Expediente Abierto
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En la era digital, los funcionarios de gobierno enfrentan un desafío sin precedentes: garantizar la protección de la información sensible y la infraestructura crítica de las instituciones públicas. La ciberseguridad se ha convertido en una responsabilidad compartida que involucra a todos los niveles de la función pública y trasciende a los departamentos de tecnología.
La interconectividad global ha transformado la forma en que los gobiernos operan y ofrecen servicios a la ciudadanía. Desde la gestión de datos personales hasta la toma de decisiones en tiempo real, la tecnología digital se ha convertido en una herramienta indispensable. Sin embargo, esta dependencia también ha generado vulnerabilidades. De acuerdo con datos del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky para América Latina, el país ha experimentado un aumento importante en los ciberataques, muchos de ellos diseñados para robar información sensible o sabotear operaciones gubernamentales. Durante 2024, dependencias del gobierno de México sufrieron ataques cibernéticos que pusieron en riesgo la privacidad de diferentes fuentes de datos. De esta manera, la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, la Lotería Nacional, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de la Defensa Nacional son apenas algunas de las instituciones del Gobierno Federal que sufrieron ciberataques a lo largo de ese año.
Kaspersky pronosticó que un factor clave en esta evolución de ciberataques sería la adopción de la inteligencia artificial (IA) tanto por los atacantes como por las organizaciones.
El ransomware, el robo de datos y los ataques de denegación de servicio (DDoS) son solo algunos ejemplos de amenazas que los gobiernos enfrentan a diario. Estas acciones pueden paralizar sistemas críticos como hospitales o bases de datos financieras, con consecuencias catastróficas.
Uno de los mayores retos radica en la falta de capacitación en ciberseguridad por parte de los funcionarios. Un estudio reciente de la Organización de Estados Americanos (OEA) destacó que, en América Latina, existe una escasez de empleados calificados en este campo.
Para fortalecer la ciberseguridad en la función pública es imperativo implementar programas de formación continua, estos deben incluir desde conceptos básicos hasta estrategias avanzadas de respuesta a incidentes.
En un mundo cada vez más digitalizado, la ciberseguridad no es un lujo, sino una necesidad. Según Kaspersky, en los próximos años, las amenazas cibernéticas se diversificarán y se sofisticarán aún más, con un aumento en los ataques dirigidos a la infraestructura crítica de los países, incluidos sistemas de energía, agua y telecomunicaciones.
Para los funcionarios de gobierno, adoptar prácticas seguras no solo protege a las instituciones, sino que también refuerza la confianza ciudadana en las capacidades del Estado para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
La clave está en reconocer que la seguridad digital es una responsabilidad colectiva. Invertir en capacitación, infraestructura y políticas robustas es el primer paso hacia un futuro más seguro y resiliente, donde los gobiernos puedan liderar con integridad en la era de la información.
*Edgar Vásquez Cruz es maestro en Administración Pública por el INAP y licenciado en Ciencias de la Informática por el Instituto Politécnico Nacional, así como doctorante por la Universidad Anáhuac. Es especialista en tecnologías de la información, telecomunicaciones y seguridad informática en gobierno, áreas en las que tiene una experiencia de 30 años. Sitio web: edgarvasquez.com
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