Sobre la digitalización de los gobiernos para incentivar la recaudación, considero positivo implementar herramientas de e-gobierno para mejorar la eficiencia recaudatoria, a partir de simplificar trámites para el cobro-pago de impuestos locales, entre ellos, el impuesto predial, en el que tradicionalmente las personas hacen fila el primer día de cada año.

En este contexto, el desafío que tienen las administraciones locales desde hace algunos años es la revisión del funcionamiento al interior de sus gestiones, particularmente, el uso de los recursos pertenecientes en las haciendas públicas municipales, así como en la revisión de las estrategias recaudatorias, para que, lejos de pensar en ejercer un aumento en el predial, perjudicando a los que sí contribuyen, se logre que quienes no lo hacen cumplan con sus obligaciones como ciudadanos. Lo anterior debe ir acompañado del compromiso gubernamental de manejar bien esos recursos.

Recuperar la confianza de la gente con buenas prácticas de gobierno, transparentes y con rendición de cuentas, es clave para que el ciudadano aporte sus impuestos. Si bien son obligaciones, ocurre que no siente el compromiso de hacerlo ante la falta de una mejora en la calidad de vida. Es necesario hacer ajustes estructurales en las instituciones, programas y gestiones públicas, simultáneo a trabajar con lo que se tiene, antes de, como ya se ejemplificó, aumentar impuestos.

Por si no hubiera retos suficientes, la pandemia de Covid-19 trajo consigo complicaciones financieras, por lo que se vuelve imperativo que los gobiernos municipales sean innovadores y, como ya se mencionó, apuesten por la digitalización de trámites. Es importante mencionar que en ciertos municipios del país la primera inversión debe ser a la infraestructura tecnológica, por carecer de capacidades institucionales, y aquí es donde debe evaluarse el costo-beneficio de cada hacienda local.

A nivel internacional, principalmente en América Latina, la digitalización o e-gobiernos es ya una prioridad que se aceleró con la emergencia sanitaria, algo que fue anticipado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin embargo, el uso de la tecnología desde los usuarios es donde existen áreas de oportunidad, partiendo de acercar servicios y trámites a grupos vulnerables o personas sin acceso a Internet, así como la cultura digital sin ir a una oficina, que puede presentar resistencias a ciertos grupos.

En síntesis, algo que ha influido negativamente para la óptima recaudación municipal en México tiene que ver con la dotación de recursos municipales sin el compromiso de una mejoría en la gestión municipal y en la hacienda local, que brinde cambios positivos en los servicios públicos, lo cual generó una dependencia de los mismos con el gobierno federal y derivó en “la falta de innovación” por parte de los alcaldes.

Considero importante apostarle al uso de big-data y tecnología aplicada a la innovación gubernamental, a partir de herramientas que ya son de libre acceso y pueden ser usadas por los gobiernos para mejorar su relación con la sociedad, desde algo que tanto se exige para transformar la burocracia por trámites largos, contra la digitalización y su eficiencia en el impacto de calidad y provisión de bienes y servicios públicos, como lo es pagar el impuesto predial.

*Maestra en gestión pública por el Tecnológico de Monterrey, con especialidad en finanzas públicas, inteligencia financiera y seguridad. Profesora de diversos diplomados en administración y finanzas en la Escuela de Gobierno y Transformación Pública.