Expediente Abierto
► Institutos de Planeación ♦ Opinión
Constantemente, las ciudades enfrentan desafíos que requieren respuestas multidisciplinares para enfrentarlos de una manera más oportuna y eficaz. No obstante, la gran cantidad de temas que suelen ocupar a los gobiernos subnacionales implica que la planeación e implementación de políticas, programas y proyectos termine realizándose de manera fragmentada, es decir, a través de una lógica sectorial en la que cada área atiende el conjunto de funciones de su competencia sin seguir, necesariamente, una visión más amplia e integral de una ciudad.
En los municipios, por ejemplo, las áreas de desarrollo urbano suelen ocuparse de labores administrativas como la expedición de dictámenes técnicos, licencias de construcción, etcétera, mientras que las áreas de obras públicas se enfocan principalmente en asuntos de construcción, y aquellas relacionadas con los servicios públicos tienden a centrarse en tareas específicas, como la recolección de residuos sólidos. Además, la velocidad con la que operan los gobiernos limita su disponibilidad de tiempo para actividades de planeación e investigación que permitan diseñar acciones innovadoras, coordinadas e informadas para avanzar hacia una visión común.
En México, los Institutos Municipales de Planeación (IMPLAN) buscan que la toma de decisiones se realice desde una visión integrada en un municipio o ciudad, mediante la investigación, análisis de datos, mejores prácticas, etcétera. Esos institutos, además de contar con una menor carga administrativa, en teoría gozan de mayor autonomía técnica, financiera y de gestión, lo que puede facilitar la innovación en la gestión urbana y garantizar mayor continuidad de los procesos de planeación más allá de periodos administrativos.
Los IMPLAN, sin embargo, con frecuencia quedan relegados a funciones meramente consultivas, lo que minimiza su influencia en la toma de decisiones. En ese contexto, existen experiencias internacionales que demuestran que fortalecer las instituciones locales de planeación, investigación, experimentación y gestión urbana puede ayudar a promover una visión multidisciplinar que permita a las ciudades impulsar esfuerzos más integrales e innovadores para atender retos como una crisis sanitaria, el cambio climático o la inclusión social.
Por ejemplo, en Medellín, Colombia, la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) se encarga de la gestión, desarrollo, ejecución, asesoría y consultoría de planes, programas y proyectos urbanos e inmobiliarios en la ciudad. Por su parte, en París, Francia, existe la Agencia de Urbanismo de París (APUR, por sus siglas en francés), una asociación pública creada en 1967 por el ayuntamiento para documentar, analizar y desarrollar estrategias integrales que atiendan las dinámicas sociales y urbanas de esa ciudad. Mientras que, en Boston, Estados Unidos, la Oficina de Nueva Mecánica Urbana (MONUM, por sus siglas en inglés) se creó en 2010 al interior de la oficina del alcalde, a fin de liderar iniciativas de investigación, experimentación y diseño de soluciones innovadoras a retos de salud pública, equidad racial, vivienda e infraestructura, entre otros.
En resumen, la naturaleza multisectorial de los retos que enfrentan las ciudades en México implica que los gobiernos subnacionales deban elaborar soluciones multidisciplinares, a partir de una visión urbana transversal, amplia e integral. En ese sentido, las ciudades mexicanas pueden promover la creación y el fortalecimiento de instituciones de planeación y gestión urbana más profesionales, ágiles y dinámicas para diseñar e implementar ideas innovadoras que permitan atender de mejor manera las crisis sanitarias, el cambio climático y la inequidad social, entre otros desafíos.