Expediente Abierto

Infraestructura Reportaje

Obra pública: sostenible, incluyente, y transparente

 

Para lograr que la infraestructura local cumpla con estos atributos, es preciso que los gobiernos inviertan
los recursos de manera inteligente y generen alianzas para concretar proyectos colaborativos

 

Por Ana Paula Hernández Alday 

FOTO: ELIZABETH RUIZ /CUARTOSCURO

El desarrollo de ciudades sostenibles son dos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que tienen como punto de intersección la obra pública, a través de la cual,pueden concretarse acciones que beneficien a una comunidad. Además, en una coyuntura de crisis económica como la actual, provocada por la emergencia sanitaria por COVID-19, la construcción de obra pública será una de las vías que los gobiernos locales usarán para reactivar la economía y generación de empleo en sus demarcaciones.  

La obra pública es la infraestructura que se desarrolla en espacios donde se llevan a cabo todo tipo de actividades sociales, y debe ser planeada, supervisada y gestionada por los gobiernos. Esta definición engloba caminos y carreteras, equipamiento urbano, como banquetas y vialidades, tratamiento de agua, manejo de residuos e infraestructura social, como centros de salud.   

En 2014 se publicó la Estrategia Nacional de Movilidad Urbana Sustentable y, desde entonces, los tres órdenes de gobierno han tomado acciones para asumir los compromisos adquiridos que involucran infraestructura urbana, como la Nueva Agenda Urbana –que busca promover ciudades más incluyentes– y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.    

En este contexto, el reto para los gobiernos locales es planear, desarrollar, financiar y mantener proyectos que doten a las comunidades de obra pública con una visión incluyente y sostenible a largo plazo.   

EL PUNTO DE PARTIDA  

“Los municipios tienen poco margen de maniobra presupuestal, pero cuentan con toda la capacidad de crear proyectos viables en beneficio de la comunidad”, apunta Rodrigo Luis, Director General de IngeniaMX, una asociación civil que asesora a los gobiernos en el diseño arquitectónico de construcciones inteligentes.   

“Innovar consiste en invertir de manera inteligente y en eliminar los vicios técnicos desde el planteamiento presupuestal de la obra”, afirma.   

 

Infraestructura
sin opacidad

La transparencia en el financiamiento y ejecución de
obras de infraestructura pública es un rasgo distintivo de una administración eficiente. Para elaborar mecanismos que permitan cumplir con ese objetivo, los gobiernos locales pueden llevar a cabo alianzas estratégicas. Un ejemplo es el gobierno de Nuevo León:

  • En el sitio web Infraestructura Abierta de la Secretaría
    de Infraestructura de la entidad (http://si.nl.gob.mx/
    transparencia/) se pueden revisar contratos, costos y datos de los constructores a cargo de nueve
    proyectos.

  • Esta plataforma es resultado de
    una alianza entre el municipio
    de Monterrey, el gobierno de
    Nuevo León, la asociación México
    Evalúa y el Instituto Nacional
    de Transparencia, Acceso a la
    Información y Protección de Datos
    Personales (INAI).

Fuente: Gobierno de Nuevo León.

Para lograrlo, un elemento básico es contar con proyectos arquitectónicos y ejecutivos completos. El primero, contiene los elementos generales de la obra y el segundo los detalles constructivos, como materiales, tiempos y costos. 

 

Ramón Basanta

Ramón Basanta

FOTO: ROSALÍA MORALES

Asimismo, el directivo menciona que existe una tendencia de abrir espacios a la población para generar un diseño de obra participativo desde las alcaldías. Esto ayuda a que los ciudadanos se involucren en el proceso de construcción de los espacios y el equipamiento: encuestas, foros y diná- micas son algunas de las herramientas para invitar a la colaboración. “A esto se le llama la socialización del proyecto. Hay que romper paradigmas e involucrarse desde el municipio”.

Otra recomendación es solicitar la actualización de precios a la entidad que asignará la obra o el presupuesto, porque las referencias de precios federales no aplican en cualquier entidad y pueden tener sobreprecio. “Lo que tienes que cuidar como alcalde es evitar que te entreguen un proyecto que no responda a las necesidades de tu localidad”, sostiene Rodrigo Luis. Para ello, existe la adecuación de proyectos, que permite a los municipios intervenir para que la obra cumpla con las expectativas.

