Expediente Abierto

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Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el abandono de las corporaciones policiales ha alcanzado niveles críticos, patentes en las disminuciones presupuestales, la precariedad laboral y los constantes embates de la violencia criminal en su contra. A lo anterior, debe sumarse una condición estructural, que atraviesa y perjudica a todas las Policías locales: el estancamiento de los objetivos de desarrollo policial definidos en la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública (LGSNSP).

El abandono es patente y promovido desde la más alta instancia. El Consejo Nacional de Seguridad Pública es el órgano responsable de formular propuestas de programas nacionales de desarrollo y promover la coordinación entre las instituciones encargadas de la seguridad pública. Un análisis elaborado por Causa en Común, del contenido y cumplimiento de los acuerdos del Consejo, muestra que estos no son pertinentes para impulsar el desarrollo de las Policías y no establecen plazos o estándares para su cumplimiento, fomentando la creación de profundas brechas entre las Policías de los tres órdenes de gobierno, en términos de sus capacidades operativas y profesionales.

De acuerdo con el Índice de Transparencia para el Desarrollo Policial de Causa en Común, ningún estado del país cumple con los estándares mínimos establecidos por la LGSNSP. Lo anterior es palpable en todos los ámbitos que integran el desarrollo policial, incluyendo la poca homologación entre los modelos de carrera policial estatales, la inexistencia de esquemas y recursos para la profesionalización, regímenes disciplinarios y certificación de las Policías, y la falta de prestaciones adecuadas y proporcionales al nivel de riesgo que enfrentan. Además, la falta de una cultura de transparencia sólida en las instituciones de seguridad pública dificulta acceder a información sobre las acciones y recursos dispuestos en favor del desarrollo de las Policías.

Es difícil conocer el número exacto de policías en México, dado que estos datos suelen ser reservados por las instituciones de seguridad. Además, como otras investigaciones de Causa en Común demuestran, la información sobre el estado de fuerza de las corporaciones de seguridad, presentada en las conferencias de prensa del Presidente López Obrador, no es confiable al no existir o contradecir la evidencia documental en manos de las autoridades.

Los bajos salarios, la falta de pago de bonos y prestaciones, y las condiciones de trabajo inseguras, son los principales motivos detrás de las constantes manifestaciones de policías que se reportan a lo largo y ancho del país. De acuerdo con el seguimiento de Causa en Común, a lo largo del sexenio se han registrado al menos 413 movilizaciones de policías en el país, entre las que se encuentran 183 paros, 165 manifestaciones y 65 emplazamientos a paro, abarcando la mayoría de los estados del país.

En resumen, las Policías en México trabajan en condiciones cada vez más precarias, al tiempo que la violencia extrema y la criminalidad cobran arraigo en todo el país. Es necesario revertir esta tendencia y fortalecer a las Policías locales, dotándolas de los recursos y las capacidades necesarias para llevar a cabo su trabajo de manera efectiva. Esto implica no solo mejorar sus condiciones laborales, sino también asegurar que cuenten con la formación y el equipamiento adecuados para enfrentar los retos de seguridad en el país. Además, es fundamental restablecer el control civil sobre la seguridad pública y garantizar que las Fuerzas Armadas se limiten a sus funciones constitucionales, sin interferir en las tareas de seguridad pública.