Antesala

Gestión integral de riesgos, la gran responsabilidad

 

La protección civil en el país ha dado pasos importantes en los últimos 30 años, al ser más conscientes, como sociedad, de los fenómenos naturales que representan riesgos latentes para poblaciones grandes y pequeñas, sobre todo, a partir de los sismos de septiembre de 1985, que causaron graves daños en la Ciudad de México.

Sin embargo, los avances aún son pequeños en comparación con los retos que un territorio tan vasto y diverso, como el de México, debe enfrentar, ya sea por desastres y emergencias naturales o provocadas por el ser humano.

Tan solo basta recordar que una herramienta tan útil y necesaria para los encargados de proteger a los ciudadanos, como son los Atlas de Riesgos, solo existe en 20.1 por ciento de los municipios del país. Si bien ese porcentaje abarca a 60 por ciento de la población nacional, los esfuerzos todavía requieren avanzar hacia una mayor eficiencia y equidad, así como integralidad, transversalidad, corresponsabilidad y rendición de cuentas, según recomiendan expertos e investigadores en Gestión Integral de Riesgo de Desastres en México.

En este número nos enfocamos en resaltar la gran responsabilidad que tienen los gobiernos locales en materia de protección civil, poniendo especial atención en la importancia de generar Atlas de Riesgos y su valor en la prevención de desastres. La edición de este mes se complementa con testimonios y experiencias de administraciones municipales en gestión de riesgos, así como un acercamiento a los 32 responsables estatales de Protección Civil y sus acciones más sobresalientes.

Además de garantizar la protección a la población, otra urgencia es el combate al rezago social, pues debemos reconocer que ese fenómeno también pone en riesgo a los ciudadanos, sobre todo aquellos que se encuentran en las zonas más alejadas de los centros urbanos. En ese sentido, abordamos los retos que nuestro país enfrenta para avanzar en la digitalización para mantener una mejor comunicación con las personas, aun cuando se encuentren en las poblaciones más alejadas, además de la oportunidad de desarrollo que este avance representa.

Gestionar los riesgos también tiene que ver con una correcta planeación de la urbanización, en especial cuando se trata de la construcción de viviendas, algo que también se puede aprovechar para el crecimiento económico cuando hay una correcta supervisión y trabajo conjunto entre el sector público y privado. De esta forma, presentamos un reportaje sobre el papel del sector inmobiliario en el desarrollo local, la captación de recursos y la generación de empleos.

Asimismo, no podemos olvidar uno de los sectores que todavía tienen mucho que aportar al país. Y poner el foco de atención en los adultos mayores, sus derechos e integración social para mejorar su calidad de vida es otro de los objetivos de este número, donde analizamos, junto con expertos en la materia, las políticas públicas necesarias para una vejez digna.

En esta edición también exponemos las lecciones que dejó el ejercicio de Revocación de Mandato, las cifras sobre los trámites digitales que se pueden realizar en los ayuntamientos del país, así como un ranking sobre los municipios con más viviendas habitadas y desocupadas. Asimismo, los alcaldes de Coyoacán y de Chihuahua nos comparten sus acciones más sobresalientes en los últimos meses, y otros temas más. Que disfrute este número.

Los editores.