Expediente Abierto

Desarrollo Urbano

Socializar el desarrollo urbano para crecer

 

Reforzar los lazos con la comunidad es clave para vencer la resistencia de los ciudadanos a las acciones y políticas destinadas al crecimiento de las ciudades

 

►Por Martha Palma Montes
FOTO: DREAMSTIME

Un crecimiento urbano eficiente se logra con una planificación integral que considere la vivienda incluyente, privilegie la movilidad no motorizada, regionalice el territorio para impulsar el desarrollo económico y garantice el acceso a servicios básicos a toda la población.
Sin embargo, la corrupción dentro de la administración pública, la colusión con empresas desarrolladoras y la carencia de protocolos de actuación en zonas determinadas son factores que impiden un crecimiento urbano eficiente.

Además, es necesario contar con un organismo rector, a nivel nacional, que valide o verifique las construcciones particulares, conforme a los usos de suelo, así como el respeto a las zonas forestales, coinciden expertos en desarrollo urbano.
“Verificar cada obra es mucho trabajo, pienso que se requiere que hasta las localidades pequeñas cuenten con un departamento de desarrollo urbano, alguien que se dedique a vigilar y diseñar planes maestros”, asegura Karina Licea, especialista en movilidad y desarrollo urbano para Strategic Access.

La experta sugiere robustecer los Programas Municipales de Desarrollo Urbano y el sistema de verificación para detener el crecimiento de las ciudades en zonas forestales y áreas naturales protegidas. Adicionalmente, imponer multas más severas a quienes incumplan los reglamentos.

Sin embargo, los Programas Municipales de Desarrollo Urbano y la verificación no resolverán el problema de los asentamientos irregulares, y eso se debe a que no existe una oferta real para disponer de una vivienda. Son necesarias la verificación y las sanciones, pero también las reformas estructurales desde los tres órdenes de gobierno para solucionar los problemas de la mayor parte de la población, agrega Gorka Zubicaray, Coordinador de Desarrollo Urbano del Instituto de Recursos Mundiales en México (WRI, por sus siglas en inglés).

“Otro elemento básico es construir comunidad, porque el gobierno no socializa las obras entre la población, y por eso muchas veces los ciudadanos se oponen a éstas. Recordemos que México es un país clasista en la planeación urbana, hay una polarización entre ricos y pobres que no hemos abatido ni dentro ni fuera de las ciudades”, comenta Karina Licea.

Un nuevo modelo de ciudad que garantice su crecimiento eficiente no solo debe considerar la vivienda incluyente, sino también facilitar la movilidad de todos sus habitantes, que sea segura y barata, además de buscar la descentralización de las unidades económicas y generar áreas de empleo en zonas con mayor número de habitantes, añade la especialista.

Asimismo, afirma que fortalecer la economía local contribuye a la descentralización de las ciudades, ya que abastecerse en lugares cercanos hace que las calles sean más seguras, con plantas bajas activas, en contraste con las plazas comerciales.

Respecto a los esfuerzos a nivel federal, considera que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) deben trabajar de manera coordinada para destinar la mayor cantidad de recursos a obras de movilidad, pensando en los traslados en transporte público, bicicleta y a pie, y dejar de privilegiar a los autos particulares.

“Sería de mucha utilidad que la Sedatu conformara un sistema de regiones del país para entender sus características físicas y las posibilidades de especialización, que den paso a una vocación económica. Asimismo, un banco nacional de tierra para adjudicarla a cada estado y frenar así la especulación inmobiliaria y el crecimiento desmedido de las ciudades.”

El pasado mes de abril, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la Estrategia Nacional de Ordenamiento Territorial (ENOT) de la Sedatu, la cual plantea configurar la dimensión espacial del desarrollo del país hacia 2040.

La ENOT impulsa el desarrollo económico, reduciendo las brechas regionales, a partir de una regionalización funcional del territorio, conformada por seis macro regiones y 20 Sistemas Urbano Rurales (SUR).

También plantea políticas y estrategias para el desarrollo sustentable de las regiones del país, en función de sus recursos naturales, sus actividades productivas y el equilibrio entre los asentamientos humanos y su medio; además, identifica los sistemas urbano-rurales y la regionalización para impulsar el desarrollo económico y reducir la desigualdad en las regionales.

CIUDADES CON VISIÓN A FUTURO
Reflexionar, primero, si una ciudad necesita crecer o de qué forma es fundamental para construir una visión a largo plazo, bajo un modelo compacto, conectado, coordinado, sustentable y que reduzca la desigualdad urbana.

A los distintos actores que intervienen en el desarrollo de las ciudades les corresponde trabajar de forma conjunta en esta visión a futuro y diseñar estrategias dentro de un modelo de planeación integral, opina Gorka Zubicaray.

“A nivel local, en los ayuntamientos prevalece la problemática de generar recursos propios para poner en práctica lo que establecen sus planes o Programas Municipales de Desarrollo Urbano. En WRI diseñamos la herramienta Índice de Desigualdad Urbana, que sirve a los municipios para detectar las fallas en el acceso a equipamientos y servicios, con base en el extracto socioeconómico.”

 

 

Gorka Zubicaray.
FOTO: ROSALÍA MORALES

 

 

Y refiere que la densificación de las ciudades es viable para resolver la desigualdad urbana si ésta considera ubicar la vivienda social en zonas bien conectadas, con acceso a servicios básicos e incorpora nuevos espacios públicos.

“También son necesarias nuevas formas de organización y producción de vivienda, porque si las ubicamos en zonas periféricas y lejanas, generamos un consumo excesivo de suelo, pérdida de valor ambiental y de suelo productivo en términos agrícolas. Las cooperativas sociales podrían favorecer el alcanzar una vivienda asequible, si se fortalece su marco normativo”, concluye.