Twitter y Facebook: comunicación política libre y veloz

por | Mar 1, 2010 | Marzo Abril 2010, Tips de Gestión | 0 Comentarios

Siempre presente faceLa convocatoria que se generó en Facebook para el voto en blanco; la de Twitter para la eliminación del impuesto a los servicios de acceso a Internet y el anuncio del presidente de Grupo Televisa, Emilio Azcárraga, por este medio, sobre el lanzamiento de su nuevo canal de noticias, son una muestra clara de cómo las redes sociales se han convertido en la punta de lanza de movimientos de impacto nacional, estatal y municipal.

La democracia y los gobiernos no están exentos de esta tendencia de comunicación y difusión, prueba de ello fue la estrategia de campaña del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y los procesos electorales del año pasado en México.

Sin embargo, Internet y las redes sociales son mucho más que un nuevo espacio no regulado para difundir las campañas electorales, es el repositorio de la memoria colectiva, de comunicación uno a uno entre las personas, organizaciones, empresas, gobiernos y políticos, en cualquier lugar y momento.

“La red social es el grupo de personas que nos apoyan en el desarrollo de una nueva vida, van más allá de la familia, son los amigos y sus relaciones”, comenta León David Pérez, sociólogo y ex titular de la Coordinación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Es un sistema abierto y en construcción permanente que involucra a conjuntos de personas que se identifican con las mismas necesidades y problemáticas, y que se organizan para potenciar sus recursos. Al integrarse a Internet, estas comunidades desencadenan su potencial de manera masiva porque se eliminan las barreras de tiempo y espacio, y se integran todas las capacidades de comunicación del ciberespacio, expone el especialista.

Por ejemplo, Facebook —una de las redes más populares y grandes a nivel mundial—, actualmente está integrada por cerca de 350 millones de miembros activos, lo que representa más de tres veces la población del país. En México, aunque Internet es un recurso limitado —de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cerca de 27.2 por ciento de los mexicanos usan la Web—, las redes sociales presentan tasas de crecimiento aceleradas.

El segundo estudio anual Consumo de los Medios Digitales en México, de la Asociación de Agencias de Publicidad Interactiva (IAB México) y la consultora Millward Brown, que fue presentado en 2009, detalla que durante 2008 cerca de 51 por ciento de los encuestados se habían integrado a una red social, y un año después eran ya 70 por ciento de los cibernautas, principalmente en los servicios de Hi5, Facebook y MySpace. En el caso de Twitter, la firma de publicidad interactiva Harrymedia calcula que cerca de medio millón de mexicanos ya tienen este servicio.

La proyección indica que estos sistemas seguirán creciendo debido al incremento que se estima tendrá el acceso a Internet en los próximos años, así como la oferta de nuevas redes.

IMPACTO EN POLÍTICA

Y para twittearSin bien las redes sociales tienen una penetración pequeña respecto al tamaño de la población nacional, éstas han comenzado a ser un espacio de presión para la toma de decisiones dentro del país. Así lo fue la campaña del voto en blanco en el pasado proceso electoral, que desató un debate sobre la falta de propuestas políticas cercanas a los ciudadanos.

Otro caso fue el movimiento contra el impuesto del 3 por ciento a los servicios de conexión, denominado Internet Necesario. Éste se gestó en Twitter y se concretó con la audiencia que tuvieron representantes de dicho movimiento con senadores, lo que finalmente ayudó a exentar el servicio del nuevo gravamen propuesto por la Secretaría de Hacienda.

El doctor Jacob Bañuelos, director académico del Centro de Innovación Multimedia del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus Ciudad México, menciona al respecto que en general las redes sociales no han sido analizadas por los políticos en toda su capacidad, más allá de las campañas electorales.

De acuerdo con la investigación realizada por este Centro entre mayo y principios de julio del año pasado, el principal uso que los aspirantes a puestos de elección popular le dieron a las redes sociales, fue la difusión de sus campañas políticas.

