Cómo modernizar el transporte público con control y eficiencia

 

Para contar con una movilidad rápida y segura en las ciudades existen tecnologías y mecanismos que permiten traslados óptimos de un punto a otro sin importar las distancias

 

“El software diseña un plan por autobús para que llegue al lugar en el momento requerido, y así garantizar la movilidad de los ciudadanos por horarios y reducir los costos de operación, optimizando el servicio”, explica Jorge Tous, Director Zona México y Centroamérica de Goal Systems, empresa especializada en soluciones de optimización del transporte urbano.

Además del software, existen otras tecnologías al alcance de las autoridades de movilidad estatales y municipales, como el sistema de asistencia a la conducción ARAS, que evita colisiones y avisa mediante sensores si hay objetos enfrente o en puntos ciegos.

La tecnología cuenta con conteo de pasajeros, cámaras sobre los operadores para el control de fatiga y consolas que informan sobre el cierre de vialidades y accidentes, a fin de programar las salidas de las unidades.

“El Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) financia, muchas veces a fondo perdido, los proyectos de infraestructura, tecnología y equipamiento de medios de transporte, eso incluye los centros de control y los sistemas de programación y regulación del transporte público”, añade el directivo.

TARJETAS DE PREPAGO

El prepago electrónico es otra de las ventajas que brindan las tecnologías especializadas en transporte público.
El municipio de Celaya, Guanajuato, tiene un programa piloto para cinco mil estudiantes de nivel medio y superior que, si bien ya gozan de una tarifa preferencial, ahora con la tarjeta de prepago pueden realizar sus transbordos sin costo adicional.
“El tema de las tarifas siempre es un debate, si el costo es adecuado por el tipo de vehículo, tiempos de traslado, etcétera. Nosotros buscamos beneficios para los usuarios que se vean reflejados en corto tiempo”, comenta José Trinidad Martínez Soto, Director de Movilidad y Transporte de Celaya.

Refiere que, desde 2011, las unidades de transporte público del municipio ya cuentan con monitoreo GPS, contador de usuarios y validadores de prepago y tarjetas.

Está pendiente habilitar una plataforma que permita al usuario ver los tiempos de llegada y los recorridos de los autobuses en tiempo real.

“Una vez que logremos la reorganización de las empresas mediante la creación de una sola coordinadora, podremos brindar esta visualización de los recorridos y tiempos de llegada. Eliminar la competencia entre concesionarios nos dará tiempos más exactos de servicio y evitaremos accidentes.”

Además, recuerda que la pandemia por Covid-19 marcó otras tendencias de movilidad y el transporte público ha sufrido un revés muy fuerte; las empresas están en crisis económica porque los usuarios buscan otras alternativas de transporte.
Por ello, el gobierno municipal y los concesionarios trabajan en el rediseño de rutas, a fin de dar certeza en los tiempos de recorrido, conforme a las actividades laborales, educativas, comerciales y de recreación de los usuarios.

“Las pláticas con los concesionarios siguen para lograr transformar el servicio, lo que nunca debe faltar es la voluntad de todos los actores, porque también se impacta la calidad de vida de los ciudadanos.”

FOTO: GUILLERMO PEREA/CUARTOSCURO

INFRAESTRUCTURA VIAL
El municipio de Mazatlán, Sinaloa, ha invertido 500 mdp en 85 kilómetros de circuitos para bicicleta, conectados a las rutas del autobús rápido tipo BRT, que circula por un carril confinado.

El proyecto a futuro es agregar cinco líneas al BRT y que la gente pueda dejar su bicicleta en las paradas para utilizar este autobús.

“Mazatlán tiene calles muy angostas, pero estamos construyendo tres nuevas avenidas con muchos kilómetros de longitud de tres carriles de ida y tres de vuelta, que van a reducir los problemas de vialidad en la ciudad”, confirma el alcalde Luis Guillermo Benítez.

Adelanta que ya se trabaja en una aplicación móvil para el transporte público, donde los usuarios podrán monitorear los recorridos de las unidades en tiempo real.

Pasos para la modernización del transporte público Nicolás Alberto Rosales Pallares, Presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), advierte que, en México, 90 por ciento del servicio de transporte público se presta bajo el modelo de hombre-camión, unidades con más de 20 años de vida útil, inseguras, sin tecnología, capacitación o profesionalización de los operadores y, además, altamente contaminantes.

“Tenemos que pasar al modelo de empresas de transporte porque te permite reordenar la flota y el servicio, articular de una mejor manera y brindar un servicio de calidad, ya que implica invertir en unidades de mayor capacidad, tecnología de gestión, en el mantenimiento, predictivo, preventivo y correctivo.”

Considera sumamente importante que los municipios se involucren en el reordenamiento del transporte público y en los proyectos de movilidad, a partir de las atribuciones que les confiere la nueva Ley General de Movilidad y Seguridad Vial.

“La pandemia evidenció el rezago que tenemos en México en transporte público, por ser unidades pequeñas que se pagan de mano en mano, sin buena ventilación, lo que ocasionó que cayera la demanda hasta en un 80 por ciento. Hay que impulsar los sistemas de prepago o de no contacto, sistemas de gestión que te señalen cómo operar de forma eficiente una ruta.”

Agrega que la tecnología da un mayor control en el mantenimiento de los vehículos y evita accidentes con la predicción, prevención y corrección, sin embargo, la modernización del transporte público es un sistema orgánico, no solo es cambiar camiones, sino también pensar en ser más sostenibles, sustentables y que sea un servicio de calidad para las personas, accesible e inclusivo.

Otras soluciones para modernizar el transporte público que no requieren de nuevas tecnologías son los carriles confinados o semiconfinados; los autobuses de 11 metros de longitud, ideales para transitar en cualquier calle; sistemas integrados donde convivan unidades de distinto tamaño, dependiendo de las características geográficas de las ciudades, y la movilidad no motorizada que conecte con los sistemas de transporte masivo o semimasivo, concluye.