Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible tienen metas que están relacionadas con el trabajo diario de los gobiernos locales. Al ser proveedores de servicios básicos, su tarea afecta de manera directa a la gente que los habita.
En 2015, México formó parte de los 193 países que adoptaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en la sede de la Organización de las Naciones Unidas. Esta Agenda constituye la nueva Carta Social del Siglo XXI y uno de los compromisos multilaterales más ambicioso de los últimos años. Es la hoja de ruta para redefinir el desarrollo –económico, social y medioambiental- a favor de nuestras generaciones futuras, y un instrumento para diseñar la política pública de todos los países, por primera vez, sin importar su nivel de desarrollo.
Cuando México asumió la Agenda 2030, el Presidente Enrique Peña se comprometió a hacer una política de Estado y una misión colectiva. Por ello, a lo largo de estos tres años su cumplimiento se ha traducido en diversos mecanismos institucionales que aseguran su continuidad dentro del andamiaje de desarrollo del Estado mexicano.
Para ello impulsamos que, desde el liderazgo de la Oficina de la Presidencia de la República, se impulsara este nuevo paradigma transformativo y una arquitectura institucional y normativa para su implementación de manera incluyente. Después de diversas gestiones, diálogos y aprendizaje mutuo con otros países federales, hoy podemos anunciar que contamos a nivel federal con el Consejo Nacional de la Agenda 2030, establecido en 2017, el cual está integrado por las diversas dependencias de la administración pública federal, sociedad civil, sector privado y academia. Todo ellos trabajan en seis comités para asegurar la implementación de tan importante proyecto a largo plazo que aspira a cumplir 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y 169 metas que nos hemos propuesto alcanzar para el año 2030.
En mayo de 2018, se celebró la primera sesión del Consejo Nacional, en la que se adoptaron el programa de trabajo y los lineamientos de operación del Consejo; y se lanzó la Estrategia Nacional de la Agenda 2030. También se reformó el Decreto del Consejo Nacional, para que representantes de la sociedad civil, iniciativa privada y academia se integren al Consejo Nacional con voz y voto, y la Ley de Planeación para el presente ejercicio fiscal, con el objetivo de alinear el presupuesto con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Paralelamente, contamos ya con la Comisión para el cumplimiento de la Agenda 2030 de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), y los 32 estados y 300 municipios de la República ya tienen un Consejo –estatal o municipal- de la Agenda2030. A lo que se suma el respaldo del Grupo de Trabajo de Seguimiento Legislativo, compuesto por las comisiones de ese poder.
Lo descrito es sólo una parte de todo lo que se ha hecho, es encomiable y halagüeño. Sin embargo, todos los esfuerzos nacionales no serán suficientes sin el activo involucramiento de los gobiernos locales. La colaboración y compromiso de los municipios es fundamental, como el eslabón más cercano al ciudadano, indispensable para llevar las mejores prácticas a nivel global, a lo local, a través de su función principal de brindar servicios básicos a la ciudadanía.
Por un lado y desde el gobierno federal el mayor reto es lograr “aterrizar” esta Agenda centrada en el ser humano y asegurar su implementación efectiva, de la mano de nuestro Plan Nacional de Desarrollo, con el que es plenamente compatible. Por el otro lado y desde la perspectiva local, el desafío reside en una planeación adecuada para el desarrollo municipal que tome en cuenta una hoja de ruta clara para volver más eficiente la gestión pública, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible como fin. Un reto adicional es la de generar sinergias entre los tres niveles de gobierno y nuestras instituciones públicas, bajo una colaboración estrecha a favor de los ODS.
De particular relevancia ha sido el respaldo del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) para llevar la medición de estas metas a nivel de cada estado, municipio y en su caso, ciudad. Así como del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) para incorporar la medición de la pobreza multidimensional, conforme al ODS 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
En el caso del trabajo municipal, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible tienen metas que están relacionadas con el trabajo diario de los gobiernos locales. Al ser proveedores de servicios básicos, su tarea afecta de manera directa a la gente que los habita. Pensemos tan sólo en el suministro de agua, la planeación urbana, inversión en infraestructura, patrones de consumo, gestión de residuos o seguridad pública. Todos estos aspectos están contemplados en este instrumento que fue negociado durante varios años por expertos en desarrollo de 193 países.
En este sentido, considero que lo más trascendental para lograr el mayor impacto de la Agenda2030 a nivel local reside en una planeación pragmática que contemple cuatro puntos: En primer lugar un diagnóstico adecuado basado en la realidad de cada municipio. En segundo lugar un diseño de políticas públicas orientadas de manera específica en los ODS y sus metas construidas para atender retos concretos. En tercer lugar, la realización de un monitoreo y medición del progreso coherente. Finalmente, que estos planes estén fundados en las tres dimensiones del desarrollo: la económica, la social y la medioambiental. A ello agregaría la creación de alianzas con el sector privado, la academia y la sociedad civil. Para lograrlo es necesario un sistema de recaudación fiscal eficiente, pero sobre todo transparente, que provea de recursos suficientes a las medidas que se adopten; así como valernos de la innovación tecnológica, para simplificar procesos y lograr un mayor alcance.
