Cuatro diplomáticos encargados de la gestión del Departamento de Estado renunciaron a su cargo esta semana, días después de la llegada al poder del nuevo presidente, Donald Trump, lo que deja un vacío de liderazgo en la administración de la agencia.
El cargo más importante entre los que renunciaron fue el subsecretario de Administración del Departamento de Estado, Patrick F. Kennedy, quien llevaba nueve años en el cargo y, según tres fuentes diplomáticas anónimas citadas por el Washington Post, quería mantenerlo bajo la Administración de Trump.
De acuerdo con el Washington Post, también renunciaron la subsecretaria de Estado para la Administración, Joyce Anne Barr; el subsecretario de Estado para Asuntos Consulares, Michele Bond, y el Embajador Gentry O. Smith, director de la Oficina de Misiones Exteriores.

Patrick F. Kennedy

Joyce Anne Barr

Michele Bond

Gentry O. Smith
Todos son funcionarios del servicio exterior que, subraya el diario, han desempeñado funciones lo mismo en administraciones republicanas que demócratas en el pasado.
La dimisión de esos altos funcionarios se suma a la salida de la dependencia del secretario de Estado Adjunto de Seguridad Diplomática, Gregory Starr, y el director de la Oficina de Operaciones de Edificios de Ultramar, Lydia Muniz.
Esto reduce el equipo de gestión al Departamento, lo que complica las cosas para el nominado por Trump como titular de Exteriores, el exjefe de la petrolera ExxonMobil, Rex Tillerson, quien carece de experiencia previa en el sector público pero que podría ser ratificado por el Senado estadounidense en los próximos días.
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