Cumplimiento normativo, impostergable

Para evitar que se cometan actos de corrupción, es necesario que los gobiernos municipales implementen herramientas que garanticen la integridad de su administración

La finalidad de este tipo de herramientas, como el compliance (cumplimiento normativo), es estipular las normas y reglas que rigen el actuar de las dependencias de gobierno, así como informar sobre el cúmulo de riesgos legales en los que se pueda ver afectada la institución, es decir, existe una responsabilidad sobre las consecuencias del actuar.

Lo que se pretende al momento de adoptar el sistema de integridad pública a nivel gubernamental, explica Martínez Ocampo, es evitar la afectación directa a las personas y sus derechos fundamentales, toda vez que protege a las áreas de gobierno de poner en riesgo las finanzas y evita que se cometan actos de corrupción por falta de integridad y comportamientos no éticos.

El programa de cumplimiento tiene que ir de la mano con el sector público, privado y social, “lo que conlleva esa relación es la cooperación del Estado con el sector empresarial, no podemos concebir en estos tiempos un compliance solo para empresas y sociedad, ahora también debemos pensar en el sector público”, asegura Jorge Martínez Ocampo.

Quienes trabajan en este despacho, afirma, tienen convicción de que el sistema de integridad pública es un candado contra la corrupción, que beneficia a la tranquilidad del órgano gubernamental y abona por el buen desempeño de sus actividades en favor de la sociedad. El hecho de contar con un comité de ética, una unidad de capacitación y difusión, así como la unidad de cumplimiento previene riesgos que, históricamente, han afectado a los diferentes niveles y órganos de gobierno, causando en el ciudadano afectaciones en desarrollo.

IMPLEMENTACIÓN INMEDIATA
“El compliance es una herramienta que está lista para el uso inmediato de los gobiernos municipales en México, la figura no se ve limitada en ningún momento por los estatutos locales. En nuestro despacho, como expertos en la materia, tenemos la obligación de guiar a nuestros colaboradores y capacitarlos para sentar precedentes que ayuden a un mejor desempeño de sus funciones”.

Jorge Martínez Ocampo asegura que abonar con herramientas eficientes a la cultura de la prevención, es algo que debería replicarse en todos los órganos de gobierno. Es necesario, por el bien común, poner en práctica figuras probadas en otros países y que han dado resultados favorables como el compliance, ya que “no se soluciona un problema tan arraigado en una cultura si no buscamos instrumentos de prevención a través de las mejores prácticas globales”, concluye.