“Durante los últimos tres años, hemos impulsado una agenda muy fuerte de colaboración con los gobiernos estatales y municipales. A la fecha, tenemos convenios con los estados de Hidalgo, Estado de México, Oaxaca y Tamaulipas, que están acompañados de inversión y esfuerzos de cooperación a nivel regulatorio para desplegar infraestructura”, así lo externa Claudina García, Directora Senior de Legal y Asuntos Públicos de American Tower en México, al hablar sobre cómo trabaja la empresa para cooperar con las administraciones locales, a fin de invertir y desplegar infraestructura de telecomunicaciones.

En entrevista con Alcaldes de México, señala, estos convenios permiten ir de la mano con cada gobierno estatal y sus municipios, generando, desde el primer día, confianza, un plan de trabajo y proyectos específicos en cada municipalidad. “Con esta colaboración facilitamos los despliegues. Asimismo, nos involucramos con la comunidad a largo plazo, acompañando algunos de los proyectos con nuestra insignia de responsabilidad social corporativa, denominada ‘Comunidades Digitales’, que fue galardonada mundialmente y con la que buscamos facilitar el acceso a la conectividad y habilidades digitales a niños, niñas, adultos mayores y otros grupos vulnerables”.

Sin embargo, reconoce Claudina, este trabajo no es fácil. Para facilitar y llevar a cabo un adecuado despliegue de infraestructura de telecomunicaciones se requiere del trabajo conjunto y la cooperación en todos los niveles, incluyendo a la iniciativa privada, los gobiernos y las comunidades.

CIERRE DE LA BRECHA DIGITAL

A decir de la ejecutiva, la infraestructura de telecomunicaciones es estratégica, porque es la base de la comunicación moderna. Los lugares que carecen de esta infraestructura están impedidos de acceder a las tecnologías de la información y la comunicación, lo que se traduce en falta de acceso a información, salud, educación y trabajo.

“Este tipo de infraestructura es un vehículo de desarrollo, como lo fue en su momento la extensión de las redes de agua corriente o el de las redes carreteras para comunicar diferentes regiones del país. Tener acceso a Internet móvil o fijo es indispensable no solo para la vida cotidiana, sino también para asegurarnos de crear una sociedad más equitativa, inclusiva y, en general, para mejorar las condiciones de vida de las personas.”

En ese sentido, cerrar la brecha digital, sostiene la entrevistada, tanto de cobertura como de uso, se convierte en una estrategia que todos los niveles de gobierno pueden aplicar para abrir nuevas oportunidades de salud, educación, trabajo y productividad, a través del acceso y uso de las tecnologías de la información.

Y ¿qué efecto económico tiene el despliegue de infraestructura en los municipios? Claudina García afirma que, de manera directa, es la creación de empleo relacionado con el despliegue, ya sea de torres o de fibra óptica. Asimismo, los pagos que se realizan por concepto de derechos y licencias refrescan con recursos económicos directos las arcas municipales. “Aquí es muy importante que existan dentro de la legislación local los cobros específicos para este tipo de infraestructura pasiva y que los montos sean proporcionales a la inversión”.

Por otro lado, de manera indirecta, explica, se mejora la productividad gracias al uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Tener acceso a una conexión de Internet de banda ancha permite agilizar una gran cantidad de procesos, tales como operaciones bancarias o financieras, trámites o gestiones gubernamentales, búsqueda de información para bienes y servicios, y gestión del negocio. En ese sentido, la infraestructura y las nuevas tecnologías de comunicación potenciarán a las zonas industrializadas, donde las empresas requieren de una conexión confiable y disponible 24/7.

Finalmente, esta infraestructura genera nuevas formas de negocio y promoción del emprendimiento, gracias al mayor acceso a la información y despliegue de la tecnología. Este acceso habilita el uso de terminales bancarias, de aplicaciones de pago conectadas al celular, plataformas electrónicas y páginas web para ofrecer productos o servicios, el uso de redes sociales para promocionarlos, servicios de logística para la entrega de productos y servicios de alta capacidad de Internet; para corredores industriales son ventanas de oportunidad que estos negocios grandes y pequeños pueden explotar no solo para reactivarse, sino también para crecer.

INFRAESTRUCTURA DE TELECOMUNICACIONES Y LOS GOBIERNOS LOCALES

Las principales barreras o incentivos para desplegar infraestructura de telecomunicaciones están en las acciones y legislación que implementen las administraciones estatales y municipales.

“En México, estamos parados en dos pistas. Por un lado, la industria está preparando el terreno para entrada de tecnologías nuevas, como el 5G, sobre todo en las ciudades principales y que son las más densamente pobladas, donde existe un mayor grado de industrialización y comercialización. Por otro lado, hasta hace algunos años aún teníamos zonas del país que utilizaban las redes 2G, a través de las cuales solo podías hacer llamadas telefónicas desde el celular y enviar mensajes de texto. Con esa tecnología no se podía acceder a Internet ni a aplicaciones más modernas de comunicación”, explica.

En conclusión, dice la ejecutiva de American Tower, se tienen distintos retos dependiendo de cada región, ciudad y municipio. “Algunos requerirán que a sus regiones llegue más infraestructura para que tecnologías más nuevas puedan usarse y así mejorar la conectividad de las personas que viven en esas áreas, a fin de darles la oportunidad de acceder a mejores oportunidades de salud, educación y empleo”.

Por otro lado, comenta, el reto será introducir tecnologías nuevas que requerirán más infraestructura en las zonas más densamente pobladas, como las grandes ciudades, para garantizar la velocidad y el servicio que requieren personas y negocios en esas zonas. “Estas tecnologías requerirán más infraestructura, más pequeña y cercana al usuario, pero respaldada por la infraestructura tradicional de torres de telecomunicaciones y la fibra óptica”.

En ese sentido, los gobiernos locales que se enfrenten a cualquiera de esas dos realidades pueden hacer más sencilla la llegada de aquello que requieren, facilitando al máximo todo lo relacionado con trámites, permisos y licencias.

Que se enfoquen en tener reglas claras y flexibles, y cobros proporcionales a la inversión. Así, por ejemplo, una ciudad altamente poblada y que requiere cada vez más servicios de telecomunicaciones puede empezar a facilitar la llegada de esta infraestructura, alineando sus leyes locales a la Ley General de Asentamientos Humanos para establecer que la infraestructura de telecomunicaciones sea compatible con cualquier uso de suelo.

Una zona más pequeña o que se encuentra en áreas rurales podría trabajar, por ejemplo, para que dentro de sus leyes esté claramente identificado el tipo de trámites que deben hacer las empresas de infraestructura de telecomunicaciones y establecer un esquema de cobros de derechos, siguiendo buenas prácticas”, concluye.