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El potencial del paisaje urbano como atractivo turístico es enorme y en México se ha aprovechado desde hace años. Un ejemplo claro es el programa de Pueblos Mágicos, que existió durante varias administraciones federales y que tiene como aspecto fundamental el fomento al paisaje urbano, a partir de proteger la imagen tradicional de los pueblos, considerando materiales, colores, arquitectura vernácula, pavimentos, vegetación y mobiliario. Todos esos elementos se vuelven indispensables en el manejo del paisaje urbano.

México tiene una vocación turística en todos sus centros históricos y pueblos, sin embargo, la ha venido perdiendo de manera acelerada en sus periferias, sobre todo en las zonas construidas a partir de los años noventa, donde hay una tremenda desregulación del paisaje urbano.

Un aspecto clave es la normativa de anuncios comerciales, señalética urbana y turística, e infraestructura urbana, como torres de telefonía, entre otros elementos que se regulan para procurar una imagen urbana armónica, atractiva y bella. Los reglamentos municipales de imagen urbana o paisaje son el instrumento que regula el paisaje urbano.

Con la finalidad de potenciar el atractivo turístico del paisaje urbano, es posible implementar en los reglamentos de imagen urbana incentivos para la sustitución de letreros comerciales que sobrepasan ciertas dimensiones en las azoteas de los edificios.

El incentivo consiste en que, al bajar los anuncios, se cubre el costo de un letrero con dimensiones más adaptadas al contexto. Algunos municipios, incluso, han pagado por retirar estos letreros y anuncios que, muchas veces, son los factores de mala imagen urbana.

Otro elemento que eleva la calidad del paisaje urbano es la vegetación. En algunas ciudades ya existen iniciativas para proteger la vegetación urbana y favorecer su presencia, como en Guadalajara o Mérida. El arbolado urbano es otro aspecto importante para fomentar el paisaje urbano, en ese sentido, es importante contar con un buen registro de éste y llevar a cabo una observación y monitoreo permanentes para sustituir a los ejemplares que estén secos o afectados por plagas.

También es fundamental la realización de convenios para el mantenimiento de camellones, una práctica que se observa en muchas ciudades de México, donde empresas se hacen cargo del mantenimiento de éstos. Para reconocerlos públicamente se colocan letreros que dan cuenta de las acciones realizadas, lo cual abona a sus estrategias de responsabilidad social empresarial.

Estos tres elementos: anuncios, arbolados y camellones, son acciones concretas que pueden hacerse en los municipios para potenciar el paisaje urbano y hacerlo atractivo para los vecinos y los turistas.

En suma, el potencial del paisaje urbano como detonador turístico en México es muy grande. Para fomentarlo se requiere una actividad constante y cotidiana por parte de las administraciones locales, ya que es una tarea de índole municipal.
*Director del despacho Urbanística.