Un paso adelante contra la delincuencia

por | Sep 1, 2012 | 3ER Aniversario, Seguridad Pública, Septiembre 2012 | 0 Comentarios

Patrulla NogalesNogales fue ubicada en 2010 entre las ciudades fronterizas más peligrosas del país, junto con Ciudad Juárez, Chihuahua; Tijuana, Baja
California, y Reynosa, Tamaulipas. Por su alta peligrosidad, incluso el gobierno de Estados Unidos recomendó a sus ciudadanos no visitar el lugar.

Dos años después, es considerado como uno de los municipios con menor índice delictivo en Sonora y posiblemente en todo el país.

Numeralia NogalesEn 2011, Sonora fue el único estado de la frontera norte en mantener color verde en el Semáforo Delictivo Nacional, instrumento que se aplica junto con el Gobierno Federal en todo el país para medir los niveles delictivos.

Nogales, a su vez, fue e l ú nico ayuntamiento de la entidad que tuvo el Semáforo en verde, al disminuir hasta en 60 por ciento el índice de homicidios dolosos con respecto a 2010. Dicho por el titular de la policía municipal, Fernando Lugo Durón: “el Semáforo Delictivo es incómodo, pero nos permitió reducir radicalmente la delincuencia y entregar cuentas claras a la comunidad”.

El municipio trabajó con el gobierno estatal de Guillermo Padrés Elías, a través de un programa municipal llamado Cruzada por la Seguridad, que lleva más de cinco años en operación. Gracias a esto, y al esfuerzo local, Nogales logró mitigar las balaceras en sus calles con programas sociales y no con más violencia.

Por estas acciones, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reconoció al ayuntamiento como “un ejemplo a nivel internacional en materia de prevención y seguridad”. Dicha institución evaluó y reconoció el trabajo desarrollado por los tres niveles de gobierno —municipal, estatal y Federal— en materia de prevención de la delincuencia en zonas urbano marginadas.

Policía NogalesDe acuerdo con un informe del BID sobre la visita que realizaron sus funcionarios a Nogales en abril de 2012, junto con representantes de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), el municipio destaca por las obras en infraestructura social que se han edificado —centros de desarrollo comunitario, el Club de Niños y Niñas, etcétera—, así como las acciones de medición y diagnóstico de las políticas de prevención del delito y la participación directa del alcalde.

“Se recomienda sistematizar esta experiencia como una buena práctica que pueda ser difundida y replicada en todo México y en la región de América Latina y el Caribe”, se enfatiza en el documento.

 

Sin tregua

Nogales, un municipio de 340 mil habitantes, padece los males y delitos de una ciudad fronteriza, como son el tráfico de drogas y de personas a Estados Unidos, entre otros. Tal es el caso de Ciudad Juárez, su vecino en Chihuahua que también sufre de pobreza, entre otras causas, por el crecimiento descontrolado de su población.

En colaboración con la Sedesol y el BID, se delimitaron polígonos de pobreza que ayudaron a detectar las zonas de riesgo.

El programa preventivo de delitos incluye dos estrategias: una tiene que ver con atender la infraestructura en zonas marginadas; la otra parte se enfoca en las actividades de trabajo social en centros comunitarios, donde se imparten cursos y talleres a madres e hijos. Bajo este esquema, en menos de un año Nogales logró disminuir drásticamente los casos de homicidios dolosos, al pasar de 260 en 2010 a 77 en 2011. En lo que va de 2012 se han contado 24 siniestros.

“Impresionó mucho a la misión del BID los resultados de los proyectos de Prevención de Violencia y Delito del municipio de Nogales. De partida, la tasa de homicidio se ha reducido en dos tercios en tres años, lo que ya en sí constituye un récord a nivel regional.

“Esta reducción, en uno de los indicadores más críticos delictivos es producto de diversas estrategias implementadas por el municipio de Nogales en términos integrales”, destaca al respecto el informe del BID.

Como parte de las investigaciones, las autoridades municipales también detectaron que las zonas de riesgo y criminalidad en el ayuntamiento no sólo se relacionaban con condiciones de Nogalespobreza. Se ubicó, por ejemplo, que muchos de los delitos procedían de fraccionamientos en donde 75 por ciento de los habitantes son madres solteras.

La razón de dicho comportamiento criminal se explica porque en Nogales, como en Ciudad Juárez, gran parte de su población flotante son mujeres, amas de casa que tienen que trabajar más de 10 horas al día en una de las 115 maquiladoras asentadas en la región, y que no siempre tienen el tiempo suficiente para atender a sus hijos como ellas quisieran.

De acuerdo con informes del ayuntamiento, otro aspecto está relacionado con crímenes en los cuales están implicados migrantes indocumentados. Sólo en 2010, la ciudad llegó a recibir hasta mil deportados diarios, que llegaban a través de la Garita Margarita, en pleno Centro Histórico del municipio.

De esa población flotante, 50 por ciento regresa a sus estados y países de origen, según cada caso, pero el resto se queda en la frontera para intentar pasar “la línea” nuevamente o trabajar en la zona.

