Educación de calidad para las queretanas

Con ello, Santiago de Querétaro ha logrado posicionarse como un municipio con un alto grado de sensibilidad social, al impulsar el desarrollo integral de las mujeres, al tiempo que fortalece su consolidación como una entidad que trabaja de manera permanente para abatir la desigualdad y la violencia de género, construyendo para ellas entornos de igualdad y respeto. Semillas de desarrollo La Universidad de las Mujeres fue aprobada en reunión de cabildo en diciembre de 2021 y en 2022 inició operaciones con la previsión de ser un modelo de colaboración bipartita entre la Universidad ICEL, que funge como operaria académica y administrativa, y el municipio, que actúa como supervisor de los acuerdos de creación. “Con la Universidad de las Mujeres nos propusimos llegar a todas aquellas queretanas que quieran echarle ganas al estudio para sentirse plenas y luchar por un mejor futuro, porque, además, reconocemos que, impulsar su talento y deseo de salir adelante, resultará también en desarrollo y crecimiento económico para sus familias y la comunidad”, asegura Nava Guerrero. La iniciativa tiene un plan inicial de operación a seis años y, además de estar plasmada en el Plan Municipal de Desarrollo (PMD), atiende las recomendaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en lo relativo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, que impulsan programas y acciones que garanticen la igualdad de género. Esto cobra relevancia en un contexto municipal en el que 51 por ciento de un millón 49 mil 777 habitantes son mujeres y donde se busca, de manera permanente, que la educación sea motor de desarrollo. En este sentido, Querétaro es un estado aventajado. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indica que, en 2020, el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más era de 10.5 años, lo que equivale a poco más de primer año de bachillerato. A escala nacional, la población del mismo grupo de edad tiene 9.7 grados de escolaridad en promedio, lo que significa un poco más de la secundaria concluida. A nivel municipal se avanza a paso firme, buscando la equidad en educación, pues, aunque es una de las entidades con más alto nivel educativo, aún hay una brecha de género. Al respecto, el Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi indica que, mientras 120 mil 446 hombres terminaron una licenciatura (15.1 por ciento), solo 112 mil 84 (14.1 por ciento) de las mujeres obtuvieron un título de ese grado. En maestría las cosas están más parejas, pues mientras 12 mil 622 hombres concluyeron esa etapa académica, 12 mil 259 mujeres también lo hicieron. “Una de las prioridades para el gobierno municipal de Querétaro es el fortalecimiento e innovación en acciones sociales orientadas a la mejora de políticas públicas que, a su vez, generen oportunidades, equidad y respeto, poniendo especial atención en aquellos que tienen necesidades más urgentes”, agrega el alcalde Nava.

Este modelo educativo es único en México y funciona con perspectiva de género, bajo la administración pública y operación privada

 

Las licenciaturas disponibles son Administración de Empresas, Administración de Empresas Turísticas, Administración de Tecnologías de la Información, Arquitectura, Ciencias de la Comunicación, Comercio Internacional, Contaduría Pública, Diseño Gráfico, Gastronomía, Mercadotecnia, Ingeniería en Sistemas Computacionales, Ingeniería Industrial y de Sistemas, y Pedagogía. La Universidad también cuenta con licenciaturas de Ciencias de la Salud, como Enfermería, Fisioterapia, Nutrición y Psicología. En maestría, los programas son Administración de Negocios, Administración Financiera, Derecho Administrativo, Derecho Corporativo, Derecho Constitucional y Amparo, Derecho en Juicios Orales, Derecho Procesal Penal, Derecho Laboral, Docencia y Educación, Gestión de Proyectos, Gestión del Talento Humano, Gestión Educativa y Mercadotecnia. La planta docente de los tres niveles educativos incluye a 92 maestros. “En la Universidad de las Mujeres, la mayoría de las estudiantes en algún momento no tuvieron oportunidad de estudiar y ahora tienen un nuevo panorama. Por ejemplo, en bachillerato tenemos estudiantes que van desde los 18 hasta los 50 años. En la licenciatura tenemos estudiantes hasta los 70 años y en maestría hasta 60 años. Es admirable cómo las mujeres siempre están buscando la forma de salir adelante”, expresa Garibay. Políticas públicas con visión Una prioridad para la Universidad de las Mujeres es partir de un “suelo parejo” para lograr que el mayor número de mujeres se beneficien de la educación. En concordancia con esto, uno de los lineamientos aprobados por el ayuntamiento para la creación de la institución prevé la oportunidad de concursar por un estímulo económico basado en su condición socioeconómica, posibilitando el acceso a descuentos entre 10 y 70 por ciento. El estudio socioeconómico evalúa, entre otros aspectos, si la aspirante está embarazada, es madre soltera, tiene alguna discapacidad, está en condición de orfandad, fuentes de ingresos, si ha sido víctima u ofendida de algún delito o si pertenece a algún grupo étnico. “Además, no hay costo de inscripción ni de titulación. También otro apoyo que es muy importante, sobre todo para reducir la brecha digital, consiste en una tarjeta con datos ilimitados para acceder a Internet. La idea es que las mujeres la usen para subir sus tareas a la plataforma de la Universidad, que es desde donde se gestionan las tareas y actividades escolares; todo está sistematizado”, añade Garibay. Por si fuera poco, hay convenios para que las alumnas estudien, sin costo alguno, cursos de inglés en línea, amén de que se les da acceso a una biblioteca con recursos digitales. Y también hay bolsa de trabajo con vinculación a empresas públicas y privadas.