completo del organismo hasta la fecha.

“Millones de niños con discapacidad en todo el mundo siguen quedándose atrás, a pesar de la ratificación casi universal de la Convención sobre los Derechos del Niño, el llamado a la acción incorporado en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y el claro mandato establecido por los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, señala Unicef en su informe.

 

 

Claudia Ramírez.

FOTO: CORTESÍA DE DAR AY

La integración en la sociedad de las personas con discapacidad es una demanda que debe ser atendida en las estrategias de inclusión, garantizando su participación en la elaboración de políticas públicas, particularmente en el diseño o rehabilitación de espacios públicos, ya que la principal dificultad reportada por el Inegi es la movilidad, subir o bajar, así como la visión, incluso usando lentes.

De hecho, la accesibilidad a los espacios públicos, principalmente los enfocados a la niñez, se limita a rampas en las entradas de los parques, no así en los accesos a los espacios infantiles o juegos, señala Claudia Ramírez, Presidenta y fundadora de DAR Ayuda a la Niñez AC.

“Nos estamos enfrentando a que no hay espacios aptos para que niños con discapacidad puedan tener recreación o educación, y hasta en las vialidades es casi imposible transitar si tienes algún tipo de discapacidad visual o física”, comenta en entrevista Claudia Ramírez.

ADAPTACIÓN INCLUYENTE DEL ESPACIO PÚBLICO
Si bien mucho del trabajo que realizan los gobiernos locales está enfocado en la recuperación y rehabilitación de espacios públicos para reconstruir el tejido social, aún sigue pendiente la adaptación de dichos sitios para fomentar la inclusión de personas con discapacidad, principalmente en los espacios destinados a la niñez.

Por ello, la fundación encabezada por Claudia Ramírez, con presencia en la Ciudad de México, el Estado de México, Veracruz y Baja California, puso en marcha un programa de adaptación de espacios públicos y parques para integrar a los niños con discapacidad, con guías para personas invidentes y juegos que puedan ser utilizados, por ejemplo, en silla de ruedas.

“Poco a poco hemos ido redoblando esfuerzos con las personas que se han sumado a estos esfuerzos; hasta el momento, hemos podido apoyar a más de 250 niños y pretendemos que este 2023 esa cifra se duplique con la ayuda de todos”, explica la especialista.

De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las personas con discapacidad constituyen 13 por ciento de los 654 millones de habitantes de América Latina y el Caribe, por ello, suele haber alguna reticencia en el gasto público para adaptar espacios públicos inclusivos.

Sin embargo, el BID señala que la construcción de espacios inclusivos, en los que puedan acceder personas con discapacidad y que enriquezcan las experiencias de la niñez, es una buena inversión, porque facilitar el tránsito por una ciudad, de forma independiente a más personas, podría fomentar la participación de manera más fácil al mercado laboral y evitar pérdidas estimadas de 7 por ciento del PIB nacional en países de ingresos bajos y medios, debido a la exclusión de personas con discapacidad.

Entre las características que debe tener un parque o espacio público enfocado en la niñez con discapacidad, donde también se incluye a adultos mayores, es contar con espacio para sillas de ruedas, señalización Braille y módulos que brinden actividades o juegos diseñados para enriquecer sensorialmente a los niños para desarrollarse física, social y emocionalmente. Algunos juegos con esas funcionalidades son columpios para silla de ruedas o balancines.

PUERTAS ABIERTAS A LA COLABORACIÓN
Precisamente, donde los gobiernos tienen la oportunidad de colaborar es en mantener las “puertas abiertas” para que asociaciones civiles u otras organizaciones puedan llevar a cabo programas que requieren la intervención de espacios públicos.

“Todo el trabajo que estamos realizando es en conjunto con los gobiernos locales y las alcaldías porque, primeramente, necesitamos un permiso para poder iniciar los trabajos, y segundo, porque necesitamos trabajar de la mano con ellos, porque cada alcaldía tiene sus propios programas de rehabilitación, pero la mayoría no contempla la adaptación de espacios para niños con discapacidad”, comenta Claudia Ramírez.

La Presidenta de la fundación refiere que también se requiere apoyo para las visitas a colonias donde se realizan eventos de donaciones, como es el caso de las actividades que realiza en la Alcaldía Álvaro Obregón, en la Ciudad de México.

“Hemos tenido buena relación con la alcaldía, donde estamos iniciando trabajos y nos han apoyado a abrir las puertas con lugares para recibirnos y llevar a cabo nuestro evento de donación”, precisa.

La fundadora de DAR Ayuda a la Niñez AC dice estar consciente de que los gobiernos locales deben atender diferentes necesidades de la comunidad en general, pero considera que las infancias vulnerables suelen ser olvidadas en los espacios públicos.

“No pedimos una secretaría especializada en el tema, pero sí estar abiertos a fundaciones como nosotros, donde podríamos llevar a cabo estos programas con apoyo de recursos y trabajo conjunto, en el que puede haber coincidencia en los enfoques que busquen atender a esas infancias vulnerables”, precisa.