Expediente Abierto

►Obra Pública Sostenible ♦ Opinión

“Si supiera que el mundo se acaba mañana, de todas maneras, hoy plantaría un árbol.”
Martin Luther King.

Los grandes proyectos casi siempre causan detractores y partidarios. Los primeros los acusarán por ecocidio y los segundos los declararán pilares del desarrollo. Ambos tendrán razón, según sus propios argumentos, pues este tipo de obras generan tanto progreso como deterioro ambiental en fauna, flora, suelo y clima.

Desde los más antiguos, como la Gran Muralla china, cuyos efectos hoy continúan, donde muchas especies de un lado y otro del muro desarrollaron características genéticas distintas, alterando la ecología, como ha ocurrido con otros muros semejantes (Carlisle, 2007). A pesar de eso, también tuvo ventajas estratégicas en su tiempo. El problema de hoy es saber, antes de llevar a cabo un proyecto, si es mejor realizarlo o no, tanto para esta generación como las siguientes.

Actualmente, los gobiernos de distintos niveles y regiones (federal, estatal o municipal) solicitan que los proyectos se acompañen de estudios de impacto ambiental (EIA) y urbano (EIU), con el fin de que se identifiquen, analicen y evalúen los impactos y beneficios sociales, ambientales, urbanos y económicos, y así, de forma objetiva, se adquiera una idea clara de lo que significa el proyecto para su entorno y la ciudad. Sobre todo, con el propósito de estar en condiciones de proponer las medidas de compensación e integración ambiental y urbana que optimicen los beneficios y reduzcan los impactos derivados de la construcción y operación del proyecto.

La sustentabilidad puede ser puesta en peligro con la construcción de todo tipo y tamaño de proyectos, urbanos o rurales, sean obras, pozos, centrales nucleares o eléctricas, estadios, túneles, trenes, puentes y diversos desarrollos inmobiliarios; sean centros comerciales, habitacionales o industriales, sin importar que sean necesarios o no para el crecimiento y desarrollo. Otros, incluso, podría ser que sus impactos salgan del margen tolerable y resulten catastróficos, de tal manera que el medio pierda su capacidad de resiliencia.

LA CANCELACIÓN DE UN PROYECTO
Muchos proyectos lanzados como “el tal o cual más grande del mundo” se visten de hazañas invencibles, pero es de lo más común que sean cancelados por motivos económicos, de conflicto social o impacto ambiental. A la opinión pública le preocupan las cancelaciones de obras porque a veces se piensa que dañan la economía. Pero, según un reporte del Banco Mundial (Harris, 2003), de 1990 a 2001 se cancelaron 48 macroproyectos en países en desarrollo (electricidad, caminos, agua y telecomunicaciones); 15 de estos carreteros, en México, donde más de la mitad de los caminos no alcanzan en funcionamiento ni la mitad del aforo estimado. A veces, lo que daña la economía es no cancelar proyectos cuyos impactos evalúan negativamente.

Referencias
Carlisle, L. (2007). Los Muros y sus impactos en un contexto histórico Mundial. Una barrera a nuestro ambiente compartido, El muro fronterizo entre México y Estados Unidos, 57.

Harris, C., Hodges, J., & Schur, M. (2003). Infrastructure projects: A review of canceled private projects

*Tonatiuh Meaney es Diseñador de Asentamientos Humanos, maestrante en urbanismo y Coordinador de impacto social de Plurmac.

*Abel Lovera es Diseñador de Asentamientos Humanos, perito urbano con diplomado en múltiples especialidades de urbanismo. Director General de Plurmac.