Expediente Abierto
► Inteligencia Artificial ♦ Reportaje
Impacto de la inteligencia artificial en la administración pública
Automatizar procesos, reducir cargas administrativas y prever escenarios para la toma de decisiones son algunas ventajas de usar tecnologías avanzadas de procesamiento de datos en gobiernos
►Por Redacción Martha Palma Montes
FOTO: ISTOCKPHOTO
La inteligencia artificial (IA) se define como una serie de algoritmos, herramientas de software y hardware, que buscan imitar el comportamiento o el conocimiento humano mediante el entrenamiento de datos.
La IA en México enfrenta desafíos, en comparación con el contexto internacional, debido a la falta de capacitación, formación, desarrollo tecnológico y legislación en la materia.
Si bien la IA es una aliada para agilizar procesos, es necesario realizar estudios y determinar en qué casos puede aplicarse; en la administración pública su uso está orientado a disminuir la burocracia y prestar servicios más eficientes sin incrementar el gasto.
Es importante distinguir entre liberar cargas administrativas y atender sectores como seguridad, salud y educación a través de nuevas tecnologías, considera Víctor Hugo García Benítez, maestro en Políticas Públicas por la Universidad de Guadalajara (UdG).
“Tenemos casos de gobiernos estatales que analizan datos con base en IA para remediar el problema de la deserción escolar, y en materia laboral, habilitan plataformas digitales de formación y capacitación.”
Resalta que la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres de Jalisco utiliza IA para grabar las sesiones con víctimas de violencia, a fin de registrar la información en tiempo real y colocarla en el campo que corresponda, sin interrumpir la conversación con la persona afectada.
“Lo importante es determinar cómo analizar estos datos para resolver un problema aún mayor, por ejemplo, las causas que originan la violencia; ¿qué haremos con esa información para verdaderamente incidir en la sociedad?”
Por su parte, Norberto Eduardo Maldonado Espíritu, Director de Sellcom Solutions, coincide en que no todos los procesos de automatización requieren de IA, basta con hacer un análisis de comportamiento para evitar la interacción humana y reducir los tiempos de respuesta. Asimismo, es posible garantizar la transparencia en los procesos automatizados mediante el blockchain.
“Decidir qué automatizar y en dónde aplicar IA debe considerar los mayores beneficios para la población y que estos, a su vez, sean tangibles. Un tema muy demandado son los programas sociales, ahí la IA puede indicar quién requiere el apoyo y entablar comunicación con los ciudadanos en un lenguaje accesible, con base en la edad de las personas.”
Resalta que, si los gobiernos postergan la automatización de trámites y servicios, también corren el riesgo de perder inversiones de empresas que buscan una atención más eficiente.
“Unificar las bases de datos de los tres órdenes de gobierno es posible con IA; crear un portal único donde el ciudadano pueda acceder a cualquier tipo de información, como registros civiles, de la propiedad y constitución de empresas, gracias a que la IA hace los cruces de datos de forma automática.”
CASOS DE USO
La muestra más recurrente de IA en gobiernos son los chatbots, una herramienta que permite atender solicitudes de información de forma expedita las 24 horas, a través de aplicaciones como WhatsApp.
Anita y Vito son chatbots del municipio de Irapuato, Guanajuato, y Los Cabos, Baja California, respectivamente; cada uno posee una imagen, personalidad y expresiones culturales de la comunidad, y ambos proporcionan información general de trámites y servicios.
La Alianza Nacional de Inteligencia Artificial (ANIA) lleva un registro de casos en la administración pública, entre ellos, la Secretaría de Finanzas y Administración de Baja California Sur, que atiende al contribuyente vía chatbot e implementa reconocimiento facial en los módulos de autentificación y autorización.
El gobierno de Jalisco creó un sistema piloto de referencia para retinopatía diabética, que utiliza imágenes de fondo de retina e IA; el objetivo del sistema es evaluar el mayor número de personas de forma rápida sin la necesidad de un especialista, y realizar un cribado de la población.
La IAG, predice posibles escenarios en áreas comosalud, educación, seguridad y servicios públicos
Mientras que la administración de Yucatán analiza datos históricos y patrones de delincuencia para identificar zonas y horarios de mayor riesgo.
UN PASO MÁS ALLÁ
Actualmente, la inteligencia artificial generativa (IAG) ha cobrado relevancia por ser capaz de crear ideas y contenidos nuevos, como conversaciones, historias, imágenes, videos y música.
Si esta tecnología es aplicada a servicios como el suministro de agua potable, además de arrojar datos sobre su ahorro, consumo y zonas de mayor mantenimiento, también puede calcular cómo una fuga, al no repararse, afectará al resto de las colonias en un determinado tiempo.
“Para beneficiar a la sociedad, la IAG debe construirse en capas, empezando por la cartografía de un estado o municipio, seguido del suministro de agua, luz, catastro y seguridad; por ejemplo, en el robo de vehículos, puede predecir las rutas que tomaría el infractor para evadir su arresto, lo que ahorra recursos en el despliegue de un operativo”, refiere Norberto Maldonado.
La adopción de la IAG en gobiernos inicia al identificar el modelo que responda mejor a la problemática local, desde contextos donde aún se trabaja con lápiz y papel hasta el uso previo de sistemas de datos.
“Lo primero es saber en qué fase estoy, qué es lo que tengo y cómo puedo sacarle provecho; sin importar en qué etapa me encuentre, habrá un modelo del cual puedo sacar ventaja. Tener claro que la IAG involucra estructura en la nube, blockchain, big data, ciberseguridad e Internet de las cosas (IoT)”, comenta Vladimir Mendoza Esquivel, Country Manager de SoftServe en México.
SOLUCIONES EN IA
Diversas empresas ofrecen a los gobiernos soluciones en IA como un servicio SaaS (Software as a Service), el cual no requiere de una inversión inicial, sino que el pago se dosifica con base en los procesos a implementar.
Estas soluciones incluyen la automatización de procesos administrativos, que no presentan cambios durante su ejecución, es decir, son tareas repetitivas.
Además de dispositivos que procesan información, también autentifican datos de las personas y crean avatares. La IAG entra en escena cuando la digitalización de procesos lleva a la toma de decisiones mediante el análisis predictivo de los datos.
“Hoy es posible instalar sensores en las plantas petroleras para su mantenimiento preventivo, los cuales, con base en ciertos parámetros, determinan cuándo hay que hacer cambios y evitar fallas de operación, al mismo tiempo, esta solución es sustentable porque elimina el derrame de petróleo en el mar”, refiere Vladimir Mendoza.
¿EXISTEN RIESGOS?
Respecto a catalogar a la IA como una amenaza para conservar puestos de trabajo, por el contrario, esta abre la oportunidad de realizar otras actividades de mayor impacto social, opina García Benítez. “Debe verse como un complemento en la resolución de problemas siempre que se adapte correctamente a las necesidades de los gobiernos locales y haya un procesamiento de datos”.
Los servidores públicos pueden ser impulsores del cambio y, con base en sus habilidades y competencias, ayudar a automatizar procesos. “La IA no es el enemigo, hay que aceptarla como una herramienta auxiliar que se combina con las capacidades de los trabajadores y, en conjunto, brindan un mejor servicio”, reflexiona Norberto Maldonado.
Aceptar esta tecnología e incorporarla a nuestra vida cotidiana y profesional es un reto motivador y forma parte de la actual etapa evolutiva, concluye Vladimir Mendoza.