He escuchado recurrentemente decir a muchas personas que no votarán en las próximas elecciones, que lo consideran una pérdida de tiempo pues nada va a cambiar; sin embargo, hay que explicarles que sin nuestro voto solo ejercerán su sufragio los ciudadanos que son estructuras de un partido, y entonces sí, todo seguirá igual o peor.
Debemos entender que el no votar solo va a darle continuidad a que otras personas tomen la decisión por nosotros. Comprobado está que casi la mitad del electorado no vota, y eso es alarmante porque entonces, la toma de decisiones en realidad está quedando en una minoría considerable.
Me explico: si en una elección para presidente municipal, donde hay 100 mil ciudadanos, vota el 57 por ciento, y son 5 candidatos los que están en la competencia, y el ganador logró 21 mil votos, en realidad, es el 21 por ciento el que está decidiendo por todo el municipio y eso es lo que hay que analizar y comprometernos con la vida política de nuestra comunidad.
Zafarnos de participar en la elección con el argumento de que «a mi no me interesa la política», es afirmar también que no te interesa tu futuro, porque si bien es cierto que en la mayoría de las ocasiones no hay a qué candidato irle, anular nuestro voto o no ejercerlo es la peor decisión que uno puede tomar.