Tecpatán, Chis.- Cuando tomó protesta, en enero de 2011, Luis Enrique Aguilar Márquez se convirtió en el alcalde más joven en gobernar un municipio chiapaneco, y quizás del país, porque a los 27 años de edad cumplió el sueño de su infancia al tomar protesta frente a la comunidad. “Cada uno tiene una aspiración en la vida y la mía inició desde la primaria: yo quería ser arquitecto y presidente municipal de mi pueblo”, recuerda el novel alcalde.
“Primero terminé mi carrera a los 25 años. Un año después me fui a trabajar como supervisor de obras públicas en mi pueblo y luego como dirigente del Frente Juvenil del PRI en mi comunidad. Ahí es como inicié mi labor política y comencé a ver que la gente me identificaba. Un año después, a los 27, me convertí en alcalde”, platica con satisfacción.
No obstante, Aguilar Márquez reconoce que no ha sido fácil gobernar porque el desafío más importante al ser una autoridad joven ha sido ganarse el respeto de la comunidad. En los pueblos se ha topado con personas que le dicen que no tiene la experiencia para resolver los problemas del municipio; sin embargo, está convencido de que la mejor manera de sortear las críticas es adoptar una actitud humilde y congruente.
“Cuando escucho ese tipo de comentarios trato de responderles con trabajo. No me meto al juego del pleito, al contrario, he tratado de hacer mi política a través del diálogo con la gente”, refiere el alcalde en tono conciliador.
Para completar su idea admite: “No por ser jóvenes lo sabemos todo, de hecho, tenemos que aprender de todo. El propósito que siempre me he puesto en la vida es la humildad ante todo, esa humildad te da el respeto de la gente y cumplir con lo que dices, porque la gente está cansada de que la visites sólo cuando necesitas votos”.
Tecpatán es un municipio rodeado de montañas —ubicado a una hora y media de la capital chiapaneca en la zona centro del estado— cuyo territorio está parcialmente inundado por la Presa Netzahualcóyotl, mejor conocida como Presa Malpaso.
Luis Enrique Aguilar Márquez comenta que, ante la falta de empleos y la ausencia de alguna actividad que detonara la economía en el municipio, se ha encontrado un nicho en la producción agrícola y ganadera.
Una de las acciones más importantes es la instalación de una planta procesadora de lácteos orgánicos. “Se trata de un proyecto que inició un grupo de productores locales, quienes gestionaron con muchas dependencias. Nosotros lo retomamos y lo sumamos a nuestro gobierno e hicimos también partícipe a la Universidad Autónoma de Chiapas, para que nos diera asesoría técnica, ya que el ganado no debe consumir alimentos tratados con insecticidas para asegurar que la leche y los derivados sean 100 por ciento orgánicos.”
MEZCALAPA, NUEVOS VECINOS
El funcionario comenta que otro proyecto detonante de la economía local es un mercado público con capacidad para 120 locales. “Ahora llevamos 60 por ciento de avance y vamos a promover que vengan comunidades de las zonas más marginadas para que puedan vender sus productos.”
Asegura que ambos proyectos quedarán listos durante el primer semestre de 2012 y estarán ubicados en la comunidad de Raudales Malpaso, uno de los centros de población más grandes de la región y que, a partir de enero, se convirtió en la cabeza del nuevo municipio de Mezcalapa, uno de los cuatro ayuntamientos que recientemente se crearon en Chiapas.
Luis Enrique Aguilar sostiene que, con la fundación de Mezcalapa, se cumple una demanda social que data de hace más de 25 años. “De todo el territorio de Tecpatán, la mitad era la región de Raudales Malpaso y la mitad de Tecpatán. Entonces, la comunidad de Malpaso demandaba mucha atención, y para que las comunidades más apartadas tuvieran más recursos, nuestro gobernador (Juan Sabines Guerrero) firmó un compromiso para convertir a esa región en un municipio.”
El nuevo municipio de Mezcalapa tiene una extención de 95 mil hectáreas y cuenta con una población de 23 mil 275 habitantes de 71 comunidades, 61 que eran de Tecpatán y seis que pertenecían al municipio de Ocozocoautla, según información del gobierno del estado.
