Tips de Gestión

Ruta para crear conciencia ambiental

Los gobiernos locales, en alianza con organizaciones civiles e iniciativa privada, pueden generar espacios y herramientas interactivas para impulsar la agenda de cuidado del medioambiente entre la población

 

►Por Isaías Ocampo
FOTOS: CORTESÍA DE PAPALOTE MUSEO DEL NIÑO

Al hablar del aprovechamiento y gestión de la basura es común encontrar la metodología tradicional de las 5R (reducir, reparar, recuperar, reutilizar y reciclar), una ampliación de las 3R (reducir, reutilizar y reciclar), aunque en algunas ocasiones se incluye una “r” más: rechazar, es decir, aprender a decir “no” al consumo excesivo o hábitos innecesarios.

Si bien estos conceptos se han ido popularizando en los últimos años, la necesidad de promoverlos como prácticas responsables, principalmente entre la infancia, es un asunto vital para el futuro del planeta en el que vivirán las nuevas generaciones.

“El calentamiento global es algo que está afectando cada vez más, por ello es importante que, desde la primera infancia, se entienda que nuestro planeta depende de todos nosotros y que con pequeñas acciones podemos evitar generar más basura y, por ende, disminuir la contaminación”, considera Melissa Reyes Hurtado, Subdirectora de Mercadotecnia de Papalote Museo del Niño.

LAS 5R

La transición de las tradicionales 3R hacia las 5R representó una ampliación y mejora en el enfoque de la gestión de residuos y recursos, sostienen especialistas en manejo ecoeficiente de desechos.

Dentro de esta metodología, reciclar se refiere a que los insumos que ya cumplieron su función o vida útil, se deben regresar a la cadena de producción para convertirse en la materia prima que le dará vida a otro artículo; reducir, por su parte, significa minimizar la generación de residuos y empaques; mientras que reutilizar hace referencia a continuar usando aquellos productos que pueden tener una nueva utilidad antes de descartarlos.

Recuperar, que es uno de los conceptos agregados en los últimos años a la metodología, significa volver a utilizar las piezas de objetos que se tienen pensado desechar, principalmente de aparatos electrónicos o electrodomésticos, así como materiales de calzado o ropa usada; por último, reparar, que es precisamente tratar de alargar la vida de un producto estropeado en lugar de deshacerse de él.

UNA RUTA INTERACTIVA

Para socializar e impulsar la conciencia medioambiental a través de esta meto- dología, el Papalote Museo del Niño creó la exposición Ruta 5Rs, abierta al público desde el pasado mes de julio y que permanecerá en la Ciudad de México durante un año, con el fin de encaminar a niños y adultos por ocho acciones que buscan evitar la acumulación de basura y contaminación.

“Esta ruta pretende también, por medio de Papalote y sus aliados, generar más ruido del que normalmente haríamos, con una exposición temporal y una nueva oferta de museo. Queremos que tenga un gran impacto a través de la serie de talleres a lo largo de la exposición”, detalla Melissa Reyes.

La exhibición se construyó con el 80 por ciento de materiales reciclados, explica Reyes Hurtado, con el apoyo de un colectivo artístico, creadores de una escultura de 5.3 metros, la cual está compuesta en un 90 por ciento por dichos materiales. “Lo que estamos buscando es que sea algo real- mente impactante, y la idea es que los niños se vayan con un mensaje positivo que irán descubriendo a través del juego, sin saber que en ese momento están aprendiendo, y que además puedan replicarlo en sus comunidades, escuelas o en sus casas”.

De acuerdo con Reyes Hurtado, la exposición tiene elementos que cuentan una historia de cambio, desde objetos domésticos, como útiles escolares, autopartes y envases, hasta proyectos comunitarios innovadores.

Entre las experiencias interactivas destacan dos dedicadas a la primera infancia, tituladas Ruta bebé y Centro de acopio para peques. La muestra se realizó con materiales readaptados obtenidos gracias al donativo de museos, empresas y colaboradores de Papalote, así como visitantes del museo, quienes también participaron en la recolección de seis mil botellas de PET.

Algunas de las actividades interactivas son el Chancletófono, una pieza elaborada por el proyecto musical independiente Orquesta Basura, quienes, a partir de materiales readaptados, lograron dicha instalación interactiva para crear sonidos con el uso de chanclas; y Fidencio Sillón, una pieza seleccionada como parte de la colección del Vitra Design Museum en Alemania y posteriormente en Salone del Mobile en Milán. Este sillón es una creación del diseñador mexicano Andrés Lhima, marcada con su estilo figurativo, lúdico y funcional.

EJEMPLO PARA GOBIERNOS

Melissa Reyes refiere que este tipo de exposiciones son susceptibles de replicarse en otras partes del país, para ello considera elemental la alianza entre el sector privado y público, como en este caso, ya que el Museo mantiene contacto con la Alcaldía Miguel Hidalgo para añadir talleres sobre composta y reutilización de materiales, que se imparten en la demarcación.

“Nuestra misión siempre ha sido fortalecer a las infancias mediante del juego, de manera lúdica, y fue a través de la Dirección de Medio Ambiente de la alcaldía, que tuvimos ese acercamiento y presentamos el proyecto. Justamente son esas alianzas que permiten este tipo de iniciativas”, señala.

Reyes Hurtado explica que, al finalizar su temporada en la Ciudad de México, la exposición se trasladará a la sede del Papalote en Cuernavaca, Morelos. “A partir de ahí buscaremos generar este impacto para poder llevarla a otros museos interactivos o lugares que quieran presentarla”.