FINANCIAMIENTO

“La obra pública incluyente implica la transformación del entorno, lo cual promueve la igualdad y el bienestar de la población”, explica Rocío Lancaster, Directora General de Promoción Turística de Jalisco.

Para hacer realidad un proyecto de infraestructura pública que humanice los espacios, un elemento que puede facilitar el acceso a créditos es hacer tangibles los beneficios de la obra. “Un alcalde puede comunicar de forma muy sencilla el impacto social”, añade Rodrigo Luis.

Para costear las obras municipales existen varias fuentes de financiamiento. Están los recursos de gobiernos estatales y programas federales de crédito que pueden optar por esquemas de asociaciones público privadas (APP), que permiten la inversión privada bajo concesiones o proyectos de prestación de servicios, y la banca de desarrollo. Banobras pone a disposición de gobiernos locales programas como Banobras-FAIS, créditos simples y de cuenta corriente. También es emisor de bonos sustentables para financiar obra pública con impacto social y ambiental, como equipamiento urbano, transporte sustentable, mejora energética y agua. En abril de 2019, la institución reportó ser el emisor con el mayor monto de bonos sustentables en circulación en México, con 12 mil 560 millones de pesos (mdp).

Otra opción tradicional es la banca comercial. Las instituciones con más cartera contratada con gobiernos estatales y municipales, a marzo de 2019, fueron Banorte, Bancomer, Multiva, Santander y Banamex, según un informe de la Comisión Bancaria y de Valores. Aunque cabe destacar que el financiamiento para estados y municipios se ha reducido de 2017 a la fecha. En abril de 2018 había créditos por 348 mil mdp, cuatro por ciento menos que 2017. Para diciembre de 2019 eran 320 mil 135 mdp, y a febrero de 2020 se reportaron 315 mil 913 mdp.

Ante este panorama, el director de la asociación civil IngeniaMX, sugiere buscar nuevos esquemas, como apalancarse en el patrocinio de organizaciones no gubernamentales (ONGs) y generar alianzas con empresas e instituciones que compartan los valores que abandera la obra. “Hay muchas organizaciones interesadas en crear sinergias y patrocinar espacios y equipamiento, bajo esquemas de colaboración”.

EQUIPAMIENTO INTEGRAL

Cuastecomate se ubica en la Costa Alegre de Jalisco, en el municipio de Cihuatlán, y fue reconocido como el primer Pueblo y Playa Incluyente de México en 2018. Aunque existen otras playas adaptadas, como Miramar, en Ciudad Madero, Tamaulipas o Bahía de Kino, en Hermosillo, Sonora, la localidad de Cuastecomate se acondicionó de manera integral. “Fue planeada para la inclusión de personas con discapacidad, con dificultad de movimientos y de la tercera edad”, dice Rocío Lancaster.

El equipamiento incluye sillas de ruedas flotantes, camastros rodantes y otros accesorios que permiten la movilidad en la playa de personas que usan muletas, bastones o andaderas. La infraestructura urbana responde a un plan de ordenamiento controlado que cuenta con una planta de tratamiento de aguas, vialidades adaptadas para el tránsito peatonal y vehicular, pavimento podotáctil y anuncios en braille. “Creamos soluciones de turismo innovadoras, con opciones incluyentes, sustentables e inteligentes, que mejoran la vida de la población”. Esto genera una sinergia porque también hay restaurantes, estacionamientos y un ambiente incluyente para personas con discapacidad.

Otra obra con un esquema de colaboración innovador son las canchas del Complejo Olímpico México 68, en la alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México. Esta adaptación contó con la participación de la empresa Nike y el patrocinio del artista Stéphane Ashpool, de la marca francesa Pigalle, diseñadora de canchas. El material utilizado para la rehabilitación es hule reciclado de llantas, que cuenta con una canalización para la captación de agua pluvial.

“El objetivo es ser creativos y sumar esfuerzos, tener infraestructura sustentable mejor pensada, que no solo se refiere a un tema ecológico sino al diseño y mantenimiento de la infraestructura”, finaliza Rodrigo Luis.