Unificar el lenguaje de la señalética tiene muchas ventajas desde el punto de vista de la seguridad vial, porque agrupa reglas y evita equivocaciones al momento de conducir un vehículo, comenta Daniel Cano, representante de WRI México.
“Por ejemplo, esta norma planteó la posibilidad de poner señales de zona escolar o señales de velocidad, no solamente de manera vertical en letreros, sino también horizontales sobre la calzada, para una mejor visibilidad.”
Otro aspecto innovador en la señalética es el uso de íconos luminosos programados, como la “X” que marca un cierre de carril, avisos preventivos en determinados kilómetros y sensores en semáforos para activar pasos peatonales.
Daniel Cano invita a los presidentes municipales a consultar el manual de la norma, a fin de aplicarla correctamente y asegurar que conductores, peatones y ciclistas hagan un uso adecuado de la vía pública.
ESTRUCTURA Y DISEÑO PARA VÍAS URBANAS
El proyecto de NOM Estructura y diseño para vías urbanas tiene por objetivo establecer los requisitos generales que han de considerarse en el diseño y/o rediseño de las calles urbanas de jurisdicción federal, estatal y municipal para mejorar la movilidad en condiciones de accesibilidad y seguridad vial de las personas usuarias de la vía.
Una vez concluido el periodo de consulta pública del proyecto, la norma será de aplicación obligatoria para todas las calles de diseños nuevos y existentes.
“La redacción de esta NOM parte del hecho de que la actual normatividad de diseño geométrico está enfocada en carreteras y no responde a las necesidades de circulación peatonal y de vehículos urbanos, por tanto, la norma estandariza calles peatonales, infraestructura ciclista para la pacificación del tránsito en calles secundarias, en zonas de valor histórico y para el trazo de arterias y vías de circulación continua. Todo de acuerdo con parámetros de accesibilidad de diseño universal”, comenta Román Meyer.
Es así que el documento incluye el concepto de habitabilidad y las diferentes tipologías de personas que se mueven en las calles, desde discapacitados hasta adultos mayores, mujeres con carriolas y comerciantes, quienes necesitan transitar en baquetas de al menos 1.80 metros de ancho, equipadas con arbolado y guarniciones.
Además de un apartado sobre las características operacionales y geométricas de las vías principales, a fin de limitar la velocidad de circulación a 50 kilómetros por hora.
“También es muy importante marcar cruces peatonales en cada esquina y el sentido de las calles, así como plasmar y hacer respetar la infraestructura ciclista, con base en ciertos requisitos, además de eliminar los puentes antipeatonales, estos que ayudan a los autos a ir más rápido y, en cambio, obligan al peatón a recorrer casi 2.5 veces la longitud para cruzar a otro espacio de la vía”, refiere Luz Yazmin Viramontes Fabela, Directora General del Centro de Estudios de Movilidad Peatonal A.C. (CAMINA), organización partícipe en la redacción de la NOM.
Intervenir banquetas es parte del rediseño de calles urbanas, por tanto, una obra de reencarpetado, ejecutada por cualquier orden de gobierno, debe considerar la banqueta, de lo contario no será procedente, enfatiza Ricardo Antonio Rodríguez Gastélum, Ejecutivo de Proyectos de Movilidad Sustentable y Segura (MAPASIN).
“La norma dice que la banqueta es parte de la calle, no es parte de mi predio, no es un terreno que queda ahí al aire y a ver de quién es; en consecuencia, un funcionario público tiene la obligación de mantenerla en las condiciones necesarias para que yo pueda desplazarme de una forma cómoda y segura.”
Para el correcto cumplimiento de ambas NOM, la Sedatu promueve mecanismos de vigilancia mediante la participación ciudadana, involucrando en el proceso a asociaciones civiles como la Red de Mujeres en Movimiento (Women In Motion) y la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM).