Protegen pulmón de San Miguel de Allende

por | Feb 1, 2014 | Ecosustentable, Febrero 2014 | 0 Comentarios

InvernaderoEl jardín botánico El Charco del Ingenio está ubicado en una reserva ecológica de San Miguel de Allende, Guanajuato. Este pulmón natural retiene 80 por ciento del agua de lluvia que cae en la región, gracias a una presa de cantera construida a principios del siglo XX, lo cual es de gran ayuda para evitar inundaciones en el municipio.

El lugar comenzó a operar en 1991 por iniciativa de la organización civil que lleva el mismo nombre de la reserva, la cual es responsable de la Zona de Preservación Ecológica, que actualmente comprende 70 hectáreas en las cuales habitan más de 10 mil especímenes de 488 especies de plantas. La mayor parte de la colección está conformada por cactáceas, agaváceas y bromelias.

Mario Hernández Peña, director general del jardín botánico, explica que el objetivo inicial del proyecto consistía en evitar la expansión de la mancha urbana, pero hoy día también es un espacio de preservación, educación ambiental e investigación científica de gran importancia para los habitantes de San Miguel, ya que también ayuda a limpiar el aire de la demarcación.

Los visitantes pueden acceder a una red de senderos vigilados que los conducen a exhibiciones de plantas, miradores, santuarios de aves, ruinas históricas y un jardín interactivo para niños. También es un sitio ideal para caminar, ejercitarse, meditar o simplemente disfrutar de la naturaleza.

AMPLIA DIVERSIDAD

Mario HernándezLas plantas de El Charco del Ingenio —considerado como el segundo jardín con la colección más grande de especies de cactáceas del país, después del jardín botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)— fueron recolectadas en diversas regiones del país, lo cual no ha sido una tarea sencilla, apunta Hernández Peña, ya que para lograrlo se requiere de un permiso especial de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y agrega que la colaboración de esta dependencia ha sido de gran ayuda.

El funcionario refiere que un ejemplo del éxito del trabajo conjunto es la designación que la dependencia le otorgó a la reserva como Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), lo cual le otorga facultades a la organización civil para recolectar ejemplares en todo el país. Mario Hernández apunta que en El Charco del Ingenio se pueden encontrar tres tipos distintos de hábitats. Uno es el matorral, que alberga plantas como nopales, agaves, pastos y cactáceas; así como serpientes, coyotes y mapaches. Otro es el humedal, hogar de árboles como sauces, carrizos, tules; además de patos que habitan en las 13 islas del complejo.

En la cañada habitan varias especies de fresnos y hongos. El experto explica que este hábitat goza de un amplio rango de flora espontánea, desde cactáceas hasta plantas acuáticas y trepadoras, así como árboles de bosque tropical caducifolio. “Aquí se pueden encontrar hasta murciélagos”, detalla.

ESPACIO PARA TODOS

De la mano de organizaciones civiles locales, El Charco del Ingenio ofrece actividades para las personas que visitan el área natural, como David Guzmánpláticas, cursos, talleres, visitas guiadas, conciertos, temascales, entre otros.

También se han impulsado algunos proyectos para producir guías sobre las diferentes especies que habitan en el lugar, lo cual ha propiciado la visita de expertos que estudian la flora del país. Asimismo, el jardín es un espacio que algunos pueblos indígenas han adoptado para realizar rituales, por lo cual Mario Hernández asegura que su importancia también es social. Además aquí tienen lugar festivales culturales, como el LandArt, en el cual artistas locales elaboran obras en las que sólo utilizan materiales naturales.

Por otro lado, se realizan talleres de creación de tintes elaborados con plantas, semillas y rocas de la región, de tal manera que la gente pueda comprender las formas en las que las primeras sociedades dieron color a sus edificaciones y objetos de uso diario. También se han llevado a cabo conciertos para promover el lugar y obtener recursos, pues la mayor parte de los ingresos provienen del cobro de la entrada y de las ventas de la cafetería.

ZONA VITAL

Actualmente, los administradores de El Charco del Ingenio gestionan con el Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (IEE) la posibilidad de declarar al lugar como zona natural protegida. Al respecto, David Guzmán González, coordinador de áreas naturales y protegidas de esa dependencia, explica que ya se están integrando las mesas de discusión para otorgar dicho estatus al jardín botánico.

La riqueza de El charco

Jorge López Espinosa

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