Expediente Abierto

►Movilidad ♦ Opinión

El adulto mayor en las ciudades mexicanas se ha convertido en uno de los actores principales de exclusión en las urbes. Se enfrenta a circunstancias adversas de carácter urbano, social, cultural, político y económico, a pesar de ser parte medular en la sociedad. Sus experiencias, vivencias, historias y memorias han conformado estructuras con valores éticos y morales, sin embargo, el medio social, económico y morfológico de las metrópolis ha creado ambientes de segregación en las esferas de convivencia, trascendiendo a servicios como el del trasporte público.

En casos como el de la ciudad de Toluca se presentan complicaciones en materia de movilidad y de accesibilidad en el transporte público; en este sentido, se observaron localidades del municipio con más número de personas de edad avanzada, mayor grado de marginación y personas que cuentan con un apoyo gubernamental (pensión del Bienestar de Adultos Mayores), que se estima en 3 mil 850 pesos bimestrales, de acuerdo con el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) 2022.

Por lo tanto, este grupo poblacional busca alternativas para mejorar su condición socioeconómica. En consecuencia, se ve movilización diaria de varias personas de edad avanzada que viajan al centro de la ciudad para realizar alguna actividad económica informal o que tienen algún empleo semifijo como empacadores en algún centro comercial o alguna actividad en tiendas departamentales.

El transporte público es deficiente, no es ergonómico, y con tarifas que oscilan en autobús de 12 a 15 pesos, dando un promedio mensual de 324 pesos el viaje redondo, aproximadamente; o en taxis colectivos, con tarifas entre 15 y 20 pesos, con un promedio mensual de viajes redondos de, aproximadamente, 420 pesos. Sin embargo, esto depende de las rutas, de la distancia de su localidad, haciendo tiempos promedios de recorridos de ida o vuelta entre 40 y 120 minutos en horas valle y pico.

En este sentido, las personas de edad avanzada que realizan una actividad de comercio deben de mover sus mercancías, lo que dificulta sus movimientos, por el propio peso de la mercancía y por sus dificultades físicas naturales de un adulto mayor.

Por otro lado, los operadores de autobuses carecen, en su mayoría, de empatía, y los apresuran a que suban o bajen de las unidades, ocasionando accidentes constantes. Por lo tanto, algunos adultos mayores ocupan taxi colectivo por seguridad, aunque este tipo de transporte tiende a ser más costoso y poco seguro, ya que las unidades de cinco plazas son ocupadas por seis personas, sin embargo, ergonómicamente son más accesibles; aunado a que las paradas no están establecidas y las existentes se encuentran a largas distancias. En consecuencia, los adultos mayores deben trasladarse a diferentes lugares de la ciudad o caminar largas jornadas para vender su mercancía en diferentes puntos, muchos de ellos en condiciones de ambulantaje, o para llegar a sus lugares de trabajo.

Lo que se pretende con este análisis es que las autoridades de los tres niveles de gobierno fomenten una actualización en la legislación del transporte público en el Estado de México, así como la implementación de una política pública que sea sostenible con la finalidad de mejorar la calidad de vida de la población, principalmente para grupos vulnerables. Esta política pública apoyará en la aprobación de tarifas preferenciales y cambio en el parque vehicular, paradas reguladas, atención y capacitación a operadores, así como el fomento a una participación ciudadana activa.     

*Maestra en Estudios Sustentables Regionales y Metropolitanos (PNCP) y licenciada en Administración y Promoción de la Obra Urbana por la Universidad Autónoma del Estado
de México. Miembro fundador del Centro de Investigación de Estudios Sociales y Sustentables A.C. (CIEES A.C.), miembro de la Red Nacional Metropolitana (RENAMET), de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).