Expediente Abierto

►Inteligencia Policial ♦ Opinión

De acuerdo con la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la IA se refiere a todos aquellos sistemas informáticos que imitan la inteligencia humana, incluso el aprendizaje, para realizar tareas complejas con eficiencia y velocidad superior, gracias al análisis de datos e identificación de patrones. Es por eso que es totalmente factible incluir este tipo de herramientas en labores policiacas, debido a las ventajas que supone en términos de eficiencia y seguridad. A continuación, veremos de qué manera.

Si bien es cierto que en ciudades como Dubái ya se han puesto a prueba robots que son capaces de actuar como policías, las aplicaciones de la IA van más allá de máquinas humanoides. Están enfocadas en perfeccionar las operaciones y lograr mayor precisión en el combate y la prevención de delitos.

Estos van desde coordinar operativos de manera más eficiente hasta localizar vehículos buscados, así como realizar vigilancia de detenidos dentro de las patrullas, identificación de prófugos mediante el uso de bases de datos de sistemas biométricos, e incluso, fortalecer la transparencia y combatir los abusos de poder.

Otra de sus aplicaciones también puede contribuir a la selección de perfiles personales para aspirantes a policías o la identificación y prevención de delitos cibernéticos, todo esto mediante el análisis de grandes cantidades de datos (big data), el uso del Internet de las cosas (IoT), sistemas de información geográfica y monitoreo, todos interconectados.

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LA INNOVACIÓN POLICIAL ¿YA ES UN HECHO?

Estados Unidos, el país de mayor vanguardia tecnológica, ya trabaja con diferentes tipos de tecnología conectada a la IA para detectar amenazas terroristas y combatir actos delictivos financieros. En México tampoco estamos lejos de esta realidad: la Policía cibernética capitalina utiliza IA para detectar actividades delictivas en la red; mientras que en la Policía de tránsito ya se han incorporado patrullas inteligentes con sistemas de videovigilancia para la lectura de placas, reconocimiento facial y control de tráfico.

Por su parte, la academia también ha hecho lo suyo: actualmente, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM tiene una línea de Investigación de Derecho e Inteligencia Artificial para proponer un marco legal alineado con las posibilidades que ofrece la tecnología.

Entonces ¿qué sigue? A nivel gobierno, los esfuerzos deben continuar para impulsar las reformas pertinentes en materia de derecho penal, a la par de la inversión en tecnología y el otorgamiento de capacitación a las corporaciones policiales, así como el impulso a la investigación y el desarrollo de soluciones en IA aplicables en el contexto mexicano.

Ejemplos de esto sería fortalecer en cada entidad el Sistema Único de Información Criminal estatal, la integración de bases de datos biométricos y hacer posible el cruce de datos entre diferentes corporaciones locales.

Los retos del Estado para la investigación, prevención y persecución de delitos comunes ya es una labor titánica que puede apoyarse en herramientas de IA, sin embargo, las actividades criminales organizadas son las que más necesitan ser combatidas con IA. Si la delincuencia está al día en soluciones tecnológicas, los gobiernos no deben rezagarse.

*Maestro en Administración Pública por el INAP, Licenciado en Ciencias de la Informática por el Instituto Politécnico Nacional y candidato a doctor por la Universidad Anáhuac. Especialista en Tecnologías de la Información, Telecomunicaciones y Seguridad Informática en gobierno, con experiencia de 24 años. Sitio web: edgarvasquez.com [email protected]