Desde la urna

En la primera semana de abril, todas las entidades de la República serán cubiertas por propaganda en los medios de comunicación, las redes sociales y en todo tipo de actos en los que se disputarán más de 21 mil puestos de elección popular, más los 500 asientos de la Cámara de Diputados Federal.

Cómo se había previsto, la campaña tendrá de todo. Los ataques entre los contrincantes mostrarán estrategias, vicios y virtudes de los partidos y de los candidatos mismos. El elector tendrá que ser muy hábil para emitir correctamente su voto, de acuerdo con sus mejores preferencias.

En el momento de escribir estas líneas no sabemos quiénes serán los candidatos a las gubernaturas de 10 entidades y mucho menos quiénes contendrán por las presidencias municipales de las principales ciudades del país. Sin embargo, por disposición de las leyes locales, las campañas para elegir nuevo gobernador iniciaron el 5 de marzo en cinco estados: Nuevo León, Sonora, San Luis Potosí, Colima y Guerrero. El arranque de esas campañas muestra claramente la diversidad política en nuestro país, los comportamientos diversos de los partidos políticos y el tipo de batallas que observaremos en los días que faltan para el 6 de junio.

Por ejemplo, en dos entidades, Guerrero y San Luis Potosí, Morena contendrá solo por la gubernatura, mientras que los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM) se aliaron en su contra. En otros dos estados (Sonora y Nuevo León) Morena está aliado con PT, PVEM y Partido Nueva Alianza (PANAL), y en Colima, Morena solo participará con PANAL. Esto no es propio de Morena, pues lo mismo ocurre con la coalición nacional que formaron los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática (PRI-PAN-PRD). En San Luis Potosí, Sonora y Colima, los tres compiten juntos, mientras que en Guerrero y Nuevo León, el PAN va solo contra sus aliados.

A diferencia de otras elecciones, la competencia por la Cámara de Diputados Federal estará matizada por la importancia que muestran las elecciones locales. Para un partido, el estado de Guerrero no significa lo mismo que Nuevo León, y por ello se requiere aplicar diferentes estrategias, conformar distintas alianzas y negociar los nombres de sus candidatos. Las campañas empiezan en un contexto nuevo: independientemente del discurso polarizador de Andrés Manuel López Obrador, la realidad es que México tiene una sociedad muy plural, con formas muy contrastantes de encarar la política y con culturas y preferencias distintas, que un solo partido no puede aspirar a representar en su totalidad. Por otra parte, a pesar de la relevancia de las elecciones para renovar la Cámara de Diputados Federal, lo cierto es que el elector valora la importancia de la elección local, por lo que los partidos tendrán que hacer campañas diferentes en cada entidad para atraer el voto. La elección de 2021 se decidirá en las localidades, empezando por las presidencias municipales de 30 entidades. Más allá de las preferencias partidarias, donde las ideologías se diluyen ante la necesidad de cada partido por ganar espacios, parece que el elector pondrá la mira en el nombre de sus candidatos o candidatas, pues ninguno de los partidos está mostrando una consistencia que invite al elector a votar por sus ideales.

Las campañas durarán 60 días y solo cabe esperar que no se presenten intromisiones externas de ninguna autoridad, empezando por el Presidente. Las encuestas buscarán prefigurar los resultados y el elector tendrá que decidir. Las cartas están sobre la mesa. Lo que no hay que olvidar es presentarse en la casilla correspondiente a votar el 6 de junio.

Decano de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.
Twitter: @ArturoSanchezG
Facebook: Arturo Sánchez Gutiérrez
(figura pública)