Tips de Gestión

Programa de vivienda social desde los gobiernos locales

¿Cómo pueden las administraciones estatales y municipales brindar a su población los beneficios de la estrategia federal?

   

►Por Martha Palma Montes
FOTOS: CORTESÍA CONAVI

El Programa de Vivienda Social que opera la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) ofrece subsidios de vivienda a la población de bajos ingresos que se encuentra en rezago habitacional o con necesidad de vivienda y sin acceso a recursos o financiamiento suficiente para tener a una casa adecuada.

Considera, especialmente, a grupos en condiciones de vulnerabilidad, como la población indígena, los hogares encabezados por mujeres, adultos mayores o personas con discapacidad.

La población objetivo del programa se actualiza bienalmente, con base en los resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Incluye, además, la atención prioritaria de los 79 municipios que integran el Istmo de Tehuantepec, a fin de impulsar el crecimiento de la economía regional, en coordinación con el Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec.

Como parte del Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui impulsado por el Gobierno Federal, el programa realiza mil 725 acciones de vivienda en los ocho pueblos yaquis, de las cuales, 524 son ampliaciones y mejoramiento y mil 198 construcciones nuevas, con una inversión de 284 millones de pesos.

Los subsidios de este programa se basan en dos esquemas de operación: otorgado directamente a la persona beneficiaria, no asociados a crédito, y subsidio de otra entidad, utilizados para cubrir necesidades de vivienda y atender las condiciones de rezago habitacional de la población prioritaria. Ambos de 100 por ciento por parte de la Comisión.

El segundo es el cofinanciamiento, que implica la combinación de aportaciones de distintas fuentes de recursos para la correcta ejecución de la intervención de vivienda.

Asimismo, hay seis modalidades de aplicación de los subsidios, que son: Adquisición de Vivienda, Autoproducción, Reubicación de Vivienda, Reconstrucción de Vivienda, Mejoramiento Integral Sustentable y Mejoramiento de Unidades Habitacionales.

Para la adquisición de vivienda nueva se otorga un subsidio hasta por un monto máximo de 170 veces el valor de la UMA mensual vigente, en los casos de reparación de daño a víctimas, para la atención de casos vinculados a los proyectos estratégicos de la administración federal y en atención a viviendas en condición de riesgo, determinado así por la autoridad competente, por tanto, en estos casos el subsidio no estará sujeto a puntaje.

Dentro de las estrategias del Programa de Vivienda Social destacan fortalecer los procesos de producción social de vivienda asistida; asegurar la calidad y sustentabilidad de la vivienda para garantizar la habitabilidad, seguridad estructural, accesibilidad y adecuación cultural de la vivienda; y potenciar el uso de recursos y programas de los tres órdenes de gobierno para el máximo aprovechamiento de estos por parte de la población en condiciones más vulnerables.

LA RUTA A SEGUIR
“Hemos generado diversos manuales de vivienda sustentable que sirven a las personas para construir, ampliar o mejorar su casa en clima templado subhúmedo, cálido húmedo, cálido subhúmedo o clima seco- semiseco”, explica Edna Elena Vega Rangel, Directora General de la Conavi.

Las instancias administrativas del Gobierno Federal o las que para ese efecto asignen los gobiernos estatales o municipales, así como los Organismos Estatales de Vivienda (OREVIS), pueden participar aplicando los subsidios en favor de las personas beneficiarias del programa, suscribiendo para tal fin los instrumentos jurídicos correspondientes.

En todos los casos, los gobiernos estatales o municipales deben acreditar que sus respectivas aportaciones cuentan con un soporte programático o presupuestal.

Asimismo, la Conavi recibe solicitudes realizadas directamente por ciudadanos o entidades asociativas civiles, entidades federales, estatales, municipales y entidades ejecutoras durante el transcurso del ejercicio fiscal, que presenten padrones de solicitantes que requieran apoyo para vivienda.

“En las alianzas con municipios se trabaja en generar una corresponsabilidad en los distintos niveles de gobierno, por ejemplo, lo que se ha realizado en Yucatán y Tabasco, y de manera particular en Tijuana”, comenta Edna Vega.

EL RETO
Con base en cálculos de la Conavi, alrededor de 8.5 millones de viviendas se encuentran en condición de rezago habitacional, es decir, que los materiales de techos, muros o pisos son considerados como precarios, que no cuentan con excusado o aquellas cuyos residentes habitan en hacinamiento.

Territorialmente, las entidades en las que se concentra el mayor rezago son Veracruz, Chiapas, Estado de México y Oaxaca, con poco más de 3.2 millones de viviendas en esta condición. Por otro lado, en cuanto al tamaño de la localidad, 55 por ciento del rezago habitacional se concentra en localidades de hasta dos mil 500 habitantes.

Entidades como Chiapas, Guerrero y Oaxaca cuentan con mayor porcentaje de población por debajo de la línea de pobreza por ingresos y también con mayor porcentaje de rezago de vivienda.

Ante esta situación, la Conavi tiene el objetivo de contribuir a garantizar el derecho humano a la vivienda adecuada para los sectores de la población que, por su bajo ingreso, no tienen la posibilidad de hacer efectivo este derecho.