Expediente Abierto

►Economía Circular

Alcaldías, actores estratégicos de la ley de economía circular

 

Con esta nueva ley se establecen tres instrumentos de política pública para transitar hacia este modelo de desarrollo sostenible en la capital mexicana

 

►Por Martha Palma Montes
FOTO: DREAMSTIME

En febrero pasado, el Congreso de la Ciudad de México aprobó la nueva Ley de Economía Circular, la cual plantea, de manera integral, la transición hacia un modelo económico circular y sostenible, al ir más allá de la gestión de residuos y establecer las bases para la construcción de alternativas económicas, a través de aspectos como el impulso de modelos de negocio basados en el encadenamiento productivo y el fomento a negocios de venta de servicios y no solo de productos.

El objetivo de la ley es procurar el crecimiento económico y la generación de empleos, pero bajo esquemas de sustentabilidad, con base en el Programa Ambiental y de Cambio Climático 2019-2024 del gobierno capitalino.

Asimismo, contempla estrategias para evitar que materiales y productos se conviertan en residuos y, al mismo tiempo, ofrecer nuevas alternativas de negocio, fomentando la simbiosis industrial y la creación de empresas dedicadas al retorno de la materia prima.

“Lo que plantea la economía circular es aprovechar los recursos que ya están en circulación en las cadenas económicas para no incrementar la demanda de extracción de materias vírgenes y, al mismo tiempo, disminuir el potencial de contaminación que se tiene”, explica Valder Vladimir Pliego del Ángel, asesor de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema).

INSTRUMENTOS

La Ley de Economía Circular de la Ciudad de México establece tres instrumentos de política pública para transitar hacia este nuevo modelo de desarrollo: Evaluación de Circularidad, Distintivo de Circularidad y el Programa de Economía Circular de la Ciudad de México.

La Evaluación de Circularidad es el procedimiento a través del cual las empresas interesadas, de manera voluntaria, pueden someter a evaluación los procesos, productos y servicios que desarrollan, distribuyen o comercializan en la Ciudad de México, a fin de conocer el grado de cumplimiento en relación con los Criterios de Circularidad.

Atendiendo el grado de cumplimiento de estos criterios, las empresas interesadas podrán ser candidatas a utilizar el distintivo de circularidad y/u obtener alguno de los incentivos establecidos en la normatividad aplicable.

“Estamos próximos a emitir los Criterios de Circularidad, que abordarán aspectos como la adquisición de insumos locales, productos rurales sustentables, el nivel de materiales reciclados, generación de empleos verdes y movilidad baja en emisiones. De tal manera que la gente pueda tomar una decisión informada en términos de consumo responsable y tener un etiquetado para este distintivo”, comenta Pliego del Ángel.

La ley señala que el Distintivo de Circularidad podrá colocarse de manera visible en los procesos, productos y servicios evaluados, previa autorización de la autoridad correspondiente.

Contendrá el número de registro otorgado y la información que permita conocer el nivel de cumplimiento; su vigencia será de tres años, con posibilidad de renovarse. Finalmente, el tercer instrumento es el Programa de Economía Circular de la Ciudad de México, que integra, coordina e impulsa políticas públicas, programas, proyectos y actividades para transitar hacía una economía circular.

Dicho programa será elaborado de manera conjunta por la Sedema, la Secretaría de Desarrollo Económico, la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo y la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, incorporando las opiniones de otras dependencias en función de sus competencias.

INFORMACIÓN PÚBLICA

Adicionalmente, el Título Cuarto de la Ley menciona que el gobierno de la Ciudad de México, a través de la Sedema y la Secretaría de Desarrollo Económico, implementará el Sistema de Información Pública de Economía Circular, el cual tendrá por objeto registrar, organizar, actualizar y difundir información en la materia. El sistema pondrá a disposición del público general documentos, esquemas, videos y una serie de materiales sobre economía circular y cómo adoptar prácticas de producción y consumo más responsables. También permitirá que empresas y unidades económicas se comuniquen entre sí, con el objetivo de generar alianzas o encadenamientos productivos para aprovechar recursos, residuos y materiales, y que estos no se conviertan en desperdicios.

ATRIBUCIONES DE LAS ALCALDÍAS

Las atribuciones que otorga la Ley de Economía Circular a las Alcaldías de la Ciudad de México son, principalmente, las de promover estrategias para que ciudadanos y empresas adopten este cambio de paradigma.

 

 

 

 

 

 

Martha Vargas.

FOTO: CORTESÍA DE POLEA

“Las alcaldías son actores estratégicos en la implementación de las políticas públicas que propone la ley, además, tienen la oportunidad de socializar los nuevos esquemas económicos y resolver las inquietudes ciudadanas”, refiere Martha Vargas, Coordinadora Legal de Política y Legislación Ambiental (POLEA).

Recuerda que, entre las facultades de los gobiernos municipales y alcaldías, está el crear reglamentos propios contra el cambio climático, y guiar al comercio local hacia la economía circular.