Expediente Abierto
►Infraestructura Verde
Arbolado urbano, vital en el espacio público
La presencia de árboles en las ciudades aporta bienestar a la salud mental de la población, además de fortalecer las dinámicas económicas y de cohesión social
►Por Martha Palma Montes
FOTO: DREAMSTIME
El arbolado urbano mejora la calidad del aire, reduce temperaturas al mitigar el efecto de calor y contribuye a un uso menor de energéticos, como el aire acondicionado.
El arbolado en vía pública otorga un efecto sombra y protección ante las inclemencias del clima, atrayendo así a un mayor número de transeúntes, lo que, a su vez, incrementa las actividades comerciales.
Asimismo, los inmuebles situados en áreas verdes aumentan su plusvalía por el paisajismo y estética que aportan los árboles. Además, ofrecen refugio y alimento a muchas especies, desde aves hasta pequeños mamíferos, lo que robustece la biodiversidad de las ciudades.
“Los árboles también dan bienestar a la salud mental, reducen el estrés e invitan a la ciudadanía a caminar, practicar algún deporte en los parques e interactuar, esto fortalece las relaciones sociales, el sentido de pertenencia y nos ayuda a construir democracia desde la comunidad”, reflexiona Vitoria Martín Delgado, Directora General de la Asociación Nacional de Parques y Recreación de México (ANPR).
MITIGACIÓN DE RIESGOS
El arbolado urbano disminuye los riesgos por encharcamientos, porque mejora la recarga de los acuíferos, en ese sentido, ante la expansión de la mancha urbana, es muy importante darle un manejo adecuado al arbolado, tanto en avenidas principales como en calles secundarias y parques, debido a que sufren afectaciones por falta de suelo suficiente acorde con sus dimensiones y que este sea permeable.
“Lo que generalmente vemos es mucho cemento rodeando a un árbol y, en consecuencia, poca disponibilidad de suelo, a eso le sumamos las contingencias ambientales y la exposición a la luz artificial del alumbrado público, factores que les dificultan llevar a cabo su proceso biológico y terminan colapsando sobre la vía pública”, explica Juan Manuel Núñez Hernández, Coordinador de la Licenciatura de Sustentabilidad Ambiental en la Universidad Iberoamericana (IBERO) Campus Ciudad de México.
Para evitar estos riesgos hacia la población, hay que gestionar, planificar adecuadamente el arbolado urbano y conocer las condiciones en las que se encuentra; el académico considera fundamental crear inventarios en todas las ciudades, ya que el manejo de las áreas verdes es muy dinámico debido a la constante poda y reforestación.
“Con ayuda de los inventarios se puede diseñar un sistema de alerta preventiva sobre ciertos árboles con probabilidades de caer, e involucrar a la ciudadanía en su cuidado conforme al tipo de árbol y sus necesidades específicas para su óptimo crecimiento”, considera Juan Manuel Núñez.
El monitoreo y evaluación constante también sirven para medir el éxito de las políticas públicas y reglamentos que implementan los gobiernos locales sobre protección y manejo de arbolado urbano, agrega Vitoria Martín.
La especialista considera que los municipios pueden instituir normas que protejan a los árboles, regular la poda, tala y asegurar la reforestación, tener programas de mantenimiento, capacitar al personal especializado e incluir la infraestructura verde en los planes de desarrollo urbano y que estos, a su vez, sean flexibles porque el medioambiente está en constante evolución.
“La ANPR México apoya a gobiernos y otras asociaciones civiles, de forma interdisciplinaria, en la investigación, revisión y creación de políticas y normas de cuidado y protección del arbolado urbano, también somos aliados en la recaudación de fondos; podemos gestionar campañas de financiamiento, donaciones y alianzas.”
ARBOLADO EN IRAPUATO
El municipio de Irapuato, Guanajuato, expidió un reglamento alineado al Código Territorial estatal, a fin de proteger el arbolado urbano y emitir la declaratoria de árboles monumentales. Por lo que, 11 de estos ya son considerados patrimonio de la localidad y reciben cuidados de arboristas certificados, además, les fueron colocadas placas de identificación con datos científicos e históricos.
Adicional al reglamento, el ayuntamiento cuenta con un inventario actualizado de las especies, programa de manejo de reforestación, producción de especies nativas y paleta vegetal.
“Hemos recuperado casi 100 espacios para favorecer el incremento de áreas verdes, cada obra pública municipal considera al arbolado como un elemento indispensable, ahora tenemos que reforzar la profesionalización de los funcionarios en la ejecución de estas buenas prácticas”, comenta Gonzalo Guerrero Guerrero, Director General de Sustentabilidad.
Por las acciones referidas, Irapuato ha obtenido, por cuatro años consecutivos, el distintivo Ciudad Árbol del Mundo, que otorga la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en alianza con Arbor Day Foundation.
También es el primer municipio fuera de la Unión Europea en recibir el Premio Árbol en la Feria de Madrid, España.
La actual administración está próxima a inaugurar el Centro de Educación Ambiental, cuyo objetivo es promover el aprendizaje de cómo los árboles intervienen en todas las dinámicas climáticas, urbanas, gastronómicas, culturales y de biodiversidad.
“Nos hemos propuesto cumplir con la regla 3-30-300, es decir, que desde la puerta o ventana de tu casa veas tres árboles, que haya un 30 por ciento de cobertura vegetal en tu barrio y que el parque más cercano esté a menos de 300 metros de distancia. Por ello, actualmente analizamos diferentes puntos de la ciudad para materializar esta regla de origen holandés”, concluye Gonzalo Guerrero.