Tips de Gestión

Cómo crear ciclovías eficientes

 

 La infraestructura ciclista debe potenciar todas las ventajas competitivas de este medio de transporte, proteger a los ciclistas y garantizar un impacto positivo en el desarrollo sostenible de las ciudades

 

Por Luis Alberto Hernández
FOTO: MAGDALENA MONTIEL /CUARTOSCURO

Los traslados en las ciudades se han convertido en un desafío para las autoridades, ya que la ciudadanía requiere de transportes seguros, funcionales, cómodos y, además, que no contaminen. Por ello, se ha optado por el uso de la bicicleta.

Además, instalar cientos de bicis en una ciudad no es suficiente, requiere de proyectos integrales que consideren toda una infraestructura para el funcionamiento de las diferentes opciones, pero que no dejen de lado las particulares.

Bernardo Baranda, Director para América Latina del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés), señala que para planear, habilitar y construir ciclovías eficientes y seguras, primero hay que detectar los puntos por donde se mueven los ciclistas, para conocer dónde está la demanda y, al mismo tiempo, atraer a nuevos usuarios. “Para ello se requiere infraestructura bien diseñada que proteja al ciclista, hay que considerar las velocidades de los autos, las intersecciones y la señalización. Es decir, las condiciones de las vialidades”.

En ello coincide Areli Carreón, miembro fundadora de la asociación civil Bicitekas y alcaldesa de la Bicicleta para la Ciudad de México, quien añade que las ciclovías deben ubicarse en los lugares que atraen más viajes. “Tienen que ser continuas y directas porque el ciclista se transporta con su propia energía, a diferencia del automóvil u otros transportes que utilizan combustible. No es como un coche, en el que tomas el camino más rápido aunque vayas a dar una vuelta; la lógica del ciclismo es totalmente al revés: buscas el camino más directo”.

Un caso exitoso, comenta Bernardo Baranda, es la ciclovía en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, donde la que hace 10 años circulaban menos de 200 ciclistas diarios y ahora, gracias a la infraestructura que se habilitó, junto con los sistemas de bicicleta pública, la cifra ha aumentado a 3,000 ciclistas diarios.

A decir del entrevistado, la avenida Insurgentes también es un buen ejemplo de una ciclovía emergente que ha traído buenos resultados durante los últimos 15 años.

Sobre el tema, Areli Carreón comenta que en la capital mexicana utilizan manuales que sirven para planificar y entender cómo se deben hacer las ciclovías y cuáles son sus características materiales. “Tenemos el Manual de Calles, el Manual Ciclociudades y el Plan de Movilidad 4S, los cuales tienen una cantidad de detalle que limita el espacio a errores”.

 

 

 

Con otros activistas, subraya, ha impulsado el modelo de ciclismo vehicular, el cual consiste en entender a la bicicleta como un vehículo que debe seguir las mismas reglas que los otros medios de transporte, ya que tanto automovilistas como ciclistas convergen en algunos puntos de las vialidades. “Por ejemplo, la regla de no rebasar por la derecha, no pasarse altos o invadir pasos peatonales aplica también para las bicis. Con esta lógica es que nosotros hemos buscado crear una ciudad donde todos convivamos mejor”.

Asimismo, agrega la entrevistada, para lograr ciclovías efectivas y seguras se debe tener una conversación pública con quienes viven en la ciudad y no en un gabinete de forma cerrada y sin consultar ni tomar en cuenta a los vecinos.

“Su operatividad y su eficiencia dependen justo de que se comprenda y de que se respete el uso de las calles, por lo que la participación de los ciudadanos también es clave, tanto de quienes van a utilizar la bicicleta como de quienes no. Aunado a los manuales, se requiere el trabajo político y cultural de informar, convencer y resolver dudas. Ayudar a las personas a adaptarse a esta transformación para lograrun trabajo conjunto entre gobierno, sociedad, iniciativa privada y ciudadanía para que la inversión en infraestructura rinda frutos”, apunta.

Por otro lado, Bernardo Baranda comenta que la seguridad y la inclusión también deben formar parte del desarrollo de la infraestructura en este boom de ciclovías en México. “Es común que los automovilistas no usen las luces en la noche, eso es un reto que hay que sortear. Asimismo, la bicicleta debe convertirse en una opción segura para mujeres, adultos mayores y niños. A diferencia de industrias como la del automóvil y la del petróleo, que mueven muchos intereses económicos en el país; entonces, tal vez por eso no se le da el impulso que requiere para convertirse en 100 por ciento segura e inclusiva”, expone.

Sobre lo anterior, Areli Carreón señala: “Me parece importante citar un documento de la Federación Europea de Ciclistas que demuestra que la bicicleta ayuda a alcanzar 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable. Es decir, es una herramienta que permite no solo moverse con eficiencia y reducir emisiones, sino que también atiende temas como la inclusión y el combate a la pobreza, por mencionar algunos aspectos. Hemos trabajado en este tema desde hace ya dos décadas. Necesitamos movernos de una manera mucho más eficiente y mucho más ecológica y saludable”.

OPCIÓN EN LA NUEVA NORMALIDAD
El crecimiento exponencial de la bicicleta como medio de transporte en las ciudades aumentó en el contexto de la nueva normalidad por la pandemia del Covid-19.

“La bicicleta se vuelve una buena opción para la nueva normalidad porque permite mantener la sana distancia y no hay aglomeraciones. Definitivamente, veremos más ciclovías y andadores peatonales como opción de movilidad y, con ello, es posible que se fortalezca la economía local”, refiere Bernardo Baranda.


Bernardo Baranda.

FOTO: ROSALÍA MORALES

Por su parte, Areli Carreón sostiene que la pandemia nos obliga a adaptarnos y a encontrar las formas más eficientes para movernos, lo cual va a abrirle espacios a la movilidad activa, a los trayectos a pie y a terminar con el desarrollo urbano de ciudades. Asimismo, con más espacios para las personas y menos para los coches, “por supuesto, más verdes y conectadas con la naturaleza. Probablemente, se va a agudizar la crisis económica por el Covid-19, por lo que va a ser importante poder movernos de manera eficiente por la ciudad a bajo costo y, claramente, la bicicleta jugará un papel crucial para ello”, concluye.