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En cualquier organización el factor humano es indispensable, a pesar del incremento de la automatización, siempre habremos de mantener este recurso. Durante mucho tiempo se habló de la profesionalización del servidor público, sin grandes resultados, y las sociedades han venido cambiando rápidamente.

El mundo se ha vuelto digital, y ante eso, las administraciones y los servidores públicos deben actualizarse a esta nueva hiperconectividad, en la que la velocidad de respuesta juega el papel más importante.

Es por eso que aquí menciono las principales características del nuevo servidor público digital:

El servidor público debe actualizar sus conocimientos, habilidades y competencias digitales. La sociedad exige especialización al realizar trámites y demandar servicios a través de Internet o aplicaciones móviles.

En materia de protección de datos personales, el servidor público trata información de ciudadanos que debe cuidar, por lo que es imperativo que el personal de los gobiernos locales cuente con conocimientos en materia de ciberseguridad y se mantenga actualizado frente al constante surgimiento de nuevas amenazas virtuales.

El tratamiento, análisis e interpretación de datos deberá ser una habilidad importante. Por ejemplo, existe tecnología que se incorpora a las luminarias LED para enviar información sobre el estado del alumbrado público. Gracias a dichas mediciones, las autoridades conocen el estado del poste y de la luminaria, lo cual es fundamental para la toma de decisiones.
Incluir una agenda digital dentro de la administración pública es importante para reducir tiempos de respuesta y en el otorgamiento de servicios.

El funcionario debe desapegarse de la oficina y comenzar con un trabajo remoto y flexible que permita brindar a los ciudadanos servicios desde cualquier lugar y en cualquier horario.

Utilizar la tecnología como herramienta colaborativa que permita un mayor dinamismo y productividad en el servicio público.

Los espacios físicos de las oficinas no deben ser cubículos cerrados, sino centros colaborativos de información y gestión.

Las concentraciones urbanas llegarán a recibir a 8 de cada 10 personas en centros urbanos, por lo que las ciudades inteligentes o smart cities comenzarán a llegar más rápido de lo esperado, por tanto, el empleado público debe estar hiperconectado a su ciudad.

Las tecnologías permitirán una mejor evaluación del impacto y el valor público generado, haciéndose ésta una práctica habitual.
Una administración pública amigable con el medio ambiente podrá lograrse mediante el uso de la tecnología, el ahorro de recursos y el aumento de la productividad.

Los desafíos que presentarán las ciudades en los próximos años serán grandes, pero comenzar a cambiar la mentalidad hacia un ecosistema digital será de gran ayuda para resolver los grandes problemas de los ciudadanos, que atañen a las administraciones públicas.

*Maestro por la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, con estudios en Política Pública por McCourt School of Public Policy, Director Ejecutivo de Goberna Consultores.