Además, Nogales enfrenta el hecho de que la migración también ya esta involucrada en el tema del crimen organizado. “Se dieron cuenta (los delincuentes) que si traficaban con droga y los detenían, perdían el producto, pero con los indocumentados no pasa lo mismo, ellos no pierden porque recuperan la mercancía”, informa el municipio.

Un indocumentado, explican las autoridades, se ha convertido en una codiciada mercancía para las bandas delictivas. Todo esto sin contar con la presencia de la pandilla Mara Salvatrucha en la región, y migrantes centroamericanos que huyen de la ley en sus respectivos países.

El reclamo del ayuntamiento a las autoridades federales es que el tema de los indocumentados ya no sea considerado sólo como un asunto de derechos humanos, sino también como de seguridad.

El negocio ilegal de los migrantes indocumentados en la frontera deja cuantiosas ganancias, dado que por cada persona, los traficantes o polleros, cobran 3 mil dólares por tres intentos de pasar a Estados Unidos.

José Ángel Hernández

Mando único

Nogales es también el primer municipio de Sonora en aplicar un esquema policial de mando único en coordinación con el gobierno del estado. Es un esquema que se aplica en el municipio de facto y por buena voluntad, porque no existe todavía una ley ni estatal ni federal que ampare la creación del mando único policial.

Niños JugandoLa coordinación entre policías municipales y estatales en Nogales generó operativos en conjunto y confianza con la policía federal y con el propio Ejército, lo cual se tradujo en más detenciones. Este esquema permitió, primero, que las distintas corporaciones llegaran al lugar de los hechos con minutos de diferencia, y también que los delitos fueran, administrativamente, considerados en Nogales y no en Hermosillo.

“En el papel, los delitos ocurrían en Hermosillo, aunque fueran de Nogales, y por tanto ellos reciben 92 millones de pesos (mdp) de presupuesto en seguridad y nosotros solamente 10 millones”, explica el alcalde de Nogales, José Ángel Hernández.

El municipio también trabajó en el perfil de la policía local, de tal forma que hubiera un mayor acercamiento y comunicación con la población: con los líderes de las colonias, con las madres de jóvenes conflictivos, con lo cual empieza a haber más confianza hacia la corporación. Así mismo, se elaboraron los llamados “mapas de temor” —porque después de las balaceras que se registraron en 2010, el miedo todavía existe en la ciudadanía— para ubicar las zonas de mayor riesgo y atender el problema.

El reto de Nogales ahora es mantener los bajos niveles de violencia en la entidad, y para eso, indican las autoridades, se trabaja en mantener los servicios materiales en las zonas de mayor marginación con el objetivo de lograr 100 por ciento en la cobertura de éstos y abatir los índices de pobreza.

El otro objetivo es lograr que cualquier niño o niña, sin importar de qué colonia sea, tenga un centro comunitario o parque, en una distancia de al menos 500 metros, donde se encuentre un tutor de clases de arte y cultura o un promotor deportivo, y atender a los jóvenes en situación de vulnerabilidad frente a la delincuencia.

Evaluación SeguridadApuesta por lo local

Un factor importante a considerar en Nogales, dice Miguel Sarre, investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), es la confianza de la ciudadanía en las autoridades. “Si hay confianza en las autoridades y si éstas tienen buenos mecanismos de control interno en su personal, puede existir un impacto favorable”, asegura.

Sobre la adopción del mando único, explica que tratándose de una comunidad pequeña, ayudaría a que “por lo menos la autoridad no contribuya al delito”, como ha ocurrido en distintos casos.

GraduaciónEn el tema social, el especialista considera que si bien son importantes las acciones en la materia, no son la única solución al conflicto de inseguridad para una localidad. “Eso supondría que todos los que delinquen lo hacen por un problema social, por una condición poco adecuada, supondría que no hay delincuencia de cuello blanco, por ejemplo. También, que sólo los pobres delinquen, y pensar eso es muy peligroso”, destaca.

Pero más allá de las debilidades y fortalezas de los programas de prevención del delito, el modelo de Nogales, expone Sarre, demuestra que el problema de inseguridad en el país se resolverá empezando por los municipios. “Y de ahí a los estados y luego a lo federal, esa es la vía principal, la táctica es de abajo hacia arriba, no al revés, como se está haciendo ahora”, indica.

“Todo el discurso federal es centralista, las decisiones en seguridad pública se toman en la Ciudad de México, ahí hay un centralismo, una supremacía de la fuerza federal sobre las locales, lo cual no debería ser así porque son competencias distintas”, agrega.

En cuanto a la seguridad no se ha tocado fondo en México, reflexiona el académico, “porque hay un elemento faltante importantísimo, y es la convicción de las autoridades federales de que este problema sólo se puede combatir bajo el Estado de derecho. Mientras no tengan esa convicción y vean que el debido proceso es un obstáculo para la seguridad, no tocaremos fondo”.

Juan Manuel Badillo

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