Expediente Abierto

► Gasto Público ♦ Opinión

La construcción de un presupuesto público con perspectiva de género inició en 2003, pero fue hasta 2012 cuando se adicionó al Artículo 20 de la Ley de Planeación, la obligación para que la planeación nacional incluyera la “perspectiva de género”, con el fin de “garantizar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, y promover el adelanto de las mujeres mediante el acceso equitativo a los bienes, recursos y beneficios del desarrollo” (FracciónVII).

Entre 2019 y 2023, el incremento al Anexo 13, Erogaciones para la Igualdad entre Hombres y Mujeres, del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), se ha incrementado considerablemente, con aumentos de 34.92, 60.10, 23.73, 82.47 y 49.04 por ciento cada año, respectivamente, lo que podría ser una buena noticia, sin embargo, un análisis detenido nos da “otros datos”.

A primera vista, es Gobernación el primer ramo que parece tener un incremento considerable de presupuesto: de los 324 millones 906 mil 141 pesos pasará a ejercer mil 138 millones 657 mil 952 pesos, es decir, 250 por ciento más. Sin embargo, cabe observar que en el proyecto de presupuesto se incluyeron en este sector los programas de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF) y de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus hijas e hijos, que estaban asignados al de Bienestar.

Otro de los Ramos más beneficiados en el Anexo 13 es el 15, Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, que pasará de ejercer dos mil 676 millones189 mil 103 pesos en este año, a ocho mil 752 millones 858 mil 536 pesos para 2023, es decir, ¡227 por ciento más!

Dentro del Ramo 15, Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, es el Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) (S273) el que tendrá el incremento más alto: de 29 millones 632 mil 618 pesos que ejerce en este 2022, dispondrá, en 2023, de seis mil 350 millones 699 mil 250 pesos.

Uno esperaría que el incremento presupuestal vaya dirigido a sostener la recuperación y atención de espacios públicos y la creación de zonas seguras para las mujeres, especialmente. Habrá que averiguarlo.

Para el ejercicio fiscal de 2023, el presupuesto para la igualdad entre hombres y mujeres se reduce considerablemente con respecto al incremento porcentual que tuvo entre 2021 y 2022 (82.47 por ciento), pues plantea un incremento para 2023 de 48 por ciento. Sin embargo, el problema no está ahí. El tema es que el Anexo 13, Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, está siendo utilizado para filtrar los apoyos directos a las personas.

En México, en la mayoría de los Presupuestos de Egresos de los diversos órdenes de gobierno, el presupuesto público con perspectiva de género es una falacia en la política pública: se pretende como un conjunto de recursos para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres, pero su asignación, ejercicio y evaluación dista mucho de ser lógica y congruente con ese objetivo.

En México, aún hay que trabajar mucho para consolidar un presupuesto público con perspectiva de género que impacte realmente en la consecución de igualdad y, más aún, en la necesaria igualdad sustantiva para las mujeres. Ojalá no se pervierta ésta por lo electoral.

*Analista político, asesor y consultor en política y políticas públicas.