Más Allá del Arcoíris: Cuando el Marketing Opaca el Compromiso Genuino

por | Jun 27, 2025 | De Puño y Letra | 0 Comentarios

Por: Heidi Rangel Piñón*

Cada junio, el calendario de marketing de innumerables empresas se tiñe de arcoíris, celebrando el Mes del Orgullo LGBT+. Lo que debería ser una poderosa muestra de solidaridad y apoyo se ha transformado, en gran medida, en una frenética temporada de campañas publicitarias. Sin embargo, detrás de esta explosión cromática, surge una pregunta crucial que resuena con fuerza: ¿es esta avalancha de visibilidad un reflejo de un compromiso real o una estrategia más de relaciones públicas?

La percepción es clara: una significativa porción de la comunidad LGBT+ y de los consumidores en general sienten que el interés comercial supera, y por mucho, el apoyo genuino. En un entorno digital polarizado, donde una campaña puede volverse viral para bien o para mal en cuestión de horas, el foco se pone sobre una estrategia ya conocida como rainbow capitalism, que implica la incorporación de símbolos arcoíris en logos, empaques o anuncios sin un verdadero respaldo en políticas inclusivas, apoyo comunitario tangible o un cambio organizacional de fondo.

Foto: UN News.

Los consumidores de hoy, particularmente dentro de la comunidad LGBT+, son cada vez más perspicaces y detectan rápidamente cuándo una marca se sube al tren del Orgullo solo por oportunismo comercial; esta superficialidad, lejos de construir lealtad, expone a las marcas a un severo escrutinio público y a un daño reputacional significativo, pues la ausencia de acciones concretas detrás de los colores del arcoíris es una señal que una audiencia cada vez más informada no deja pasar por alto.

La anticipada derrama económica de tres mil millones de pesos durante el Mes del Orgullo LGBT+ en 2025 nos recuerda por qué tantas marcas globales se apresuran a adoptar los colores del arcoíris; sin embargo, este despliegue visual no siempre se corresponde con un reflejo real de apoyo a nivel interno o comunitario.

Lamentablemente, no es inusual ver marcas que decoran sus redes y lanzan productos de edición limitada, mientras mantienen operaciones en mercados con leyes discriminatorias o incluso han financiado campañas que van en contra de los derechos LGBT+.

El desafío, entonces, no es solo evitar el “pinkwashing”, sino comprometerse con acciones que verdaderamente marcan la diferencia: desde la organización de sesiones educativas sobre diversidad e inclusión hasta el fomento de una cultura laboral auténticamente inclusiva, pasando por donativos y colaboraciones sostenidas con asociaciones LGBT+. Solo así, el apoyo de las empresas dejará de ser una táctica de temporada para convertirse en un pilar genuino de cambio social.

En última instancia, el verdadero test para las marcas ya no reside en cuántos colores del arcoíris pueden desplegar en junio, sino en la autenticidad de su compromiso los 365 días del año. Es hora de que el marketing dé paso a la acción significativa, transformando los likes y las ventas de temporada en cambio social tangible. Solo así, cuando la estrategia se alinee con la convicción, las empresas podrán trascender el mero pinkwashing y realmente convertirse en aliados genuinos y respetados en la lucha por la inclusión y la igualdad.

*Es especialista en Comunicación Estratégica. Directora y Fundadora de Typ Media. Correo: [email protected] Sitio web: https://typmedia.agency/

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