Con apoyo de los ODS, los municipios pueden ser catalizador de cambio en muchas áreas de desarrollo y generar que sus comunidades y ciudadanos los adopten. A continuación destaco algunas:
ODS1. Poner fin a la pobreza: los gobiernos locales son fundamentales para identificar a las personas más vulnerables en sus comunidades, así como para hacer un diagnóstico sobre sus necesidades específicas que les permitan escapar del círculo de pobreza. Las siete metas que busca este objetivo, son a su vez una importante hoja de ruta.
ODS2. Hambre cero: Los gobiernos locales tienen la tarea de gestionar los recursos naturales que permitan garantizar la seguridad alimentaria. Tanto en zonas rurales como urbanas, los gobiernos locales tienen un papel fundamental en asegurar que las personas tengan acceso a alimentos saludables, preservando al mismo tiempo los ecosistemas y biodiversidad de su territorio.
ODS3. Salud y bienestar: Los gobiernos locales tienen también la responsabilidad de aumentar el acceso a los servicios de salud, así como de identificar necesidades específicas de la población en todas las edades. La propagación de enfermedades se puede reducir mediante una mejora en la gobernanza a nivel local. Asimismo, tienen la tarea de proveer servicios básicos como agua y saneamiento de conformidad con el ODS 6, donde nuevas tecnologías como la inteligencia artifical, pueden contirbuir a evitar la pérdida de este recurso vital.
ODS4. Educación de calidad: A nivel local se pueden identificar de manera tangible y directa carencias básicas, así como necesidades educativas específicas. En este tenor, los gobiernos locales pueden proponer soluciones concretas que respondan a sus particularidades geográficas, culturales y económicas; e impulsar la educación y capacitación del futuro de nuestras juventudes.
ODS5. Igualdad de género y empoderamiento de las mujeres: Este objetivo fue una de las aportaciones más importantes del México a la Agenda, además de ser el tema de la igualdad de género un elemento transversal en toda la agenda. Los gobiernos locales tienen un papel fundamental para alcanzar este ODS y sus metas, principalmente por dos razones: 1) tienen información de primera mano para identificar y solucionar la violencia de género; 2) pueden llevar a cabo políticas que eliminen las barreras y garanticen un acceso igualitario a las mujeres, tanto en el ámbito laboral como en los cargos electorales; además de fomentar estos principios a favor de las niñas y adolescentes.
ODS6. Energía asequible; industria, innovación e infraestructura; acción por el clima; ecosistemas terrestres: Los gobiernos locales desempeñan un papel fundamental en este grupo de ODS 7, 9, 13 y 15, vinculados a un crecimiento económico respetuoso de la naturaleza. Como guardianes de la gestión y protección de los recursos naturales, así como de los efectos del cambio climático y los desastres naturales, sus políticas de planeación urbana, promoción de las pequeñas industrias y mantenimiento de infraestructura no pueden estar ajenas a la protección de su entorno natural.
ODS8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos. Cada vez más, el papel de los municipios resulta fundamental para generar un ambiente propicio a la creación de industrias, servicios y empleos. Y con ello, mantener sociedades prósperas y estables. Este objetivo puede ser impulsado a través de la educación en la innovación tecnológica a fin de asegurar la mano de obra calificada que requieren los empleos del futuro.
ODS10: Reducir la desigualdad en y entre los países. México fue también un gran impulsar del ODS 10, partiendo de la gran desigualdad social que aún debemos superar, la cual caracteriza a su vez a América Latina como una de las regiones con mayores contrastes. Y de manera especial, introdujimos el ODS 16, dedicado a alcanzar sociedades justas, pacificas e inclusivas.
En tanto que todos los países coincidimos en establecer el ODS 17, a favor del establecimiento de alianzas con diversos actores sociales. Lo anterior, al reconocer que los gobiernos no podemos actuar solos, y requerimos de nuestras sociedad civil, sector privado, academia y de organizaciones internacionales y regionales que, como la ONU, tienen como propósito apoyar a los estados y ciudadanos.
El enfoque de la Agenda 2030 plantea a la gobernanza como un proceso de interacción entre actores gubernamentales y no gubernamentales, para formular y aplicar políticas públicas en el marco de un conjunto de acciones que forman nuevos modos de relacionar a las autoridades gubernamentales con los ciudadanos, las cuales resulten en una gestión pública más eficiente. Se trata un plan de acción para todas las personas ya que solo de manera colaborativa podremos alcanzar sus objetivos.
En suma, a lo largo de los 17 Objetivos y 169 Metas de desarrollo sostenible hay un amplio marco de oportunidad para la participación de las autoridades locales y municipales. Y precisamente en sus planes y programas de gobierno se podrán realizar los mayores avances para su cumplimiento.
La participación e involucramiento de las autoridades locales y municipales es fundamental cuando se trata del acceso, asequibilidad y provisión de servicios, empezando por las unidades más pequeñas de gobierno, y aquellas más alejadas y necesitadas.
De ahí, la importancia de que los alcaldes y concejales conozcan más la Agenda 2030 y se difunda de una manera amplia entre la población. Después de todo, esta nueva carta social del siglo XXI tiene el objetivo de no dejar a nadie atrás. https://www.gob.mx/agenda2030
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