YouTube, describe el reporte, fue la plataforma preferida, en la que se replicó el modelo de comunicación vertical que existe en la televisión y la radio, sin importar la participación ciudadana. En lo que respecta a Facebook, Hi5 y MySpace, éstos fueron espacios subutilizados, al igual que los blogs de los candidatos, en los cuales tampoco se impulsó la participación de las personas y el debate.

Luis García, asesor de estrategias con base en las Tecnologías de la Información y Comunicaciones, advierte por su parteque la falta de un adecuado aprovechamiento de las redes sociales se debe a que aún no se termina de entender lo que son, su utilización y potencial de desarrollo.

Bañuelos destaca que su relevancia en la parte política está en su aprovechamiento real del ejercicio democrático, al permitir una participación ciudadana y un debate político más cercano y real. Para los gobiernos, las redes permiten incluir a las personas en la toma de decisiones y contribuyen a tener un mejor balance entre gobiernos, poderes fácticos, políticos y candidatos. Son medios cercanos a los ciudadanos, más abiertos y que no dependen de una sola empresa.

SÍ SE PUEDE

CiberUn ejemplo para el aprovechamiento de las redes es el caso de Francisco Javier Castellón, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado, quien desde hace más de dos años abrió su perfil en Facebook, hace un año en Twitter y recientemente inició la trasmisión en tiempo real de temas coyunturales a debate en la Cámara Alta.

“Facebook es el espacio que me ha permitido estar en contacto con los temas de interés de mi estado, Nayarit, un espacio para conectarme con la problemática local, donde también se ha integrado en la discusión el gobernador; mientras que Twitter es el espacio para la discusión de los temas nacionales, donde las personas aportan sus puntos de vista, los especialistas sus investigaciones, todo ello para enriquecer el debate sobre los temas de ciencia y tecnología”, explica.

Castellón agrega que si bien hoy la experiencia es positiva y enriquecedora, el arranque fue difícil debido al nivel de descrédito que tienen los legisladores. “La primera reacción de las personas es de incredulidad, la segunda es de críticas de todo tipo, en especial las de descrédito, pero en la medida que avanza la discusión y las personas confirman que es un espacio auténtico y que realmente yo estoy respondiendo, el nivel de la comunicación es positiva y la colaboración se enriquece”, asegura.

Las faltas de respeto y las críticas destructivas son las primeras reacciones que se generan en una sociedad que no ha tenido por mucho tiempo los espacios para expresarse; pero una vez que se supera este proceso se genera un espacio auténtico para la discusión, señala, en tanto, el investigador del Tecnológico de Monterrey.

“El reto de los políticos es ser tolerantes con las críticas y no responder a los insultos, sino ofrecer propuestas para lograr dar el paso hacia la verdadera participación”, indica el senador.

SIN VUELTA ATRÁS

Una vez que los presidentes municipales, gobernadores y cualquier político deciden entrar a las redes sociales, deben tomar en cuenta aspectos importantes, como por ejemplo el hecho de que todo lo que hagan y digan en Internet es permanente y se queda en la memoria colectiva del ciberespacio, establece Bañuelos.

Las propuestas que presenten deben ser coherentes para lo que decidan hacer en su vida política, porque lo que se hace y se dice en Internet es para siempre. Deben ser espacios que permitan la comunicación, fomenten la discusión y sobre todo sean tolerantes a las críticas.

“Si las personas ubican que hay un equipo de comunicación detrás de la página y los comentarios son restringidos, se pierde la confianza de las personas y dejan de interesarse en él”, asegura Francisco Javier Castellón.

También deben ser espacios dinámicos y continuos, no como los que se generaron en las campañas electorales, que desaparecieron o se quedaron sin actualizar después de las elecciones, menciona por su parte el investigador del Tecnológico de Monterrey.

Luis García precisa que si bien las personas han encontrado en las redes sociales un sitio para la discusión y la propuesta de una democracia, éstos representan todavía a una pequeña parte de la población, por lo que se requiere la construcción de nuevos espacios no tecnológicos para poder escuchar a las personas fuera de la Red.

Rosa Hernández Vidal

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