Todos los ciudadanos utilizamos la nube para guardar información como fotos, videos, documentos, etcétera, pero, ¿por qué el gobierno no la utiliza para tener un mejor control, eficiencia y velocidad en los servicios que ofrece?

Esta pregunta se responde desde varias vertientes: la primera, es que en México existe una resistencia al cambio; en segunda, no se quiere invertir en la modernización tecnológica, cuando ésta puede lograr ahorros millonarios a futuro. Según Martínez (2016, p.6), menciona que “la computación en la nube puede disminuir el capital invertido en energía eléctrica, ya que no se necesita tenerlos en las oficinas”.

Lo anterior es un ejemplo de las grandes ventajas que puede traer consigo la digitalización, es por eso que los gobiernos deben adaptar sus servicios de acuerdo con los tiempos en que vivimos, aprovechando al máximo la apertura tecnológica.

Son muchos los países que se han aventurado al reto de digitalizar todas sus operaciones, entre estos:

1. Estonia: su historia comienza en los años 90 tras la separación de la Unión Soviética; arrancó de cero y sin dinero, motivo que impulsó a reducir los gastos de operación al mínimo, ya que la administración pública y la burocracia son muy caras; apostó por tecnología, y ahora, 99 por ciento de sus trámites es en línea, tan solo los movimientos inmobiliarios y los compromisos maritales exigen presencia física, el papel desapareció en el año 2000 (Collera, 2018). Tanto que los ciudadanos de Estonia pueden estar en otros países y realizar sus trámites, pero mejor aún, toda su población podría irse a otro territorio y empezar una nueva vida, ya que todos los datos están en sus servidores.

2. Dinamarca: en 2016, este país ocupaba el noveno lugar en el ranking de gobierno digital de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y hoy en día, es el primer lugar (Apolitical, 2018), lo que ha generado la confianza de los ciudadanos con respecto a sus instituciones, gracias a la Administración Pública Digital. El uso de los datos de los ciudadanos es público, pero también representa un delito utilizarlos sin consentimiento, la identidad digital es obligatoria, así como el uso de los trámites todo debe ser digital por ley, y tienen un correo electrónico único para comunicación con sus autoridades.

Son muchos los gobiernos que han incursionado en el gobierno digital, tratando de migrar toda su información a espacios virtuales, con el firme objetivo de mejorar y, a su vez, reducir los tiempos de respuesta a trámites y servicios, facilitar el acceso a la información, fomentar la participación ciudadana, garantizar la transparencia y rendición de cuentas.

Por otra parte, se deben plantear estrategias para aquellos que tienen resistencia al cambio y que no se desprenderán fácilmente del gobierno de papel, es decir, quienes desean llevar consigo siempre un comprobante sellado e impreso para justificar sus trámites o pagos, así como aquellos que no tienen acceso aún a teléfonos móviles, lo que ha frenado en muchas partes del mundo la digitalización.

Por último, no hay que tener miedo a la innovación, pues es lo único que ha llevado a los países al progreso; solo es cuestión de voluntad, tanto política como ciudadana, para dar un paso hacia el futuro.

*Consultor político y Director General de GOBERNA DIGITAL.