Expediente Abierto
►Salud Pública ♦ Opinión
La salud es un valor integral y los individuos no podemos decirnos sanos si nuestras emociones, pensamientos o cuerpo físico están debilitados o abiertamente vulnerados.
El bienestar emocional, eventual y pagable por pocas personas anteriormente, está colocado en el centro de las necesidades y derechos de los ciudadanos. Hacer asequibles los servicios de contención emocional a la población es fundamental, pero también lo es romper con estigmas y discriminación.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de mil millones de personas en el mundo padecen algún trastorno mental. Y según la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) —el estudio más reciente—, todas las entidades reprueban en el balance anímico de sus pobladores.
El derecho a la salud mental se ha comprendido en toda su dimensión y, además de estar en el centro de atención ciudadana, ahora está como prioridad en las políticas públicas. La Agenda 2030 de la Organización Panamericana de Salud y la OMS plantea la necesidad de convertir el bienestar emocional en una prioridad de los servicios de salud, así como promover la ayuda necesaria y oportuna.
Los datos del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México revelan un interés creciente por acercarse a herramientas de contención emocional como las ofrecidas de manera gratuita, 24/7, a todo el país, desde la Línea de Seguridad o Chat
de Confianza, 55-5533-5533.
Las atenciones pasaron de un promedio mensual de 583, en 2019, previo a la pandemia, a tres mil 500 este año. El 42 por ciento de los casos es proveniente del interior de la República, principalmente del Estado de México, Jalisco, Puebla, Guanajuato, Veracruz y Nuevo León, aunque se ha extendido a las 32 entidades.
Problemas de pareja, violencia y conflictos familiares, dificultades con el manejo de emociones o crisis emocionales, duelo o desesperanza están entre las principales razones para buscar ayuda.
Los factores de riesgo han sido una realidad, y el aumento en las atenciones indica un creciente interés por recibir atención, por ahora, en mayor medida, de mujeres y jóvenes. Romper con tabúes de vergüenza o temor ayudará a que más personas se acerquen a buscar apoyo.
*Doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, Inglaterra; maestro en Comunicación por la Universidad Iberoamericana y licenciado en Derecho y en Comunicación por la UNAM. Es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.