Por: Pablo López, Coordinador de la Iniciativa Ciudades con Futuro de CAF –Banco de Desarrollo de América Latina
El surgimiento y tendencia de las ciudades inteligentes (también conocidas como smart cities) marca una revolución en la forma de vida de los habitantes, modificando algunas de sus costumbres y actividades, como la movilidad y la eficiencia en tareas cotidianas.
Las ciudades de Latinoamérica se encuentran en un periodo de evolución constante. La óptima gestión de urbes modernas que logren un mayor crecimiento e innovación gracias al aprovechamiento de las nuevas tecnologías, es una prioridad en la agenda de diversas instituciones enfocadas en el fortalecimiento de los beneficios de aglomeración, productividad y bienestar de las grandes urbes, por ejemplo, CAF -banco de desarrollo de América Latina.
El crecimiento de la urbanización hace necesario tener una perspectiva integral del desarrollo urbano, partiendo desde la base de la sostenibilidad de las grandes localidades. El surgimiento y tendencia de las ciudades inteligentes (también conocidas como smart cities) marca una revolución en la forma de vida de los habitantes, modificando algunas de sus costumbres y actividades, como la movilidad y la eficiencia en tareas cotidianas. Estas metrópolis tienen características por las que se reconoce su carácter de inteligente, entre las que podemos mencionar: planificación urbana, movilidad, gestión pública y gobernanza, proyección internacional, conexión tecnológica y sustentabilidad.
México es un país cuyo desarrollo urbano es significativo para América Latina, siendo el tercero en toda la región en cuestión de avance en materia tecnológica para enlazar a las localidades. Entre las principales entidades donde la modernidad es cada vez más notable se encuentran Jalisco, Ciudad de México, Querétaro y Puebla, lugares donde las construcciones del futuro están dando pasos acelerados hacia un ecosistema inteligente e innovador.
“Las ciudades inteligentes son las que darán respuesta a las diversas necesidades urbanas en una prospectiva inmediata; por medio de la interconexión y será más sencillo comunicar a sus habitantes gracias a una infraestructura conformada por edificios sostenibles y entornos agradables para los habitantes. Para esto es necesaria la actualización e innovación de los programas que fomentan el desarrollo y fortalecimiento de estas nuevas estructuras que, por consecuencia, resultan en beneficios para la población”, dijo Pablo López, especialista
de la Vicepresidencia de Desarrollo Social de CAF.
Con esto en el foco de atención y, con el objetivo de promover una eficiente gestión urbana, enfocada en la mejora del acceso a bienes, servicios de mejor calidad y oportunidades socioeconómicas, recreativas y culturales, y contribuir a la productividad e inclusión social de las grandes metrópolis, la estrategia de CAF brinda un nuevo enfoque estratégico para la intervención urbana hacia distintos sectores.
Por medio de la promoción de acciones en tres ejes de trabajo: inclusión, productividad y resiliencia, CAF concentra sus esfuerzos en pro de ciudades más cohesionadas, conectadas y con servicios universales de calidad; donde el capital humano y la fortaleza institucional sean protagonistas; además la gestión urbana requiere flexibilidad e innovación en la estructuración de proyectos y en la integralidad en su abordaje, para responder a las necesidades de las alcaldías con visión a futuro.
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