Querétaro, éxito en producción de biogás
UN BIODIGESTOR PARA EL TRATAMIENTO DE RESIDUOS DEL RASTRO MUNICIPAL
ES LA PUNTA DE LANZA PARA LA GENERACIÓN DE ELECTRICIDAD EN EL MUNICIPIO
FOTO: CORTESÍA ALCALDES DE MÉXICO
Luis Bernardo Nava Guerrero
Presidente Municipal de Querétaro, Querétaro
►Por Viviana Estrella
FOTOS: CORTESÍA DEL MUNICIPIO DE QUERÉTARO
Los residuos orgánicos de manejo especial del Rastro Municipal de Querétaro se han convertido en una fuente de producción de biogás, que conlleva el aprovechamiento de desechos, control de contaminantes y ahorros en combustible.
Desde 2013, se implementó un biodigestor anaerobio que permite procesar los desechos para que la carga orgánica propicie la generación de biogás.
La implementación del biodigestor se llevó a cabo con capacidad propia de la administración municipal, y para su funcionamiento recibe los despojos no aptos para consumo humano: vísceras, sangre y excretas, producto del sacrificio de animales de abasto, así como de las aguas residuales generadas del proceso productivo y lavado de las salas de sacrificio, expone el alcalde de Querétaro, Luis Bernardo Nava Guerrero.
“Esto evita el uso de combustibles fósiles, como el diésel, así como la emisión de gases de efecto invernadero, como el metano, y malos olores; además de controlar insectos y microorganismos capaces de generar enfermedades, impide la contaminación de mantos acuíferos”, menciona.
Esta tecnología ya tiene antecedente de utilizarse en rastros particulares y en unidades de producción pecuaria, indica el Presidente Municipal, al referir que no se tiene conocimiento de que se utilice en otros rastros municipales.
“Procuramos un manejo adecuado de la materia orgánica, que es conocido como biogás. (…) Ahora le damos un valor como materia prima para la producción del combustible biodigestor en el Rastro Municipal de Querétaro. Esto evita el uso de combustibles fósiles, como el diésel, así como la emisión de gases de efecto invernadero, como el metano, y malos olores; además de controlar insectos y microorganismos capaces de generar enfermedades, impide la contaminación de mantos acuíferos.”
Cada día se tratan seis toneladas de residuos y 250 metros cúbicos de agua residual. Diariamente se extraen entre 850 y mil 200 metros cúbicos de biogás. El biodigestor tiene una capacidad instalada de cinco mil 832 metros cúbicos; la capacidad instalada para almacenamiento de biogás es de cinco mil 250 metros cúbicos.
▀ EL BIODIGESTOR CUENTA CON DISTINTAS VENTAJAS OPERATIVAS, ENTRE LAS QUE SE ENCUENTRAN: BAJOS COSTOS DE MANTENIMIENTO, POSEE DOS EQUIPOS ELECTROMECÁNICOS, TODOS SUS MATERIALES Y REFACCIONES SON REEMPLAZABLES
▀ EL RASTRO DE QUERÉTARO REPORTA EXCEDENTES DE GAS GENERADO POR EL BIODIGESTOR, POR LO QUE SE INVIRTIÓ EN UNA PLANTA DE GENERACIÓN DE LUZ PARA CÁMARAS DE REFRIGERACIÓN
Cada día se procesan 6 toneladas de residuos orgánicos y se tratan 250 m³ de aguas residuales para extraer 850 a 1,200 m³ de biogás
El biodigestor tiene una capacidad instalada de 5,832 m³
Nava precisó que, mediante el uso del biogás, cada día se producen 25 mil 472 megajoules (MJ) de energía calorífica —con una caldera adaptada para este combustible—, lo que representa una producción anual de 180 mil metros cúbicos; el potencial eléctrico equivale a siete mil 76 kilowatts hora (kWh), lo que permitiría abastecer a 530 casas con un consumo promedio de 12 mil 640 kWh.
Durante la actual administración, se han invertido 4.3 millones de pesos (mdp) en la renovación de la caldera, que funciona con base en biogás, y en la adquisición de un motogenerador, también con base en biogás, lo que ha permitido optimizar el rendimiento de este combustible.
