Estrategias para impulsar la cultura en el desarrollo sostenible

►Por Martha Palma Montes
FOTOS: DREAMSTIME

Después de 40 años, México fue nuevamente sede de la Conferencia Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sobre las Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible (Mondiacult), donde participaron 135 ministros de Cultura de los 193 países miembro.

De la conferencia surgió una declaración final en la que se afirma, por primera vez, que la cultura es un bien público mundial y se pide su integración como un objetivo específico, entre los próximos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

El texto adoptado por secretarios y ministros de Cultura define un conjunto de derechos culturales que deben incluirse en las políticas públicas, que van desde los derechos sociales y económicos de los artistas, pasando por la libertad artística, hasta el derecho de las comunidades indígenas de salvaguardar y transmitir sus conocimientos ancestrales, y la protección y promoción del patrimonio cultural y natural.

La meta es extender las Casas de la Cultura con una mirada inclusiva, respetuosa a los derechos humanos, equidad, igualdad, de la diversidad cultural y de género.

Otros proyectos a desarrollarse este año en Honduras son conformar nuevamente la Orquesta Sinfónica Nacional de la Victoria y una Orquesta Mesoamericana de Mujeres.

Además, por ley, las alcaldías tienen la obligación de otorgar uno por ciento del presupuesto a las actividades culturales y artísticas, de preservación del patrimonio de los pueblos indígenas y afrodescendientes, comenta Annarella Vélez.

En Perú, la inclusión es considerada una constante en la cultura, por ello, existen recorridos en lengua de señas, sistema braille y rampas para personas con discapacidad, en los sitios de patrimonio arqueológico.

El Ministerio de Cultura de Perú también mantiene vigentes a los gestores interculturales, que son los apus, los jefes de los grupos humanos de lengua originaria, quienes ayudaron en la estrategia de vacunación contra el Covid-19 y siguen difundiendo las iniciativas de gobierno, maximizando su alcance.

“Adicionalmente, tenemos el programa Ruraq Maki, Hecho a Mano, dirigido a creadores de arte tradicional, con el propósito de renovar y fortalecer el circuito de producción, comercialización, conocimiento y disfrute del arte popular tradicional”, explica en entrevista la Ministra Betssy Betzabet Chávez Chino.

Recuerda que el país andino financia con más de medio millón de dólares al Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de América Latina (CRESPIAL), bajo el auspicio de la UNESCO, institución encargada de fomentar la cooperación internacional entre 16 países de Latinoamérica, a fin de promover la diversidad cultural, el desarrollo sostenible y la gobernanza cultural.

“La cultura no debe verse como un gasto, sino como una inversión, esa es la tarea de las autoridades locales, regionales y nacionales. Indudablemente, necesitamos del apoyo del sector privado para generar toda una reactivación económica a favor de la cultura, porque, a su vez, ésta genera turismo, ventas de artesanías, de comida; que hacen que las sociedades anexas a un patrimonio arqueológico puedan desarrollarse”, enfatiza la ministra peruana.

Milagros Germán Olalla, Ministra de Cultura de la República Dominicana, coincide en ver a la cultura como una inversión, y bajo esa lógica, crear extensiones fiscales, leyes y mecanismos económicos que permitan el desarrollo de proyectos e industrias culturales.

“En la capital, Santo Domingo, promulgamos la Ley de Mecenazgo que nos permite financiar proyectos culturales con recursos del estado, mediante extensiones fiscales. Asimismo, La Ley de Cine dio paso al desarrollo de la industria, llevándola a una segunda etapa de cine independiente, ahora somos un hub cinematográfico en América.”

Abel Aronátegui, Coordinador de Cultura del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), recomienda a los gobiernos locales aplicar acciones concretas de gran impacto social y de bajo costo para reunir a la comunidad, como círculos de lectura, poesía, proyección de películas o un cine foro para reflexionar sobre una temática, y en ese ejercicio, fortalecer las capacidades de análisis, crítica, síntesis, observación e interpretación, especialmente en niños y jóvenes.
“Los gobiernos locales tienen un rol fundamental, porque la diversidad cultural, las expresiones artísticas, el patrimonio y la memoria histórica, todo parte de la gente, no viene de arriba hacia abajo. Es muy importante que desarrollen sus unidades administrativas de cultura y que éstas sean dotadas de presupuesto suficiente para responder a las necesidades culturales de las comunidades”, concluye.