La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y Nestlé trabajaron en la iniciativa “Impulso Joven – Porque la juventud importa”, con el fin de proporcionar a jóvenes recursos y competencias necesarias para desarrollar proyectos innovadores que tengan un impacto social positivo en sus comunidades.

Foto: UNESCO.
Tras un proceso de evaluación y selección por un jurado internacional de jóvenes y expertos, tres proyectos de transformación social de jóvenes y colectivos juveniles de México obtuvieron un capital semilla de 10 mil dólares por parte de este programa.
Las juventudes, en particular las mujeres jóvenes, están más expuestas a contextos de desigualdad. Sin embargo, siguen demostrando su capacidad para transformar sus comunidades en búsqueda de un cambio global.
Propuestas ganadoras
Se seleccionaron 20 proyectos como parte de Impulso Joven de entre 900 propuestas de organizaciones juveniles y jóvenes de entre 18 y 29 años de América Latina y el Caribe; tres de las 20 iniciativas fueron de México.
Earth-IoT: Conectando el Campo, correspondiente al área temática de Acción Climática y Sostenibilidad, impulsado por Ángeles Marcial Mejía, una joven de la Mixteca Poblana, es una propuesta agrotecnológica para fortalecer a pequeños y medianos productores agrícolas, algo que además abonaría a las estimaciones de la generación de 8.4 millones de empleos para la juventud por parte del sector de la economía verde, de aquí al 2030.
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La enfermedad de la que nadie habla en el pueblo, enfocada al área de Salud Mental y Bienestar. Alrededor de un 80 por ciento de las y los jóvenes de todo el mundo están expuestos a la depresión y el sentimiento generalizado de desesperanza dado el contexto de múltiples retos que enfrenta el mundo en temas de igualdad y prosperidad.
Sin embargo, las personas usuarias de lenguas indígenas se enfrentan a un doble desafío ya que no cuentan con acceso a la información o a servicios de salud mental en su propia lengua, por esta razón, el proyecto de Erika Hernández Cuevas y Eduardo Ezequiel Martínez Gutiérrez, de la Red de Intérpretes y Promotores Interculturales, beneficia inicialmente a más de 1 millón de personas en Oaxaca que pertenecen a un pueblo indígena.
Leyendo mis emociones: educación emocional para niños migrantes en la frontera México-EUA, también sobre Salud Mental y Bienestar. Alejandra Morales Torres, emprendió un proyecto desde Tamaulipas sobre educación emocional a través de la lectura para infancias migrantes, que también se fortaleció por el programa de la UNESCO y Nestlé, para crear espacios seguros y apoyar a los procesos de adaptación, integración y resiliencia.
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