Desde la urna

Nos acercamos a un año del inicio de la pandemia en México. Ningún pronóstico se cumplió, ni en la valoración de la gravedad de la crisis ni en el tiempo que podría durar, y menos en la cantidad de fallecimientos que traería consigo.

Ni los más pesimistas creyeron que llegaríamos a este desastre. La realidad es que el Covid-19 sigue presente, acompaña a la vida política y define buena parte de la agenda. Irremediablemente, lo que debió ser una estrategia técnica y científica, se convirtió en un escenario de lucha política, de información difusa y de una permanente incertidumbre. Independientemente de los resultados, lo cierto es que no habrá un golpe de timón en la estrategia, el Presidente lo dejó muy claro después de su propio contagio por Covid-19, ni cubrebocas ni cualquier medida que limite alguna libertad. Solo queda esperar que las vacunas sean efectivas, que lleguen regularmente en cantidades suficientes y que la estrategia de vacunación no sea tan ineficiente como hasta ahora.

Al redactar estas líneas, se antoja imposible que se cumplan las primeras promesas de vacunación. Según el ofrecimiento que hizo el Presidente de la República, todos los adultos mayores de 60 años estaremos vacunados a finales de marzo. Faltan pocos días y el debate sigue enfrascado en la capacidad de los laboratorios para proveer el número de dosis que se requieren, y si las vacunas se aplican adecuadamente, con orden y un correcto registro. Mientras tanto, el calendario electoral sigue su marcha.

Durante estas semanas, el ejército de Capacitadores Asistentes Electorales recorrerá el país para contactar a los ciudadanos sorteados que integrarán las más de 160 mil casillas que se instalarán el próximo 6 de junio. Pero lo más importante, el 4 de abril inician las campañas electorales, y los discursos y ataques entre partidos y candidatos rivales se recrudecerán.

Se tratará de una campaña electoral distinta, en especial en aquellos 15 estados en los que se elegirá gobernador. Incluso, las coaliciones que se presenten entre partidos a nivel federal serán diferentes en los municipios y en los estados. Hoy más que nunca, las características de las campañas y la calidad de los candidatos serán determinantes en la definición del voto por parte de los electores.

En aquellos municipios donde el impacto del Covid-19 sea menos grave, los candidatos tenderán a hacer campañas tradicionales y salir a la calle, mientras que en los estados y ciudades que permanezcan con semáforo rojo, no.

En todo caso, es importante recordar que el Instituto Nacional Electoral (INE) y los institutos estatales electorales están haciendo bien su tarea para que los preparativos de la elección incluyan las medidas sanitarias necesarias y así evitar contagios. Conforme se acerque la elección, habrá que conocer qué precauciones tomaremos para ir a votar y así se comunicará en los 300 distritos federales del país y en cada municipio. En un contexto electoral tan complejo, lo peor que puede pasar es que no acudamos a votar. Es justamente en estos momentos cuando el voto debe dar a nuestros gobernantes el mandato claro de lo que piensa la ciudadanía. Por lo pronto, conviene cuidarse, quedarse en casa, usar cubrebocas y prepararnos para seguir las campañas de los candidatos de nuestra localidad.

Decano de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.
Twitter: @ArturoSanchezG
Facebook: Arturo Sánchez Gutiérrez
(figura pública)