El gas extraído se emplea para el suministro de vapor dentro de las líneas de producción del rastro municipal para la obtención de carne. Con lo cual se sustituye el consumo de diésel en la caldera; el vapor se utiliza en la esterilización de equipos, superficies y herramientas de corte en contacto con la carne y en el escaldado de los cerdos.
A través del motogenerador (adaptado a biogás para producir desde 109 hasta 127 kilowatts [kW]), se tiene la finalidad de reducir el consumo eléctrico; la energía eléctrica producida será para autoconsumo en las cámaras frías del establecimiento.
“Ya está proyectado potenciar su uso para la generación de energía eléctrica, aunado al ahorro por consumos de diésel. También se tiene previsto el manejo de lodos, conocidos como biosólidos, para evaluar su uso como mejoradores de suelo”, destaca el Presidente Municipal de la capital queretana.
Por ello, en un corto plazo se tiene el reto de emplear los excedentes de biogás para la generación de energía eléctrica en más procesos productivos del rastro y traducirlos en menos costos de operación.
Al sustituir el diésel por el biogás, en los últimos tres años se ha generado un ahorro de 1 millón 300 mil pesos anuales, en promedio; en el avance de 2021, el monto de ahorro es de 716 mil 178 pesos.
Este sistema ha sido reconocido por el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (Inafed), que pertenece a la Secretaría de Gobernación (Segob); así como por organizaciones internacionales, como la Asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente (ATEGRUS), organismo ante el cual se ha obtenido la distinción de la Escoba de Plata, en los últimos siete años consecutivos; en 2014 fue reconocido el municipio específicamente por este biodigestor.
Beneficios colaterales
El director del Rastro Municipal de Querétaro, Humberto Servín, reconoce que, por medio de la disposición adecuada de los residuos, se ataca una importante problemática que se presenta en los rastros: la disposición de los residuos, que contienen una carga biológica y que al estar a la intemperie pueden significar un foco de infecciones y causar problemas de salud pública.
“Es un contenedor que está forrado con geomembrana por la parte de abajo para que, dentro de los beneficios ambientales, no haya una contaminación de subsuelos ni de mantos acuíferos, y por encima está cerrado herméticamente para poder capturar los gases”, destaca.
El biodigestor opera a partir de un reactor biológico que permite disponer de todos los desechos del rastro que se generan en las líneas de proceso; al ingresar al reactor se procesan mediante bacterias anaerobias, y al destruirse los desperdicios se produce biogás, reitera el directivo.
Hoy en día, el gas se utiliza en la generación de vapor en una caldera, cuya producción permite trabajar alrededor de 17 mil cabezas de ganado mensuales dentro del rastro. La administración municipal estima que al año se genera un ahorro de 65 mil litros de diésel.
Retos y potencial energético
Por ahora, indica Servín, se cuenta con suficiente gas, e incluso se reportan excedentes del energético, por lo que la administración municipal invirtió, recientemente, en una planta de generación de luz. Por tanto, el siguiente paso es generar energía para las cámaras de refrigeración y alimentarlas por medio del mismo combustible.
Este sistema de procesamiento de residuos y generación de energía aún tiene oportunidades para incrementar su aprovechamiento, debido a que también es posible incorporar materia sólida, lo que incluso incrementaría su productividad.
El reto más cercano, afirma el Director del rastro municipal, es el de generar la energía eléctrica para utilizarla en las cámaras de refrigeración. El equipo para esta tarea ya se adquirió y está en curso su implementación, previendo que sea dentro de seis a ocho meses cuando haya resultados más claros respecto a su alcance.
El rastro cuenta con 21 cámaras de refrigeración, pero se prevé que en una primera etapa sea factible alimentar a nueve cámaras.
El recinto reporta un aumento anual de 5 a 7 por ciento en el nivel de matanza, cifras que están ligadas con el crecimiento de la población en la ciudad; por lo que estos avances dan cuenta del potencial para que incremente el volumen de las materias que son procedas y, en consecuencia, la producción de biogás.
Ahora, el biodigestor tiene capacidad para recibir los residuos actuales, sin embargo, en los próximos años sería viable realizar un estudio para identificar las posibilidades de extensión.
Humberto Servín estimó que, actualmente, tiene capacidad para dar soporte los próximos tres años, de acuerdo con el crecimiento de matanza que presenta. La vida útil del biodigestor dependerá del manejo que reciba, aunque se estima que pueda ser de, aproximadamente, 30 años.