Por María Alejandra Suárez Morales *
La gestión pública en México es un campo en constante evolución, con retos significativos pero también con oportunidades de mejora. La lucha contra la corrupción, la reducción de la burocracia y la profesionalización del servicio público son aspectos clave para fortalecer la administración gubernamental.
Con el uso adecuado de la tecnología, la transparencia y la participación ciudadana, es posible avanzar hacia un modelo de gestión más eficiente y orientado al bienestar de la sociedad.

Ello, en tanto que, la gestión pública es un componente fundamental para el desarrollo del país, ya que abarca la planificación, implementación y evaluación de políticas gubernamentales. Su objetivo principal es mejorar la eficiencia, eficacia y transparencia en la administración de los recursos públicos para satisfacer las necesidades de la sociedad. Sin embargo, enfrenta diversos retos relacionados con la corrupción, la burocracia excesiva y la falta de innovación en los procesos administrativos.
Es así, que, como se dijo, uno de los principales desafíos que enfrenta la gestión pública en México es la corrupción. A pesar de los esfuerzos por fortalecer las instituciones de control y rendición de cuentas, la corrupción sigue siendo un problema que afecta la confianza ciudadana en el gobierno. Casos de desvío de recursos, conflicto de intereses y falta de sanciones efectivas han mermado la credibilidad del sector público.

Foto: María Alejandra Suárez Morales.
Otro problema importante es la burocracia, la cual genera procesos administrativos lentos y complicados que afectan la entrega de servicios públicos. La tramitología excesiva y la falta de digitalización en algunas dependencias gubernamentales dificultan la implementación de políticas eficientes y ágiles.
Además, la gestión pública se enfrenta al desafío de la falta de profesionalización de los servidores públicos. Aunque existen programas de formación y certificación, muchas decisiones en la administración siguen basándose en criterios políticos en lugar de técnicos, lo que impacta negativamente en la calidad del servicio público.
A pesar de los desafíos, en los últimos años ha habido avances significativos en la gestión pública en México, uno de ellos, es la adopción de tecnologías de la información y la digitalización de trámites han contribuido a mejorar la eficiencia en la prestación de servicios públicos. Por otro lado, la planeación estratégica basada en evidencia ha cobrado mayor relevancia. Programas como el Presupuesto Basado en Resultados buscan optimizar el uso de los recursos públicos mediante evaluaciones de desempeño y medición de impactos. Esto ha permitido que algunas políticas sean más efectivas y orientadas a resultados.
*La autora es Maestrante en Derecho Procesal Constitucional.
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