Infinidad de gobernantes han jurado y perjurado terminar con la problemática del deterioro de las vialidades, convirtiendo la porquería de calles en una hermosa utopía.
Los municipios enfrentan su día a día con severos daños en sus vialidades. En primera, porque la mala calidad de las obras que se ejecutan sale a relucir a la primer tormenta; y en segunda, porque muchos presidentes municipales creen que tapando baches, poniendo parches, tendrán vialidades de primer mundo.
La realidad es que urge darle voz a los baches, porque son ellos quienes nos dirán qué tan omiso ha sido la autoridad municipal. Y es que vemos a diario en no pocos municipios del país que el tema de las vialidades es un tema modelo, pues de ese se cuelgan los ediles para justificar su trabajo: reencarpetan vialidades, compran cientos de toneladas de mezcla asfáltica para parchar las avenidas, o parchan las calles por las que habrá de pasar su gobernador, cuando venga a inaugurar algún comedor comunitario.
Es hermoso, y nótese la ironía, ver como el alcalde asiste con todo su cabildo a inaugurar el mantenimiento a vialidades, con el famoso bacheo. Salen con sus banderas fluorescentes a querer decirle a la ciudadanía que están trabajando, que están dando resultados y que su voto valió la pena; cuando en realidad por obligaciones no se debiera hacer escándalo, sino cuando lo extraordinario sea su logro de gobierno. Para cosas ordinarias es su obligación.
Insisto, hay que darle voz a los baches, son los que más contacto tienen con la ciudadanía, con su patrimonio, con sus necesidades; es en donde cae el pueblo, en donde se pone a prueba su economía, su paciencia. Ya quisieran los gobiernos municipales tener tanto contacto con el pueblo como los baches.
Y no es mal consejo señores presidentes municipales, eliminen esa barrera que les impide estar en contacto con el pueblo. Democraticen los baches, denles voz en lugar de espacio, que al fin y al cabo, en las próximas elecciones, serán los baches quienes hablen, quienes hagan campaña y quienes decidan el futuro del municipio.
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