Desde la Urna

A partir del primero de mayo solo restan 33 días para llegar a la jornada electoral. Será otro mes de mucha actividad política, en el que se realizará el último debate entre las tres candidaturas presidenciales, antes del fin de las campañas, el 29 del mes.

No ha sido un proceso electoral terso y tranquilo como sería deseable, particularmente por la violencia que ha estado presente en los últimos meses. El Laboratorio Electoral (@Eleccionesymas) reportó, del 4 de junio de 2023 al 11 de abril de este año, 168 casos de violencia a personas directamente vinculadas al proceso electoral, 55 personas asesinadas, 28 de las cuales eran precandidaturas o candidaturas. Este hecho ya marcó estas elecciones y seguramente será importante tomar medidas novedosas para las siguientes.

Otro factor que hizo la diferencia este año fue la persistente y sistemática intervención del Presidente López Obrador en el proceso electoral. Es importante reiterar este punto, pues el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral no han dejado de insistir, más de 50 veces, en solicitarle al Presidente que se abstenga de emitir comentarios sobre la elección, los partidos y los candidatos, además de utilizar sus conferencias denominadas “mañaneras” para referirse a sus logros de gobierno, a pesar de existir prohibición expresa para hacerlo. Sin duda, se trata de manifestaciones que han roto la equidad en la competencia y que afectan la libertad de los electores para decidir sobre su voto.

Adicionalmente, preocupa de manera especial que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación haya operado con solo cinco magistraturas, a partir del 1 de noviembre del año pasado y al menos hasta el momento de escribir estas líneas. Las dos vacantes debieron haber sido cubiertas previamente por el Senado de la República, para lo cual la Suprema Corte envió las dos ternas oportunamente. El Senado simplemente omitió hacer los nombramientos correspondientes.

Esta situación pone en dificultades al Tribunal, pues justamente durante el proceso electoral se acumula una gran cantidad de recursos que deben ser desahogados oportunamente. Además, las vacantes obligan a la Sala Superior a llamar a uno o dos integrantes de sus salas regionales para estar en condiciones de validar la elección presidencial, pues la ley establece que se requieren de al menos seis magistrados para dicha validación. Sería la primera ocasión que tal situación se presentaría en una elección presidencial. El efecto es particularmente dañino para los comicios, porque se incrementan los niveles de incertidumbre sobre las reglas que operarán justo en la elección más importante. El Tribunal deberá empezar por definir los criterios y procedimientos con los cuales los cinco integrantes de la Sala Superior nombrarán a quién o quiénes completen el Pleno.

Finalmente, durante mayo, las campañas en toda la República cerrarán a tambor batiente en todas las entidades, en cada distrito, federal o local, y en cada municipio. Seguirán acumulándose quejas y denuncias de una campaña contra otra y se intensificarán las polémicas en el seno de los consejos de todas las autoridades electorales. Nada novedoso.

Por lo demás, el INE continuará durante mayo con los últimos preparativos de la jornada electoral y, como lo han reiterado los integrantes del Consejo General, la elección va y el 2 de junio tendremos elecciones bien organizadas con todas las de la ley. Para ello, la experiencia y capacidad del Servicio Profesional Electoral en toda la República es una garantía. La jornada electoral se acerca y la diferencia la hará la participación de todos. La intensidad de las campañas y la polarización que se ha generado en todo el país auguran una gran participación. Ojalá sea así por el bien de nuestra democracia.

Profesor Investigador de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey.
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(figura pública)