Después de la fuerte caída provocada por la crisis económica de 2009 y 2010, los parques industriales en México enfrentan actualmente un escenario favorable. Los crecientes costos de producción en China han obligado a varias empresas a voltear a nuestro país para instalar sus plantas y aprovechar la cercanía geográfica con Estados Unidos.
Asimismo, la consolidación que se ha observado en suelo nacional de industrias como la automotriz, la aeroespacial y la electrónica se ha convertido en un gran atractivo para firmas trasnacionales.
En entrevista con Alcaldes de México, Claudia Ávila Connelly, directora de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), explica que nuestro país no ha dejado de ser competitivo por su situación geográfica. Aunque México pague salarios más altos que otras regiones del mundo, varios proyectos se quedan aquí debido a la necesidad de atender al mercado americano.
“Las empresas exigen a sus proveedores instalarse junto a ellas para cumplir con los tiempos de entrega. Eso le da una gran ventaja a México, pues estos proveedores requieren ubicarse en lugares que les den la garantía de operar de manera óptima, donde se cuente con todos los servicios.
Esta es la ventaja que ofrecen los parques industriales de nuestro país”, refiere Ávila Connelly.
ALTOS COSTOS EN CHINA
Durante los últimos años, en México se ha visto la llegada de empresas de los ramos automotriz, aeroespacial, farmacéutico, de equipamiento médico y de electrodomésticos, que se han establecido en los terrenos industriales.
“Hay otro tipo de compañías que sí son más sensibles al costo, por lo que la ubicación no es determinante, como las plantas maquiladoras que se fueron a China. Pero ahora, ante los problemas de inflación que viven los países asiáticos, varias fábricas regresan a nuestro territorio, además de que la logística desde Asia es complicada.
Para viajar a México, sólo le toma cuatro horas de vuelo a un directivo. Trasladarse hasta Asia implica mayores gastos”, destaca Claudia Ávila.
Firmas como Cisco, Foxcon o Flextronic han anunciado en fechas recientes su regreso a México, presionadas principalmente por los altos costos en China. En este punto destaca el incremento promedio de casi 22 por ciento que han recibido los salarios mínimos en las provincias de ese país, situación que encareció la producción para las empresas.
Ante este escenario, los parques industriales mexicanos aspiran a recuperar los niveles de ocupación que tenían previamente a la crisis. Un parque industrial, en grados óptimos de operación, tiene una capacidad instalada de 95 por ciento. En nuestro país, entre 2008 y 2010, dicho indicador cayó de 92 a 80 por ciento.
“Al bajar la demanda, principalmente en el sector automotriz, muchos proveedores redujeron su producción, e inclusive cerraron, lo cual provocó que se cancelaran arrendamientos y otros ya no se renovaron o redujeron su tamaño por la mala situación económica. A partir de la recuperación que se dio en 2011 se comenzó a llenar de nueva cuenta la capacidad instalada que se encontraba vacía”, relata la directiva.
BAJÍO, EL FAVORITO
En 2012, además de llenar los espacios que aún se mantienen —se calcula que la ocupación es de 87 por ciento—, también surgió la necesidad de abrir nuevos parques industriales. Con la llegada de Honda a Guanajuato o de Nissan a Aguascalientes y la ampliación de inversiones de Bombardier en Querétaro, se advierte que el Bajío genera mayor demanda.
Siempre que llega una nueva inversión de cualquier sector se necesita un terreno a un lado para los proveedores. Dicho parque no lo genera la firma, sino que los proveedores se alían con un desarrollador para que se encargue.
“También estamos viendo en otras zonas necesidades, no de manufactura sino de logística, debido a que se requiere de una mejora en la distribución de productos por el incremento en la demanda. A partir de ahí vemos la apertura de nuevos parques en el Estado de México, en el área conocida como Perinorte, así como en el sur del país, concretamente en el estado de Tabasco, ya que es una región que se aprovecha para legar a Centro y Sudamérica. Está también la construcción de otros desarrollos en Baja California y Nuevo León”, refiere Ávila Connelly.
Sin embargo, la inversión no le ha dado un cheque en blanco a México, porque si bien la coyuntura mundial ha causado la mudanza de empresas, éstas pueden retirarse en cualquier momento si no tienen todas las garantías.
La representante empresarial destaca que, por la inseguridad, se ha desacelerado la inversión que tradicionalmente captaba Nuevo León. También se ha observado la reubicación de varios proyectos a otros estados, ya que algunos que iban a la frontera norte o a Nuevo León ahora analizan establecerse en el Bajío.
GENERAR PROVEEDURÍA LOCAL
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Sergio Cervantes Rodiles, considera que la nueva fase de expansión de los parques industriales también se explica por lo que considera un reconocimiento a la mano de obra mexicana que, además de representar costos competitivos, ha demostrado estar altamente capacitada para realizar la manufactura de grandes firmas que se fueron a Asia y ahora regresan a México, o de marcas del sector automotriz.
“Con esto vienen cosas interesantes para la industria mexicana”, asegura el líder empresarial. “Se demuestran las ventajas competitivas, principalmente en logística y costos, que aprovechan las grandes empresas. Ha llegado inversión, no sólo de sectores en los cuales por años se ha consolidado el liderazgo de México, sino de otros que pueden desarrollarse y dar mayores empleos para la población.
En electrónica, por ejemplo, somos los principales fabricantes de refrigeradores y esto puede ampliarse a muchos más productos.”
No obstante, Cervantes Rodiles hace una advertencia: “El reto es que más empresas locales puedan instalarse en parques industriales y desarrollen la proveeduría de las multinacionales. Me parece que es una buena oportunidad, después de la crisis de 2009, de transformar a la industria en México”.
INSEGURIDAD Y CERTEZA JURÍDICA
En opinión del presidente de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin), Javier Funtanet Mange, si bien los parques industriales han mostrado un fuerte desarrollo en el país, llevar sus beneficios a un mayor número de ciudadanos exige detonar proyectos de infraestructura integrales, que garanticen la viabilidad de más espacios de este tipo como fuentes de empleo.
Por ejemplo, refiere Funtanet, estas acciones deben acompañarse de la edificación de zonas habitacionales cercanas a los lugares de trabajo, lo que como consecuencia impulsará el desarrollo regional.
Los entrevistados coinciden en señalar, como un desafío para la habilitación de nuevas zonas industriales, la incertidumbre jurídica que existe en varios estados sobre la tenencia de la tierra y la prestación de servicios básicos, entre otros.
Si bien el aparato productivo vive a la expectativa de las condiciones económicas nacionales y del extranjero, existen otros factores a considerar dentro de nuestro territorio, como la seguridad pública, las fallas en logística y el costo de los insumos. También influye la sobrerregulación, ya que en algunos casos los permisos pueden tardar hasta dos años. Además, falta hacer mayor promoción en el extranjero sobre las ventajas que ofrece nuestro país como un buen lugar para recibir este tipo de desarrollos.
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