Desde la Urna

Un año nuevo siempre refrenda esperanzas y genera nuevos propósitos. Así será 2024 para los principales actores de la política, pero en un ambiente de intensa incertidumbre. El eje de todas las acciones serán las elecciones federales y locales en toda la República, aderezadas de los propósitos presidenciales y del desarrollo de la situación económica del país. Será un año en el que México redefinirá en su política, gane quien gane la Presidencia, y podría definirse también el sendero que guiará a nuestra democracia. Será un año de cambios, sorpresas, éxitos y desilusiones, no solo para la elección del titular del Poder Ejecutivo, sino también para nueve gubernaturas, la composición de los congresos locales y los más de mil 800 ayuntamientos que se elegirán este nuevo año.

Pero la incertidumbre que prevalecerá no es buena conseja. En primer término, al ser un año electoral, la principal certeza debería provenir de las autoridades electorales. Ni el Instituto Nacional Electoral (INE) ni el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) están en su mejor momento. Ciertamente, se puede contar con la certeza de que el INE organizará correctamente las elecciones, pero los desencuentros internos en el TEPJF y la falta de nombramientos clave en el INE no abonan al optimismo electoral, especialmente en relación con las tareas de resolución de quejas y fiscalización de los gastos partidistas.

En otro nivel, la incertidumbre sobre la integridad del proceso electoral tiene que ver con la equidad que requiere toda elección. A la fecha, el Presidente de la República no ha dejado de hacer comentarios que buscan incidir en el proceso electoral, ya sea desde la “mañanera” o en sus giras de fin de semana. En materia política, parte del debate se orienta a los anuncios del Presidente sobre su iniciativa para desaparecer a los órganos autónomos como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) o la Comisión Reguladora de Energía (CRE). El Presidente sabe que no cuenta con los votos en el Congreso para lograr su propósito. Sin embargo, el debate que se inició en diciembre anuncia dos cosas: (1) se busca distraer a la opinión pública con ese y otros temas para eludir analizar lo que realmente importa, como seguridad, salud o educación; y (2) queda claro que la lucha contra los órganos autónomos será uno de los elementos de la campaña de Morena, ya que su candidata proclama la continuidad como eje fundamental de su discurso. Si los deseos presidenciales permean la campaña, se incrementará la incertidumbre sobre la equidad que deberá prevalecer en la contienda. Habrá que esperar a las campañas que inician el 1 de marzo para observar el comportamiento de los funcionarios públicos y en especial del Presidente. Es claro que hoy existe una gran incertidumbre al respecto.

Por lo demás, en 2024 también prevalecerá la incertidumbre sana de toda democracia. Por más que se quiera construir la narrativa de que la elección ya está definida, y que Claudia Sheinbaum será la nueva presidenta de México, lo cierto es que falta mucho para que la ciudadanía se exprese en las urnas. Pensar de otra manera recuerda los años del hiperpresidencialismo y del partido único, cuando desde el momento del “destape” sabíamos quién gobernaría México el siguiente sexenio. Afortunadamente, esos años han pasado. La riqueza de una democracia es justo la incertidumbre sobre cómo una sociedad plural, con opiniones y posiciones múltiples, se expresará en las urnas.

El juego está abierto, este mes terminan las precampañas, y en adelante, si se respetan las reglas de la democracia, deberemos esperar dos cosas después de las campañas: (1) que el INE siga haciendo bien su trabajo y que el 2 de junio en la noche nos informe sobre las tendencias de la elección, y (2) que los derrotados reconozcan haber perdido. Ahí acabaría buena parte de la incertidumbre que prevalecerá durante este año nuevo.

Profesor Investigador de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Twitter: @ArturoSanchezG Facebook: Arturo Sánchez Gutiérrez (figura pública)