Compliance para gobiernos libres de corrupción

Para que el sistema de cumplimiento sea efectivo, explica el abogado, tiene que sustentar su operación en un modelo de riesgos, que analice todos los factores internos y externos críticos que pueden poner a la organización o empresa en una situación crítica.

El siguiente paso, que consiste en la ejecución de un código de ética y conducta, es la piedra angular del programa. “Se trata del compromiso de actuar bajo parámetros éticos, más allá de lo legal de cada miembro de la organización”, puntualiza Jorge Martínez Ocampo.

Después viene la implementación del modelo due diligence: la debida diligencia en el sector público. Debe tener un ánimo de trasparencia para, en su caso, evitar o atenuar consecuencias negativas de los gobiernos en sus diferentes niveles o dependencias que los integran.

Es así como este elemento se convierte en el pilar de la prevención de fraude y corrupción, porque se trata de una investigación interna detallada, o bien, para proveedores. De este modo, permite una identificación del riesgo tanto de operaciones del gobierno como de hechos de los servidores.

A decir del especialista, un programa de cumplimiento es robusto en la medida en que sus controles y mitigadores de riesgos son efectivos, por lo que deben ser internos y externos.

Señala que es fundamental, en este momento histórico del país, tener una estrategia anticorrupción, porque quien carezca de ésta, estará condenado al fracaso de su administración.

CAPACITAR A LOS SERVIDORES PÚBLICOS
Algo que resulta clave en el correcto de-sempeño de un sistema de integridad pública es el fomento de una cultura de cumplimiento dentro de la organización y no solo el conocimiento teórico, sino también su aplicación en casos reales.

“Un programa de cumplimiento vivo es aquel que permite la interacción entre agentes internos y externos; además, monitorea constantemente operaciones y servicios que son de alto riesgo para la organización; por ello, un sistema de alertas y de denuncia es fundamental”, expone Jorge Martínez Ocampo.

Sumado a ello, deben establecerse modelos de sanciones para quienes vulneran el programa de cumplimiento, de manera sustentada y con base en la regulación laboral aplicable, lo cual es requerido para la ejecución del compliance.

¿RESULTADOS?
Para finalizar, el Socio del despacho Martínez Ocampo & Chávez Vaca señala que un buen programa de cumplimiento y una organización comprometida permiten hacer revisiones internas o externas, “que ayudan a determinar oportunidades, debilidades y posibles mejoras para el robustecimiento de su operación y la mejora continua del programa de cumplimiento”.