Defienden derechos humanos

por | Ene 1, 2013 | Ciudadanía, Enero 2013 | 0 Comentarios

MazoLitiga Olé es una organización que se crea en 2009. La fundamos dos personas, Luis Miguel Cano y yo, quienes nos dedicábamos desde 2004 al litigio estratégico de derechos humanos. Antes estuvimos trabajando en una organización que se llama Fundar, en análisis de investigación y coordinado un proyecto de litigio estratégico de derechos humanos, pero cada vez llegaban más casos, incluso algunos que rebasaban el objeto social de la organización, como algunos casos medioambientales. Entonces, en 2009 decidimos separarnos de la organización y crear justamente Litiga Olé.

Primero nos constituimos y luego nos registramos ante el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) para ser considerados como una organización de la sociedad civil. Entonces teníamos un equipo formado básicamente por estudiantes, muchos practicaban su servicio social con nosotros.

En realidad los casos que veníamos litigando en la anterior organización se fueron con nosotros a Litiga, y bueno, trabajo sobraba. En realidad siempre hay mucho qué hacer en estos temas, pues básicamente dimos continuidad a algunos de los casos y poco a poco fueron cayendo otros.

Nos hemos dado a conocer y se han ido acercando personas u organizaciones que desean promover una causa determinada.

En la organización consideramos que la práctica de litigio estratégico en materia de derechos humanos, más que defender casos en concreto en el tema, se orienta defender causas, las causas que están detrás. Lo que se busca con esto es lograr un precedente judicial que obligue a cambiar, ya sea una legislación o una práctica que sea violatoria de derechos humanos.

CASOS Y BENEFICIADOS.

Algunos logrosComo organización en realidad no tenemos una temática específica. Lo único es que no nos dedicamos al tema penal, por ejemplo a cuestiones de privación de la libertad, torturas, todas estas cosas no las defendemos porque es una responsabilidad muy grande si no tienes la experiencia, y nosotros consideramos que no tenemos la experiencia en el ámbito penal.

Nuestro fuerte es el litigio en materia de amparo ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, y recientemente nos acabamos de estrenar ante el Sistema Universal de Naciones Unidas. Los casos o los derechos que más hemos llevado tienen que ver con cuestiones medioambientales, con derecho a la información, libertad de expresión, derecho a la salud, derechos de las personas con discapacidad, cuestiones de independencia judicial, derechos de las mujeres, básicamente y a grandes rasgos.

Nosotros no trabajamos caso por caso. No tenemos abierta la oficina para recibir y atender a víctimas de todo tipo de violaciones de derechos humanos. La mayoría tienen que ver con organizaciones de la sociedad civil que se nos acercan. Nos plantean sus casos y vemos si hay una causa detrás que defender. Vemos si está dentro de nuestro campo de posibilidades y conocimiento de los juicios y si tiene oportunidad, cuánto tiempo podría tardar, etcétera.

Nos hemos ido especializando en determinadas formas de promover nuestros casos y por eso hemos destacado. La mayoría llegan a la Suprema Corte de Justicia en el ámbito nacional y esto tiene una ventaja, porque finalmente se puede lograr un precedente judicial de mayor jerarquía en el país, que ordena a los demás tribunales a continuar con una práctica o suspenderla cuando sea violatoria de los derechos humanos.

LA GANANCIA: EL CAMBIO SOCIAL.

Graciela RamírezSí cobramos por nuestros servicios, dependiendo de las posibilidades de quien está solicitando el apoyo, de quién es la víctima de violaciones, y dependiendo también de la dificultad del caso es a veces lo que tomamos en cuenta. Pero en realidad es algo simbólico, lo que te quiero decir con esto es que no se puede vivir de esto nada más. Es una asociación civil, en realidad no tiene fines de lucro sino simplemente se mantiene.

De hecho la gente que trabaja con nosotros no cobra un quinto. Ahorita estamos en realidad cuatro personas nada más, de los cuales son tres estudiantes y yo. Hemos tenido más, pero evidentemente los estudiantes van a hacer sus maestrías, luego regresan, nos donan un poco de su tiempo, pero básicamente es voluntariado.

Actualmente tenemos más o menos como 40 casos. Es una gran satisfacción saber que tienes el privilegio de conocer una herramienta como lo es el derecho, y utilizarla para alcanzar cambios sociales de trascendencia, creo que no tiene precio. Eso es lo que me motiva.

Por supuesto que también está lleno de frustraciones, y uno se topa con pared cuando está litigando estos casos, hay una reticencia de las autoridades para entender su trascendencia, pero lo cierto es que cuando logras hacer un cambio, por más mínimo que éste sea, que cambia la vida de una persona, te llena de energía como para seguir haciéndolo, y creo que no hay satisfacción profesional mayor que ésta.

Claudia Sáenz

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