No obstante que el mercado y la planta procesadora de lácteos orgánicos ya no formarán parte del municipio de Tecpatán, el edil apunta que dichos proyectos generarán 450 empleos directos y cerca de 4 mil indirectos en ambos municipios.
SIN ELECTRICIDAD
Si bien la separación de Raudales liberó de algunas presiones a las autoridades de Tecpatán, aún quedan comunidades que representan un gran desafío, como los pueblos cercanos a la presa hidroeléctrica Malpaso, cuyas instalaciones tienen una capacidad de generación de poco más de mil megawatts, pero que no abastecen de energía a ninguna de esas comunidades.
“El 80 por ciento de la población en Tecpatán tiene electricidad, pero hay lugares muy retirados donde es muy difícil llevar el servicio porque los cables tendrían que atravesar grandes extensiones de agua. Transportar los postes y estirar una línea eléctrica hasta allá costaría aproximadamente unos 3 millones de pesos (mdp).”
Para estas comunidades, donde habitan aproximadamente 100 familias, el alcalde ha propuesto llevar plantas solares, de las cuales, hasta el momento, el ayuntamiento ha otorgado 20 y se espera que antes de que concluya la presente administración se entregue el resto, con una inversión de aproximadamente 600 mil pesos. Asimismo, el gobierno municipal entregó ocho lanchas a igual número de comunidades, para proporcionarles un medio de transporte.
TESORO BAJO EL AGUA
Gracias a sus escenarios naturales y edifi cios históricos, Tecpatán goza de potencial turístico que no se ha explotado lo sufi ciente. Luis Enrique Aguilar lo sabe, de ahí que su gobierno asumió la tarea de impulsar éste y otros nichos de negocio.
Debido al poco tiempo que lleva la administración, reconoce que no se ha detonado el turismo como se esperaba; sin embargo, el ayuntamiento ha iniciado pláticas con los pobladores de Tecpatán para identifi car los lugares y las actividades más atractivas.
Tecpatán, vocablo que significa “lugar de pedernales”, es considerada la capital del Imperio Zoque, ya que fue el centro de desarrollo de esta civilización que se extendía por todo el noroeste de Chiapas.
En el siglo XVI los conquistadores españoles declararon al lugar como el centro católico de esta región y construyeron el templo y convento de Santo Domingo, cuyas ruinas se conservan hasta nuestros días y constituyen uno de los principales atractivos del municipio.
Las montañas que rodean a la presa Malpaso y las islas en su interior forman parte del paisaje de Tecpatán, donde predomina la vegetación selvática y diversas especies de fauna. Cuando bajan los niveles de la presa emerge otra joya colonial: las ruinas del ex convento de Santiago de Quechula, que quedó bajo las aguas de la hidroeléctrica que se edifi có a fi nales de la década de 1960.
Asimismo, el balneario de aguas termales El Azufre, la reserva ecológica de El Silencio, las cascadas La Chicharra, así como parte de la Reserva de la Biosfera El Ocote, donde nacen los ríos que alimentan a la presa Malpaso, son algunos de los atractivos naturales que el ayuntamiento quiere aprovechar para atraer visitantes a la región.
“Tenemos que generar toda una estrategia de turismo, saber qué ofrecerle a la gente, pero también necesitamos organizar un plan de promoción para que la gente venga y hacerles saber que Tecpatán existe”, comenta el edil de 28 años.
En la cabecera municipal de Tecpatán existen seis hoteles y se tiene previsto construir cabañas en los lugares más atractivos del municipio. Asimismo, en los próximos meses arrancará la construcción de una terminal de transportes para concentrar las rutas que conectan a la cabecera municipal con otras comunidades y con la capital del estado.
Una vez que estas obras concluyan, se espera que entre 500 y 600 personas al año visiten el municipio de Tecpatán, aunque para incrementar esa cifra, el alcalde advierte que las futuras administraciones deben dar continuidad a los proyectos que están en marcha.
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